viernes. 29.03.2024
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Alberto Núñez Feijoó

En plena tramitación de los Presupuestos 2022 en Galicia, no viene de más refrescar algunas grandes cifras que echan por tierra el triunfalismo en materia de empleo del Gobierno de Alberto Núñez Feijoó.


MILES DE EMPLEOS PERDIDOS

En 2019, el trabajo en Galicia siguió sin recuperar el 14,8% de horas habituales existentes en 2008, frente a la pérdida del 7,9% de media en el Estado. Estas horas habituales perdidas equivalen nada más y nada menos que a 177.844 puestos de trabajo a jornada completa. De mantener un comportamiento similar a la media estatal, la pérdida sería de 95.093 empleos.

Motivo de celebración para el Gobierno de Alberto Núñez Feijoó siguen siendo las cifras del paro. Anualizando los datos de la EPA (del 4º trimestre de 2020 al 3º de 2021), resulta que en Galicia el paro ha bajado en los últimos 12 meses en 1.600 personas, un 1,1%, mientras en el conjunto del Estado ha aumentado en 307.700 personas, esto es un 9,4%. Pero, con respecto a la ocupación, mientras en Galicia el empleo disminuye un 1%, en el Estado lo hace en un 0,6%.

Una vez más, el Ejecutivo del PP celebra la peor situación que se puede dar en el mercado de trabajo: que disminuya el empleo y el paro a la vez: o crece la inactividad o crece la emigración. Eso es lo que celebran.

LAS ‘TRAMPAS’ DE LA CONSELLERÍA

El triunfalismo también rezuma a raíz de prácticas indignas y ventajistas llevadas a cabo por la Consellería de Emprego durante el primer semestre de este año, tal y como queda reflejado en mi anterior artículo Las 'trampas' de la Xunta con la bolsa de demandantes de empleo.

Y es que, en momentos de mayor incidencia de la pandemia por covid, la Consellería eliminó la renovación automática de manera unilateral para forzar una causa de disminución del paro que no se ha producido en otras comunidades y, así, volver a sacar pecho.

Con ello, han puesto en riesgo a los demandantes de empleo, con el único objetivo de poder ‘vender’ bajadas del paro en Galicia y colocar a esta comunidad entre las comunidades mejor situadas en materia de empleo. Con esas ‘trampas’, consiguieron disminuir las demandas en 88.514 personas en el primer semestre; aunque, luego ya se vio en septiembre que, sin trampas, el paro baja en el Estado y sube en Galicia.

Este es el marco en el que Feijoó ha presentado sus presupuestos para 2022.

GRADO DE EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA

Los presupuestos de empleo están conformados con tres grandes tipos de fondos:

1º Las Transferencias Finalistas del Estado que en este momento no se sabe cuáles serán con certeza porque los presupuestos del SEPE para 2022 aún no están aprobados.

2º Los Fondos Europeos regionalizados que dependen de la Xunta de Galicia. Una parte era el FSE y ahora, además, está el “mecanismo de recuperación y resiliencia” que aporta el 94% de los fondos europeos de este presupuesto de empleo.

3º Los Fondos Propios Libres de la Xunta son fondos que provienen de los impuestos, de transferencias no finalistas del Estado o del coste efectivo de la transferencia. Son fondos de la Xunta de Galicia que se asignan a empleo.

La calidad de los Presupuestos, es decir, la medida en que las partidas presupuestarias responden a los fondos disponibles en el transcurso del año es pésima. Dicho de otro modo, la relación entre el crédito inicial y el vigente a final del año deja mucho que desear. 

Entre 2016 y 2020 la variación media fue del 35,2%. El crédito medio inicial fue de 246,8 millones de euros y el crédito vigente al final del año alcanzó los 334.086 millones de euros. Una diferencia de 87,3 millones de euros, 4,3 millones más que todos los fondos propios que aporta la Xunta.

Si miramos los presupuestos del conjunto de la Xunta, la variación entre el presupuesto inicial y el vigente es de un 7%.

Se comparamos lo que ocurre con los créditos vigentes y gasto realizado, es decir, el grado de ejecución presupuestaria, vemos cómo en 2020 pasó algo similar a 2019: dejaron sin gastar uno de cada tres euros que tenían para políticas de empleo. Dejaron sin gastar 135.058.000 euros cuando en 2019 fueron 135.024.000 euros. El porcentaje de ejecución fue en 2020 del 66,8% y en 2019 de 5,5 puntos menos.

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El presidente de Galicia junto a la consejera de empleo, María Jesús Lorenzana y la directora general de empleo, Zeltia Lado.

FONDOS DE EMPLEO SIN GASTAR (PRÁCTICA HABITUAL DEL PP)

La pelota de fondos de empleo sin gastar sigue aumentando. Entre 2009 y 2012, los fondos para políticas de empleo sin gastar fueron 586 millones de euros; de 2013 a 2016 fueron 417 millones y entre 2017 y 2020 llegaron hasta 536 millones de euros. La merma en el período 2013 – 2016 no responde a una mejor ejecución, deja sin gastar el 37,7% de los fondos frente al 30,4% del anterior período.

Los gobiernos del PP (tanto en España como en la Xunta) destinan cantidades muy inferiores a las políticas de empleo. De los Fondos Propios Libres, Feijóo en 2013 destina 61,6 millones de euros a políticas de empleo, el 60% menos del destinado en el último año del Gobierno bipartito (PSdeG-PSOE y BNG), 155,3 millones de euros. Rajoy por su parte, transfiere a las comunidades 1.342,6 millones de euros para políticas de empleo, frente a los 3.061,3 millones que Zapatero destinó en 2011. Feijóo recorta el 60% y Rajoy un 56,1%.

