lunes. 29.04.2024
ataque_gaza

Un misil de enorme capacidad destructiva cae sobre un hospital en Gaza, lo revienta, y mueren 500 o 600 personas de los miles que se refugiaban en él, en muy buena medida niños, ancianos, mujeres, obviamente indefensos.

La acción ha sido tan criminal, tan salvaje, que los voceros sionistas se han apresurado a desmentir que hayan sido ellos, dada la consternación y rechazo universal por esa masacre. Niegan haber disparado el misil y manejan dos hipótesis cínicas y absurdas. El misil lo ha tirado alguna guerrilla palestina contra su propia gente o, tal vez, lo hemos disparado nosotros, pero tenía otro destino y la mala suerte hizo que estallara contra el hospital.

Los representantes palestinos de todos los colores no tienen la menor duda que la masacre -la enésima- es responsabilidad de las autoridades sionistas, y aseguran que con sólo dos horas de antelación avisaron que iban a reventar el hospital y a cuanto ser humano hubiera en él. Hospital que, por cierto, fue una donación solidaria de una iglesia evangélica europea.

Los criminales sionistas dan por resuelto el tema: en la controversia de si fuimos nosotros o no, paramos el golpe de la indignación mundial y en unos días no se acuerda nadie ... y sigue el baile siniestro y mortal del genocidio contra la población palestina.

Siempre fue así desde hace décadas y en Gaza, específicamente, llevan no menos de una docena de hospitales y similares reventados, con el saldo de muerte consabido, en los últimos años.

¿A qué viene esta macabra ceremonia de la confusión? Por supuesto que han sido el nazi Netanyahu y su banda militar y civil los autores materiales e intelectuales de la masacre, del crimen de lesa humanidad, como siempre. Especular, con cinismo y mentira, sobre la autoría es puro bálsamo, cínico y falso, para los intereses mediáticos o políticos o de mala conciencia para los farsantes de siempre.

De estos últimos me duele especialmente el papel, repulsivo, que está jugando el presidente Biden, cavando su tumba moral y política al uncir su destino a un subproducto humano y filonazi como Netanyahu que pretende vaciar Gaza de seres humanos palestinos -algo más de dos millones- a base de sed, hambre, exterminio, expulsión forzosa, y dispersión, como han venido haciendo con otros 7 millones desde 1948. Solo entonces ocuparán militarmente una Gaza vacía y destruida porque, como buenos cobardes que son, saben que cosecharán bajas en abundancia mientras haya palestinos en el territorio. Por eso, y hasta que llegue ese momento, bombardeos, bombardeos y más bombardeos, a notable distancia, eso sí.

Biden, espero y deseo que el Partido Demócrata y el Movimiento Sindical norteamericano le hagan pagar su cobardía e impiedad con el pueblo palestino y su complicidad con el genocidio de que es víctima.

Ah, para que no se me olvide, cuando usted, o algún adlátere de los de aquí, emitan críticas o denuncias contra el verdugo Putin, cosecharán un sonoro "cállense la boca, no son ustedes mejores que Putin...".

El misil contra el hospital es el enésimo que disparais, cínicos