viernes. 10.05.2024
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El templo de 1900 en una imagen de 2018. (Francmasoneria.org)

@Montagut5 |

En un muy documentado trabajo en la página francmasonería.org se plantea la relación entre los templos masónicos y los rascacielos en los Estados Unidos. Es más, el artículo se titula, “Los antiguos rascacielos masónicos”, porque los principales templos de las grandes ciudades norteamericanas surgieron como rascacielos entre los siglos XIX y XX. De esto queremos hablar en esta pieza y para el caso de Boston.

En el artículo mencionado se explica que el auge de la Masonería fue tal a partir del último cuarto del siglo XIX en los Estados Unidos que provocaría que los cientos de miles de masones existentes se organizasen para levantar, en el momento de auge de este tipo de construcciones, verdaderos rascacielos que albergasen los templos y otras dependencias relacionadas con la Masonería. La idea era que debían ser centros que se autofinanciasen y que generasen beneficios para hacer labores de caridad o beneficencia, una característica muy genuina de la Masonería norteamericana, y en clara conexión con el espíritu capitalista del país. La autofinanciación y la generación de beneficios pasaba por levantar, precisamente, rascacielos, arrendando una parte de los mismos para viviendas, locales comerciales o de ocio, y dejar otra parte para los templos y dependencias estrictamente masónicas.

En este contexto se levantó el templo de Boston en el año 1875, en un solar donde antes estuvo el templo de una sola planta. En 1900 se tuvo que reconstruir por un incendio, y sigue existiendo en la actualidad.

En el semanario español Las Dominicales del Libre Pensamiento se recogía la noticia de la reconstrucción e inauguración en 1900 del templo de Boston, y que se había consultado en La Revista Masónica de Buenos Aires. Supone un material harto sugerente para saber cómo era un templo de estas características.

La publicación argentina masónica elogiaba la belleza del edificio, que destacaría en la “culta capital de Massachussets” y se le calificaba en el primer puesto entre los templos masónicos norteamericanos, aunque, lógicamente, esta es una apreciación particular. El exterior sería sencillo, pero elegante.

El ancho vestíbulo daba a la calle Boylaton y tendría a cada lado unos nichos, en los cuales había unas columnas de mármol remadas por globos. Las paredes del vestíbulo estaban cubiertas con mosaicos. El salón de entrada tenía unos veinte pies cuadrados con suelo de mosaico, mientras que las paredes estaban revestidas con mármol pulido. En el centro del suelo estaría el diseño del sello de la Gran Logia de Massachussets. Después había una escalera monumental, en uno de cuyos descansos se levantaba una estatua del general Warren, famoso miembro de la Francmasonería de Nueva Inglaterra. En este sentido, debemos recordar que Joseph Warren (1741-1775) fue un médico, y que se destacó en los primeros momentos de la Revolución americana en Boston, convirtiéndose en un héroe y mártir de la misma. En el segundo piso estaba el salón Fraternal (Fraternity Parlor), bellamente decorado y que servía para que los masones fumasen y conversasen.

Más arriba estaría el salón Corintio, que se llamaba así por el estilo en el que se construyó, y cuyos colores eran marfil, oro y plata. Al parecer, la alfombra y los muebles se diseñaron a propósito para esta sala. En el lado norte se colocó un gran órgano, cuya caja era de marfil y oro. En los ángulos había estatuas de la Fe, la Esperanza, la Caridad y la Sabiduría. Encima de la primera se colocó un retrato de Washington. También se dispusieron retratos de Franklin, de Lafayette y de unos cuarenta grandes maestros. En este salón se celebraban las sesiones la Gran Logia del Estado, es decir, que estaríamos hablando de un templo, realmente, aunque en la revista argentina se dijera salón.

En el séptimo piso estaba el Salón Gótico, es decir, otro templo, con pavimento de nogal, y se había dispuesto para los “dramas” de los diversos grados de los diferentes ritos y de los templarios. Las paredes del templo estaban decoradas con auténticos dibujos góticos, con insignias heráldicas en brillantes colores, oro y plata, y tenía también un órgano, y un coro.


Hemos trabajado con el número del 21 de junio de 1900 de Las Dominicales del Libre Pensamiento, y con la página de Francmasonería.org, donde, además, podemos ver fotografías exteriores del templo de Boston, cuando se inauguró y en la actualidad.

Imagen tomada de Francmasoneria.org

Los rascacielos masónicos y el caso de Boston