domingo. 28.04.2024
Fotos: Ainoha Mela
Fotos: Ainoha Mela

Ainhoa Mela | @ainhoacriticas

Eran las 5 de la madrugada y a las puertas de la plaza de toros madrileña de Las Ventas se comenzaba a aglomerar el pasado 27 de enero un grupo de jóvenes esperando ver a tres de los concursantes de uno de esos formatos televisivos que cuando todos creíamos agotado, siempre vuelve para demostrarnos lo contrario.

Y es que ya son más de 20 años desde que la televisión pública emitiese por primera vez Operación Triunfo, un programa en el que un grupo de jovenes cantantes convivían en una academia y demostraban en cada gala su talento con sus versiones de las conocidas canciones que les asignaban semanalmente. Música y reality se unían en un talent show que se convirtió en un fenómeno nacional y que, más de dos décadas después, parece no agotarse nunca. Porque si algo nos ha demostrado la historia y Operación Triunfo es que, de las cancelaciones, cambios de cadenas, medios y polémicas varias, siempre se vuelve y parece que con más fuerza que nunca.

Música y reality se unían en un talent show que se convirtió en un fenómeno nacional y que, más de dos décadas después, parece no agotarse nunca

El formato televisivo más conocido de la pequeña pantalla española ya ha pasado efectivamente por 2 canales de televisión para aterrizar este año en Prime Video. Desde el inicio de su andadura en TVE en 2001, pasando por el inicio de la cuarta edición en 2004 en Telecinco que acabó con un abrupto final en 2009 y volviendo con fuerza a la televisión publica en 2017, Operación Triunfo se ha convertido en esta última edición en el primer talent con una gala semanal en directo en una plataforma de pago. Pero a pesar de los cambios de medio, la dinámica se ha mantenido casi intacta estos 20 años. Y sin embargo, aun manido, visto y de sobra conocido, Operación Triunfo es un programa que sigue volviendo loca a las masas. 

Y es que lo que a las 5 de la mañana del pasado sábado era un grupo de jovenes, a la hora de abrir sus puertas se aglomeraba ante Las Ventas más de 4 mil personas entre los que cundió la histeria colectiva cuando aparecieron sobre el escenario BeaRuslana y Martin; tres jovenes que a pesar de no superar los 20 años, han demostrado tener un talento y un carisma que muchos músicos consagrados querrían para sí mismos y que, convertidos en tres de los nuevos ídolos del momento, tienen la capacidad de convocatoria solo al alcance de muy pocos. 

Foto: Ainoha Mela
Foto: Ainoha Mela

Ante todo ello es inevitable preguntarse ¿Cómo es posible que un formato en su duodécima edición siga moviendo masas? Me temo que poco tiene que ver el hecho de que estemos ante la edición con los concursantes más preparados y completos musicalmente hablando (no hay concursante que no componga ni toque al menos un instrumento). Por el contrario, dos son los elementos que a juicio de una humilde servidora nos han llevado hasta aquí: el clásico 24Horas y la existencia de TikTok, novedad de esta edición.

No es desdeñable la ayuda que no nuevos influencers de la red social de moda han dado a la fama de esta nueva edición del programa. No hay uno de estos nuevos creadores de contenido que no comente en detalle cada semana lo que ocurre en la academia, llamando la curiosidad por el talent show de los usuarios que vivían en la ignorancia o la indiferencia.

Pero si algo caracterizado las últimas ediciones es la retransmisión en directo en Youtube de la vida de 16 jóvenes. Una media de más de 30 mil usuarios al día vive pegados a una pantalla disfrutando no sólo de la música de los concursantes. Convivencia, shippeos y carpetas (en el lenguaje de la generación Z) se retransmite por una ventana abierta que permite a los espectadores sentirse más cercanos a unos concursantes que pasan a formar parte del día a día de sus fans y no sólo de su lista de reproducción de Spotify. 

Una media de más de 30 mil usuarios al día vive pegados a una pantalla disfrutando no sólo de la música de los concursantes

Por ello poco importa si el motivo era la firma de un disco recopilatorio con algunas de las canciones que los concursantes han cantado en las galas semanales de la edición. Lo que todo el mundo quería era ver cara a cara, hacerse una foto y llevar regalos a las personas que llevan viendo meses por una pantalla.

Fotos: Ainoha Mela
Foto: Ainoha Mela

Esta de 2024 ha sido la firma de discos con mayor numero de asistentes, más incluso que los que ya recibieron a Amaia Romero y el resto de concursantes de la edición de 2017 y que supusieron el peak de asistentes a una firma de discos de la historia del programa. Pero como todo lo que rodea a Operación Triunfo, lo vivido en Las Ventas el pasado 27 de enero no es más un espejismo que se acabará cuando se apaguen las luces de la academia. Las colas desaparecen, el griterío de los fans disminuye y los artistas se enfrentan, muchos de ellos en solitario, a la terrible tarea de hacerse un hueco en una industria musical voraz que no hace prisioneros. 

Muchos nombres propios han salido del formato. Quien no tiene ahora en su lista de canciones favoritas los nuevos hits de Aitana o Lola Índigo. Ya son de sobra conocidas para el público español las voces de David BisbalPablo López o Manuel Carrasco. Pero si algo no han enseñado las once ediciones que han precedido al fenómeno actual es que no todos lo consiguen. Y en la gran mayoría de ocasiones poco tiene que ver con quién se alzó como ganador del concurso. 

Pero mientras tanto disfrutemos, aunque solo sea unos pocos meses, de un formato y un fenómeno que parece que nunca se agota.

 

OT: el fenómeno que nunca se agota