lunes. 29.04.2024

IF Metall, el poderoso sindicato sueco de la industria metalúrgica y manufacturera que representa a los mecánicos de Tesla, anunció en octubre que alrededor de 130 trabajadores de los talleres de automóviles de Tesla se declararían en huelga si el viernes 22 de octubre la empresa no rectificaba su actitud (que mantiene desde hace más de cinco años negándose a negociar y firmar un convenio colectivo en línea con la política de muchas empresas de EEUU). Para entender el emplazamiento sindical conviene tener en cuenta que los convenios colectivos, generalmente de sector, cubren el 90 por ciento de todos los trabajadores y trabajadoras de este país, un país en el que la negociación colectiva constituye uno de los pilares institucionales y base del modelo de relaciones laborales, y, de hecho, de democracia política y convivencia. 

Ese día, en el que se anunció la huelga, seguramente muchas personas se preguntaron qué podría hacer un pequeño grupo de mecánicos contra la mayor empresa de automóviles eléctricos del mundo. Qué podrían hacer esos “pobres” frente a Elon Musk, la persona más rica y poderosa del Planeta y propietaria de Tesla. 

En Suecia el 68 % de los trabajadores y trabajadoras están afiliados y organizados en sindicatos, algo que cambia la correlación de fuerzas

Pues están demostrando que se puede hacer mucho, y muy importante, como podemos ver en estos días. Seguramente cuando estas personas se hicieron la pregunta no tuvieron en cuenta que en Suecia el 68 % de los trabajadores y trabajadoras están afiliados y organizados en sindicatos, algo que cambia la correlación de fuerzas. Y la cambia mucho más cuando, como en este conflicto, los trabajadores y trabajadoras sacan del cajón esa herramienta, que a veces parece algo oxidada y llena de polvo, pero siempre la más poderosa que tenemos, como es la solidaridad. La solidaridad, como se ha demostrado a lo largo de la historia.

Y como se está demostrando en este conflicto de Tesla en Suecia, que por su solidaridad organizada se está convirtiendo en una lección y ejemplo para el mundo sindical. Solidaridad del sindicato de electricistas, que ha anunciado que sus miembros no realizarán a partir de 17 de noviembre servicios ni reparaciones de instalaciones eléctricas en los talleres y estaciones de carga de Tesla. Solidaridad de los trabajadores de lasempresas de correos y mensajería, que han anunciado que suspenderán a partir del 17 de noviembre las entregas de cartas y paquetes de Postnord y Citymail a Tesla hasta que firme un convenio colectivo.

Solidaridad, también, la anunciada por el sindicato de trabajadores portuarios suecos que realizarán un bloqueo contra la manipulación de vehículos Tesla en todos los puertos suecos a partir del 17 de noviembre. Y desde esa fecha también se sumará al paro el personal de limpieza de las instalaciones de Tesla en Estocolmo y Umea. Como también los taxistas de la capital amenazan con suspender los nuevos pedidos de compra de coches de esta marca.

El conflicto de Tesla y la solidaridad sindical que se organiza en torno a él expresa el valor de la negociación colectiva

Solidaridad, solidaridad con el primer conflicto laboral formal convocado contra Tesla en todo el mundo. Y no es sorprendente que sea en Suecia, uno de los países más sindicalizados del mundo, en el que hay referentes históricos de conflictos similares, como el vivido en 1995, cuando Toys'R'Us entró en el mercado sueco e inicialmente se negó a firmar un convenio colectivo con el sindicato, pero en el que la empresa finalmente cedió después de tres meses de lucha laboral, incluidas una serie de huelgas de solidaridad cuando otros sindicatos bloquearon todas las entregas, la recogida de basura, el servicio postal, los pagos bancarios y otras partes vitales de las operaciones de la empresa.

El conflicto de Tesla y la solidaridad sindical que se organiza en torno a él expresa el valor de la negociación colectiva. Un derecho que está atacado por múltiples frentes, lugares y países, que aún precisa ser defendido, puede parecer que incomprensiblemente, en uno de los países de mayores estándares democráticos y más ricos del mundo. Pero que con este conflicto, nos está demostrando que es rico y democrático también por la fuerza de su amplia afiliación a los sindicatos. ¡Que cunda el ejemplo!

Huelga en Tesla Suecia: "Una batalla, con la fuerza de la solidaridad”