domingo. 16.06.2024
Unai Sordo y Pepe Álvarez, secretarios confederales de CCOO y UGT
Unai Sordo y Pepe Álvarez, secretarios confederales de CCOO y UGT

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

Las Confederaciones sindicales de CCOO y UGT han expresado, a través de sus respectivos comunicados y las declaraciones de sus principales dirigentes, su posición sobre la medida aprobada por el Gobierno el pasado martes 21 de mayo y que se incluye en el Real Decreto-Ley que reforma el subsidio por desempleo. En dicha medida se establece “la prioridad aplicativa de los convenios colectivos autonómicos y provinciales sobre los estatales y sectoriales

La posición de ambos sindicatos ha sido clara y contundente en relación a las formas, manifestando que supone una intromisión en las funciones que el artículo 7 de la Constitución Española atribuye a las organizaciones sindicales y empresariales. Han lamentado que el Ministerio de Trabajo haya decidido “sin contar con los agentes sociales una modificación del Estatuto de los Trabajadores que afecta a la estructura convencional colectiva y sin que fuera tratado, debatido y abordado con carácter previo en la mesa tripartita del diálogo social.

Sin embargo, no he sido capaz de encontrar una opinión igual de clara y concisa de CCOO y UGT sobre el contenido de esta reforma legislativa que ha cambiado, y de forma importante, las normas sobre la estructura de la negociación colectiva en nuestro país.

Esta modificación del Estatuto de los Trabajadores que los partidos nacionalistas llevan reclamando hace décadas puede favorecer la ruptura de los marcos de negociación estatales

Se trata de una materia en la que hoy en nuestro país existe una amplia regulación legal y convencional, y también iniciativas que van en esta dirección. Como ejemplo, en estos momentos en el Sector Químico en Euskadi, los sindicatos de esta comunidad autónoma están promoviendo convenios colectivos de este sector del ámbito de la Comunidad Autónoma, o incluso provinciales, frente al actual Convenio General de la Industria Química que es de ámbito estatal, al igual que la mayoría de los países europeos

Esta modificación del Estatuto de los Trabajadores que los partidos nacionalistas llevan reclamando hace décadas puede favorecer la ruptura de los marcos de negociación estatales, primero en Euskadi como promueven los sindicatos nacionalistas, para luego, por inercia o imitación en otras zonas, que impedirá construir una estructura de negociación colectiva sólida y robusta con convenios estatales de sector, para lo que ha estado trabajando, no siempre con éxito es verdad, el sindicalismo confederal en España.     

La consecuencia sería volver a una realidad superada con mucho esfuerzo y años de acción sindical, a la estructura existente en el sistema franquista

Añade una nueva dificultad para seguir construyendo convenios colectivos sectoriales, debidamente articulados en determinados ámbitos y territorios para responder a su particularidad. Convenios colectivos que incidan en los salarios reales de todos los trabajadores y trabajadoras de cada empresa, y no con unas tablas salariales irreales que afectan solo a los dos o tres grupos profesionales más bajos de la empresa. Convenios Colectivos Sectoriales que acojan en su ámbito no solo a las pequeñas y medianas empresas, sino también a las grandes y muy grandes porque dispongan de los necesarios instrumentos de articulación y negociación en función de la particular situacióntecnológica, económica y competitiva de cada empresa. Convenios que promuevan en cada empresa la negociación de la mejora de la productividad y la participación de sus trabajadores en los beneficios. 

Características todas ellas hoy del Convenio General de la Industria Química y para el que el Real Decreto-ley 2/2024 de 21 de mayo, junto a la ofensiva del sindicalismo nacionalista de Euskadi, podría representar su debilitamiento primero y su posterior desaparición como ámbito de negociación que agrupa y suma ahora las fuerzas de los trabajadores y trabajadoras de las pequeñas, medianas y grandes empresas de todo el país. Con ello, paradójicamente, la consecuencia sería volver a una realidad superada con mucho esfuerzo y años de acción sindical, a la estructura existente en el sistema franquista Una estructura que era de grandes empresas con fuerza sindical convenio propio al margen del resto del sector, y, junto a estos convenios, otros en las provincias o regiones con mayor fuerza, para aplicar en el resto un convenio de sector tan débil e insustancial como las viejas Ordenanzas Laborales. Sería un evidente paso atrás, y una extravagancia en lo que es la negociación colectiva en Europa.     

Estoy hablando del riesgo de avanzar hacia un modelo solo comprensible desde el sindicalismo nacionalista, por ser consustancial con su razón de ser que es “de ellos y para ellos”

Estoy hablando del riesgo de avanzar hacia un modelo solo comprensible desde el sindicalismo nacionalista, por ser consustancial con su razón de ser que es “de ellos y para ellos”. Aunque sería algo más difícil de entender que lo asumieran quienes defienden un sindicalismo confederal y de clase como es CCOO y UGT. 

Por todo ello, más allá de coincidir en la acertada y necesaria critica que han hecho en relación a la forma con la que se ha aprobado esta modificación del Estatuto de los Trabajadores, es necesario conocer la opinión de fondo que tienen ambas Confederaciones Sindicales sobre la prioridad aplicativa de los convenios autonómicos sobre los estatales y sectoriales. Y saber si ambos sindicatos lo valoran positivamente o negativamente. Si lo consideran un avance o un retroceso para el sindicalismo de clase y confederal

Prioridad aplicativa de los convenios autonómicos sobre los estatales y sectoriales