lunes. 29.04.2024

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Muchos de nosotros nos alegramos en 2022 con la reapertura del mítico Teatro Albéniz, uno de esos templos de la cultura madrileña que permanecía cerrado desde 2006, pero siempre sorprendía a los ciudadanos que pasaban por allí por la inmensidad de su fachada y su arquitectura difícil de definir. Reabría después de una importante reforma bajo el nombre de UMusic Hotel Madrid, un establecimiento que busca combinar el alojamiento de un hotel de cinco estrellas con el mejor entretenimiento, apostando siempre por la cultura y el teatro de calidad. De hecho, la inauguración fue a cargo de uno de los musicales más emblemáticos de la historia de Broadway, "Company" de Stephen Sondheim, y con la participación de Antonio Banderas en el papel principal. Esta obra-evento hizo que el nombre de UMusic Hotel Madrid fuera ampliamente reconocido entre los aficionados a la cultura madrileña.

Además del teatro y el hotel, UMusic Hotel Madrid también apuesta fuertemente por la gastronomía y la cultura con su restaurante "El Albéniz", ubicado en el mismo edificio del antiguo teatro. Un bonito local que recientemente ha presentado el espectáculo "Teatrera", de la mano de Codorníu. Una cena temática que busca combinar gastronomía y teatro y que pretende convertirse en una de esas citas imprescindibles en la noche madrileña. El show actualmente se realiza de jueves a domingo en dos pases, uno a las 20:30 y otro a las 22:30. Y sí, ya he estado. Hoy me gustaría analizar mi experiencia en el restaurante.

Una cena temática que busca combinar gastronomía y teatro y que pretende convertirse en una de esas citas imprescindibles en la noche madrileña

Nada más llegar a UMusic Hotel Madrid, ya teníamos claro que no sería una noche normal. Subiendo hasta el restaurante en la segunda planta, nos cruzamos con los espectadores que aún salían del musical "El fantasma de la ópera", espectáculo que actualmente se presenta en este teatro y que está cosechando muy buenas críticas.

Resulta curioso (y muy estimulante) escuchar los ritmos finales de la música de Andrew Lloyd Webber por los pasillos mientras nos acomodamos en la mesa del restaurante. Fuimos con reserva, pero pude observar que varios espectadores de la obra entraban al restaurante para cenar o simplemente pedir una copa, lo cual me parece una idea muy interesante para cerrar una noche de teatro.

En cuanto al restaurante El Albéniz, es una sala no demasiado grande pero con bastante encanto, con varias lámparas de techo presidiendo y con ventanas desde las cuales se pueden ver las famosas estatuas de Ángel Ferrant que coronan la fachada del teatro. Todo el espacio está rodeado de cortinas que buscan crear intimidad y que, como veremos ahora, también cumplen una función escénica y dramática. Ya acomodados, estudiamos la carta de vinos y comida, que aunque no es demasiado extensa (lo cual siempre es de agradecer) sí tiene propuestas muy interesantes. Encontramos una selección de platos que recorren la geografía española, con opciones más gourmet y otras más ligeras que buscan acomodarse a todos los bolsillos, con precios que oscilan entre los 15 y 25 euros. La carta de vinos también tiene bastantes referencias nacionales e internacionales para satisfacer a todos.

Nos decantamos por unos entrantes de ensaladilla rusa con carabineros y tartar de brioche, dos apuestas que podría comer toda mi vida si fueran las únicas opciones. Como platos principales nos dejamos recomendar por el maître y optamos por el lomo de atún de Almadraba y el pulpo crujiente. Fue una selección muy interesante, con productos frescos y de temporada muy bien preparados. La sorpresa llegó con el postre, una torrija de vainilla simplemente espectacular que se convirtió en el plato estrella de la noche. Si solo puedes pedir un plato, que sea ese.

Una propuesta interesante que nos dejó completamente satisfechos y que ofrece una oportunidad única para conocer la historia del Teatro Albéniz

No obstante, la noche no solo trataba de comer, también había que disfrutar de "Teatrera", un espectáculo con el que el restaurante busca amenizar la velada y convertir la cena en una experiencia muy especial. De esta manera, en interludios de aproximadamente 15 minutos, se nos ofreció un espectáculo temático en el que música, baile y teatro buscan dar forma a la historia del Teatro Albéniz, desde su construcción en 1943 hasta su reapertura de la mano de UMusic Hotel Madrid. Todo ello bajo la excusa de un fantasma que se aparece en el teatro por los pasillos y busca contar cómo ha vivido todos estos años. El apartado escénico es interesante, utilizando las cortinas que envuelven el restaurante como partes del espectáculo, con actores que se mueven por el local cantando y bailando, y sorprendiendo a los comensales en todo momento. Hay claqué, zarzuela e incluso un homenaje a Chavela Vargas, una de las figuras clave en la historia del teatro que evitó que fuera demolido. Es un espectáculo divertido y bien planteado que no interfiere con el disfrute de la cena gracias a que los actores salen en períodos de 15-20 minutos.

En definitiva, una propuesta interesante que nos dejó completamente satisfechos y que ofrece una oportunidad única para explorar UMusic Hotel Madrid, conocer la historia del Teatro Albéniz y disfrutar de una excelente cena. Pocos planes son tan completos como este.

Una noche muy gastronómica en UMusic Hotel Madrid