La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió una rebaja de los impuestos y la aplicación de cambios en la legislación tributaria para que la economía del país gane en competitividad.
"Brasil necesita una estructura tributaria más racional", afirmó Rousseff, que sin embargo rechazó impulsar una reforma "abrupta" de todo el sistema impositivo por la dificultad de alcanzar un acuerdo con todos los entes recaudadores
La carga tributaria en Brasil ascendió al 35,31 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del país en 2011, según los datos del Fisco.
Rousseff fue optimista en relación a la recuperación de la economía mundial en 2013 y aseguró que el ambiente será "más propicio para Brasil" que este año, cuando el país suramericano registrará un crecimiento cercano al 1 por ciento, según los cálculos más recientes del mercado financiero.
Del mismo modo, confió en que a partir de 2013 Brasil tendrá un crecimiento "sostenible y continuo" gracias a la mejoría de la tasa de cambio, a las inversiones realizadas en infraestructuras y a la reducción de los tipos de interés de estos dos últimos años.
Rousseff reiteró que el Gobierno deberá tratar el desarrollo de infraestructuras como "una obsesión" para contribuir a la mejoría de la competitividad.