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@jgonzalezok |
El argentino Sebastián Báez, de 23 años, fue el vencedor del Open Río, un torneo ATP 500, enfrentando al también argentino Mariano Navone, que llegó inesperadamente a la final después de conseguir un puesto en el mismo en la fase previa. El resultado fue claro, 6/2 y 6/1, completando Báez una semana muy sólida, confirmando el buen momento del tenis argentino. El último argentino en ganar este torneo fue Diego Schwartzman, en 2018.
Báez ya había ganado cuatro torneos ATP 250, siendo el de Río su primer ATP 500. Con esta victoria pasará del número 30 del mundo al 21 en el ranking de la ATP. En el caso de Navone, avanza del 113 al 60.
Mariano Navone fue la gran sorpresa del torneo. Sin una carrera juvenil ni victorias en ningún torneo de la ATP, llegó a la final después de haber derrotado al ganador de la edición anterior, el británico Cameron Norrie, con un resultado claro: 6/4 y 6/2. Tras ese partido, había declarado: “El tenis tiene estas cosas, hace una semana estaba jugando mi primera qualy de ATP 500 y no me imaginaba que mañana estaría jugando la final, al final las cosas cambian mucho de una semana para otra”. Después de perder la final admitió que su rival lo había superado en todos los terrenos, pero se mostró enormemente satisfecho con lo conseguido.
Tras los buenos resultados aquí en Río y antes en el abierto de Argentina, hay 8 jugadores de este país dentro del top 100: Sebastián Báez, Francisco Cerúndolo, Tomás Etcheverry, Facundo Díaz Acosta, Mariano Navone, Pedro Cachín, Federico Coria y Thiago Tirante. Estos éxitos se han visto favorecidos por el hecho de que los torneos sudamericanos se disputan en tierra batida -o polvo de ladrillo, como se llama en Argentina-, donde los sudamericanos consiguen sus mejores resultados.
El gran enigma es Diego Schwartzman, que se hundió en el ranking (actual 118), después de haber llegado al número 8. Los malos resultados que viene cosechando lo llevaron a anunciar que, tal vez, su futuro en el tenis profesional esté más cerca del final. “Queda muy poco en el tanque, a este ritmo no sé cuánto más la puede estirar”, dijo recientemente el Peque, como es cariñosamente conocido el argentino, aludiendo a su pequeña estatura.
David Ferrer, que fue invitado a esta décima edición del Rio Open, torneo que ganó en su edición de 2015, señaló aquí que el tenis sudamericano está en un buen momento: “Hay buenos jugadores, que ofrecen buen tenis, en Sudamérica siempre hubo cultura tenística”. Hace diez años que se retiraron jugadores importantes, como los argentinos Gastón Gaudio, Federico Coria o David Nalbandian, lo que provocó un parón. “Pero ahora vuelve el auge, con jugadores interesantes, como (el chileno Nicolás) Jarry, João (Fonseca, brasileño), o Báez (Sebastián, argentino)”, añadió el ex número 3 del mundo.
De cara a las próximas ediciones de éste, que es el torneo más importante de Sudamérica, está en duda la presencia en futuras ediciones de Carlos Alcaraz. Este año tuvo una desafortunada participación, al lesionarse a los pocos minutos de su debut. El año pasado había perdido en la final, también lesionado, pero ganó en el 2022. Ese año fue el del gran despegue del actual número dos del mundo.
El contrato de Alcaraz con el Rio Open venció, aunque los organizadores están interesados en renovarlo. Preguntado por este cronista, el director del torneo, Luiz Carvalho confió en que vuelva, no solo por razones afectivas, sino porque hay también una cuestión de calendario que favorecería su vuelta a tierras cariocas. En el mes de febrero es lo máximo que él puede jugar, un ATP 500. “Creo que buscará un torneo para mantener el ritmo y prepararse para Indian Wells y Miami”, añadió Carvalho.
