La necesidad de una muy fuerte intervención del Estado es evidente en las tareas de preservar la salud pública y vencer a la pandemia pero también para proteger a los sectores sociales vulnerables.
Vienen tiempos de responsabilidad, diálogo y acuerdo entre las fuerzas políticas, sindicales y sociales progresistas que permitan dar respuesta a los graves problemas pendientes de solución.