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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 5.6.2009

El primer ministro británico, Gordon Brown, asumió este viernes "plena responsabilidad" en la deriva emprendida por el Laborismo y el descenso de popularidad de su Gobierno, pero confirmó que prevé mantenerse en el cargo a pesar de las presiones para que renuncie y que "concluirá el trabajo" iniciado cuando hace dos años asumió el poder porque considera que es "la persona adecuada" para los retos pendientes en Reino Unido.

En una rueda de prensa en su residencia oficial para dar a conocer la remodelación de su Gabinete y aclarar su posición tras la sangría de dimisiones sufrida en su equipo, Brown quiso "disculparse por los errores" que han llevado a la política británica a un profundo descrédito por el escándalo de los gastos, así como por la situación económica en la que se halla sumido el país, pero insistió en que "si no pensara ser la persona adecuada para esta responsabilidad no estaría aquí".

El mandatario se mostró convencido de que hay "tres áreas vitales" que requieren acciones inmediatas: la "limpieza" del aparato institucional, con una nueva normativa para reformar el actual funcionamiento del Parlamentario y la propia relación de éste con el Gobierno; la superación de la recesión y la mejora de los servicios públicos. "Y no puedes huir, tienes que seguir adelante con el trabajo", declaró.

EL PEOR RESULTADO DE LA HISTORIA DEL LABORISMO

Las primeras proyecciones de los resultados de las locales que el jueves se celebraron en Reino Unido dejan al Laborismo con el peor saldo de su historia, ya que sólo habría logrado el 23 por ciento de los votos y, además de quedar como tercera fuerza política del país, vería cómo los conservadores se distanciarían 15 puntos, tras obtener el 38 por ciento. Comparados con los de hace cuatro años, cuando Tony Blair aún residía en el número 10 de Downing Street, los resultados revelan la magnitud del correctivo sufrido por el partido, que habría pasado de ser la primera fuerza con el 35 por ciento de los votos a tercera, tras ver un recorte de 12 puntos.

A la espera de conocer el reparto de las europeas que también se celebraron el jueves, pero que no se darán a conocer hasta el domingo por la noche, los rebeldes que preparan un asalto al liderazgo podrían emplear el severo revés sufrido en estas locales para animar a sumarse a la campaña promovida a lo largo de esta semana para recambiar a Brown y que debería lograr, al menos, el apoyo de 70 diputados.

Mientras, el mandatario acometió este viernes una remodelación de Gobierno que apenas supuso novedades, más allá de cubrir las vacantes de las cuatro dimisiones de ministros que sufrió esta semana y proceder a cambios de cartera limitados.

Finalmente el ministro del Tesoro, Alistair Darling, se mantiene en el cargo; al igual que el de Exteriores, David Miliband; y el de Negocios, Peter Mandelson; mientras que el considerado virtual sucesor de consenso, Alan Johnson, cambia el departamento de Sanidad por el de Interior.

Brown asume el revés pero no se va