El año pasado, la Conselleira de Emprego echaba al Fondo Social Europeo la culpa de la falta de ejecución porque, decía, que al FSE se le podía justificar en años posteriores. Una vez más dice falsedades sin inmutarse. Estamos hablando de que quedan sin gastar más de 135 millones y el FSE tenía un monto en el presupuesto de 2020 de 20 millones de euros.

NO GASTAN, PERO SIGUEN RECORTANDO

En 2020, cuando se inició la pandemia, en Galicia, se dejaron sin gastar uno de cada tres euros que tenían para políticas de empleo. De los 146.172 parados que hubo de media, solamente 48.458 estaban protegidos por prestaciones. La cobertura de prestaciones se podría haber ampliado mediante políticas activas de empleo, a modo de compensación, como pasa con los cursos de formación; o hacer contrataciones para diferentes trabajos, unos a domicilio, otros atendiendo a necesidades de la comunidad.

En suma, con Feijóo en el Gobierno, se han quedado sin gastar en políticas de empleo 1.540 millones de euros entre 2009 y 2020. No gastan, pero siguen recortando.

En 2022 se destina a políticas de empleo un máximo de 82.786.691 euros de fondos propios libres, prácticamente la mitad del presupuesto que en 2009 dejó hecho el bipartito

Para 2022, el Gobierno de la Xunta destina a políticas de empleo un máximo de 82.786.691 euros de fondos propios libres, prácticamente la mitad del presupuesto que en 2009 dejó hecho el bipartito, 155.348.608 euros. En estas cantidades, obviamente, no se encuentra incluida la partida 229 de ‘Gastos de funcionamiento de los centros docentes no Universitarios’ del Programa 323 de la Dirección General de Formación y Colocación que en 2009 tenía un importe de 7.446.833 euros y en este presupuesto de 2022 son 18.218.608 euros.

La Conselleira de Emprego, María Jesús Lorenzana, ya debió desistir de su permanente promesa de modernizar el Servicio Público de Empleo. Lo más necesario que se precisa es una dotación de técnicos de empleo acomodada a las funciones a desarrollar en la red de oficinas. Debió desistir porque recorta 4,4 millones de euros del capítulo I en relación con el presupuesto de 2021. En el presupuesto de 2009 se destinaban 47,2 millones y en este presupuesto se recorta hasta 39,4 millones.

Además, hay que ser consciente de que cuando se hace el presupuesto de 2009, hay 105.546 personas paradas según la EPA y actualmente hay 145.075 personas. Su modelo de Servicio Público de Empleo debe carecer de Técnicos de Empleo porque no se explica cómo con esos recortes, 4,4 millones menos, se puede atender a casi cuarenta mil parados más. Aumenta el paro en un 37% y reducen los fondos del capítulo I un 10%.

UN EJERCICIO DE PROPAGANDA

El presupuesto es tan continuista que muchas de las cuestiones que se le criticó el año pasado se pueden repetir, retocando alguna cifra. También será un presupuesto que no se va a ejecutar porque al Gobierno de la Xunta le importa un bledo el empleo y las personas desempleadas. Solamente les importa la propaganda y convertir el ejercicio presupuestario en un ejercicio de propaganda que nada tiene que ver con lo que después va a pasar.

También llama la atención que, del volumen de fondos destinados a la contratación de personas paradas en los ayuntamientos, de los 9,2 millones de euros destinados a programas de adquisición de experiencia, el 84% se destinan a los beneficiarios de la Renta de Inserción de Galicia.

No se incluyen programas como los que eliminó el Partido Popular cuando llegó al gobierno: la contratación de mujeres víctimas de violencia de género machista durante un año. Es un programa que tenía la solicitud abierta durante todo el año, porque, claro, no podemos escoger cuando la mujer puede acceder a esta solicitud. Era una formación en un ayuntamiento por un año; las mujeres víctimas y otros colectivos también con exclusión podrían haberse reflejados en este presupuesto y no lo hacen.

Y, además, debemos preocuparnos primero por las personas que no tienen ninguna prestación, cuando los que perciben la Risga [Renta de inclusión social de Galicia] aunque tienen riesgo de exclusión social, también tienen una prestación asignada, que se va a ahorrar la Xunta. Parece que el ahorro es quien le indica al PP la política que deben de seguir. Estas actuaciones, seguidas en años pasado, podrían haber sido objeto del gasto de los 1.540 millones que se dejaron sin gastar.

La Conselleira debe decir cuál es el volumen real de fondos propios libres que tienen como límite de gasto para 2022

El gasto corriente en el Capítulo II aumenta pese a la disminución del resto de los capítulos. Si no tenemos en cuenta los Gastos de funcionamiento de los centros docentes no Universitarios que más que un gasto corriente son actividades de formación para el empleo, el capítulo II tiene un crecimiento del 35% en relación con 2021, 2,6 millones de euros. Obviamente es un incremento absurdo; reducen el personal y aumentan los gastos de teléfono, mobiliario, etc.

Recientemente se ha denunciado en el Parlamento de Galicia la mentira y el ventajismo provocado por la eliminación de la renovación automática en enero de este año, hay que denunciar ahora la mentira y el acto de propaganda en el que se convierten estos presupuestos. La Conselleira debe decir cuál es el volumen real de Fondos propios libres que tienen como límite de gasto para 2022; debe decir cuál es el gasto real que prevén hacer; debe decir cómo va a distribuir los fondos destinados a los ayuntamientos en función del color político de su alcalde o alcaldesa. En definitiva, debe decir todo lo que ocultó o mintió. 

Feijoó ha dejado de gastar 1.450 millones en políticas activas de empleo