sábado. 27.04.2024
TECNOLOGÍA

La construcción industrializada se hace fuerte de la mano de BIM

La construcción industrializada ha encontrado en la tecnología BIM su mejor compañero de viaje. Esta metodología de trabajo colaborativa resulta fundamental para sacar el máximo partido a un innovador sistema constructivo cada vez más presente en España.

La construcción industrializada es una opción cada vez más y mejor valorada. Y es que se ha demostrado que las innovadoras técnicas de este sistema de edificación elevan la productividad y reducen tiempos y costes, lo que lo convierte en más económico y sostenible. Su presencia en España es aún minoritaria, sin embargo, cada vez son más las empresas que apuestan por diseñar casas industrializadas, en las que la tecnología BIM (Building Information Modeling) tiene un papel protagonista.

¿En qué consiste la construcción industrializada? Se trata de un sistema que se caracteriza por la producción en taller de componentes que se transportan a su ubicación final para su ensamblaje. Es un concepto diferente al de la construcción tradicional en el que prácticamente se produce todo en el sitio.  Las ventajas están fuera de toda duda. Su proceso de diseño y de producción está mucho más controlado y automatizado, lo que permite un mayor control del gasto y del tiempo. En cuanto al impacto ambiental, la generación de residuos es menor, se consume menos agua y menos energía, de ahí que sea una solución constructiva más sostenible.

BIM ayuda a optimizar el trabajo en equipo, evitar malentendidos y planificar un seguimiento más preciso del avance de los trabajos

En definitiva, la construcción industrializada permite construir más en menos tiempo y más barato (entre un 10% y un 15% menos que los sistemas tradicionales). Y todo sin renunciar a la calidad y al diseño. Una combinación perfecta que cada vez está más extendida entre el sector AECO. Y es que, aunque es cierto que, en la actualidad, la construcción industrializada representa el 1% del sector en España, una cifra lejana al 7% de Reino Unido o el 9% de Alemania, la tendencia es claramente al alza y se estima que, en el año 2030, el 40% de la nueva construcción será industrializada.

Y en este despegue, la metodología BIM se presenta como la herramienta idónea para adaptarse a las necesidades que genera un entorno más industrial. Al fabricarse buena parte de los componentes en un taller, fuera de la obra, el espacio para la improvisación se limita. Todo debe estar estudiado antes de la fabricación. Por este motivo, el uso de la tecnología BIM resulta clave ya que, como explica Borja Sánchez Ortega, director de Proyectos y director del Máster BIM Manager Internacional (+VR) de la empresa especializada Espacio BIM (www.espaciobim.com) “permite centralizar toda la información de un proyecto (geométrica, documental, etcétera) en un modelo digital desarrollado por todos los agentes que intervienen”. Esta metodología, asegura Iñigo Salazar, director técnico en Dasein Ingenieros, empresa especialista en Ingeniería de estructuras, en la última entrevista publicada en la sección AbiertoXObras de la mencionada consultora, “posibilita el acceso remoto a la información de proyecto, la colaboración en tiempo real de los equipos de construcción, fabricación e ingeniería, y permite además realizar seguimientos de progreso, programar tareas y asignar responsabilidades a los diferentes agentes”. 

En otras palabras, BIM ayuda a optimizar el trabajo en equipo, evitar malentendidos y planificar un seguimiento más preciso del avance de los trabajos, lo que contribuye a una mejor organización y a reducir los tiempos de entrega a los clientes.

La construcción industrializada se hace fuerte de la mano de BIM