sábado. 27.04.2024
Quetzalcoatl_telleriano2
Quetzalcóatl en el Códice Telleriano-Remensis.

...los primeros hombres no sólo no pensaban del mismo modo que nosotros, sino que tampoco pensaban como suponemos nosotros que debieron haber pensado”. Max Müller (Filólogo alemán, estudioso de las religiones comparadas).

  1. I. IDEOLOGÍA MESOAMERICANA
  2. II. PENSAMIENTO CRÍTICO

I. IDEOLOGÍA MESOAMERICANA

I.1. LA DUALIDAD

En la concepción mesoamericana la materia se integraba de una parte animada —visible, tangible— y otra con una carga interna con dos fuerzas, una luminosa, caliente y seca y otra oscura, fría y húmeda, semejante a la noción del cosmos (Esferas: una luminosa Sol y otra fría y húmeda Tierra y oscura Mictlán-Inframundo).

Los dioses estaban integrados de forma variada por esas dos materias y mantenían una comunicación constante con los humanos, los que podían llegar a "alojarse" en los cuerpos mundanos de forma intensa.

Estas fuerzas impregnaban todo lo habitado en la Tierra y su equilibrio caracterizaba el orden micro y macrocósmico, que debía ser mantenido. 

Los Dioses eran duales y en muchos casos en parejas contrapuestas (Coatlicue-Tonantzin: madre y muerte), (Quetzalcoatl vs Tezcatlicopa: civilizador vs generador de conflicto).

Tloque Nahuaque y Quetzalcóatl

Las dos deidades principales del panteón Tolteca y que perduran a lo largo de la historia mesoamericana dando, por un lado sustento a los pensadores y grupos dirigentes críticos con la ideología y dominación mexicanas y, por otro, a la afirmación de la creencia en la destrucción del “mundo” en la finalización de la Era presente ( 5º Sol = 4 Movimiento) con el retorno de Quetzalcóatl- Ce Acatl Topiltzin.

Tloque Nahuaque

"Señor del cerca y el junto", "Señor de lo lejano y lo cercano", "El que se está creando a sí mismo mediante su propio pensamiento".

Tloque-Nahuaque representa la principal deidad de la creación del universo, este Dios simboliza el principio de todo lo existente y la noción filosófica de la palabra téotl entre los hombres, él es la gran sustancia cósmica del eterno movimiento y espacio infinito llamado ollincan, de igual modo está representado como progenitor del todo, principio de la inteligencia, ordenador del caos, armonizador de la vida y protector de la naturaleza.

En la mitología mexica es el dios de la existencia e inexistencia, creador y ordenador de todas las cosas, creador de la primera pareja de humanos y jefe supremo de las cinco edades del mundo o cinco soles. Originalmente era un dios del misterio y lo desconocido implicando un solo Dios creador de todo lo existente en elCosmos.

Dios abstracto que no tiene representación física, no exige sacrificios y se lo honra con ofrendas florales.

Quetzalcóatl

Dios Tolteca originado en la antigua Serpiente-nube de lluvia Olmeca, emparentado con Tlaloc Dios de la lluvia (Ocelote-tierra). La primera “Agua que Corre”, la segunda “Rayo-Lluvia”. Existente en Mesoamérica desde los tiempos Olmecas. Es el Dios civilizador , también, de la dualidad.

Quetzalcóatl representa la dualidad inherente a la condición humana: la "serpiente" es cuerpo físico con sus limitaciones, y las "plumas" son los principios espirituales. Otro nombre aplicado a esta deidad era Nahualpiltzintli, príncipe de los nahuales (Espíritus protectores).

Es el Dios creador de los hombres y civilizador, inventor de la agricultura, las artes y las ciencias.

I.2. EL TIEMPO

En el mundo moderno el tiempo se desarrolla en tres fases sucesivas: pasado-presente-futuro. El pasado es lo que ya fue, no hay retorno. El presente es lo que está siendo: momento en que el futuro se concreta y se dispone a convertirse en pasado.

El futuro es lo por venir. La modernidad vive de cara al futuro, todo lo bueno, mejor, etc. está allí.

La sociedad primitiva vive de cara al pasado que se repite en el presente, el futuro está en el origen.

Octavio Paz; ”Los hijos del limo”:

“Para las sociedades primitivas el pasado, siempre inmóvil rige la vida presente, aunque es tiempo es asimismo la negación del tiempo....las cosas deben pasar tal como pasaron en ese pasado inmemorial.” “El pasado está presente siempre ya que regresa en el rito y en la fiesta". "La sociedad primitiva ve con horror las inevitables variaciones que implica el paso del tiempo...esos cambios son nefastos. Lo que llamamos historia es falta, caída....

“Los mesoamericanos desconfiaban de la historia pero no la negaron tan radicalmente, para ellos el pasado, siempre inmóvil y siempre presente se despliega en círculos y en espirales: las Edades del Mundo”

“El pasado atemporal, transcurre, está sujeto al cambio, se temporaliza. El pasado germina, crece, se agota, muere, para renacer de nuevo. El modelo, sigue siendo el pasado anterior a todos los tiempos, la edad feliz del principio regida por la armonía entre el cielo y la tierra”.

La tradición mesoamericana describe esa concepción en la definición de los Cinco Soles o Eras del mundo.

Leyenda de los Soles. Documento de 1558

Es ésta una de las fuentes más importantes y nos da el siguiente orden, además de duraciones:

1º.-Este Sol, 4 Tigre duró 676 años.

2º.-Este Sol se llama 4 Viento. El tiempo en que estuvieron viviendo fue 364 años

3º.-Este Sol 4 Lluvia era el tercero y también ardió el Sol y con esto vivieron 312 años.

4º.-Este Sol se llama 4 Agua. El tiempo que duró fue de 676 años.

5º.-Este Sol, su nombre 4 Movimiento, éste es nuestro Sol, en el que vivimos ahora.

Cada Sol finalizó con la destrucción de todo lo existente, pero aunque la explicitación es en términos materiales, muerte por inundación, el fuego, los machuales comidos por los jaguares, etc. tenía un sentido más ideológico en términos de finalización de una Era que viene a ser reemplazada por otra nueva con nuevos hombres y Dioses.

I.3. EL SACRIFICIO HUMANO

Los sacrificios y la derrota de Quetzalcóatl

Las fiestas religiosas tenían como fin equilibrar la voluntad creadora frente a la destructora o nociva y así garantizar la continuidad de los ciclos, desde el vital hasta el agrícola. Fue hasta los pueblos del Posclásico que la combinación de estas creencias junto a la de la necesaria renovación vital y reciclaje de las fuerzas vitales tuvo en la sangre humana la expresión viva del ritual de la continuidad.

A fines del Clásico y principios del Posclásico (circa año 900) el foco de civilización Tolteca atrajo a numerosos pueblos originarios del norte del actual México, los Chichimecas que llegaron con sus Dioses tutelares y su belicosidad guerrera. Estos pueblos fueron entrelazándose con la sociedad tolteca y, posiblemente, debieron fortalecer la creencia en el valor esencial del sacrificio para garantizar la continuidad de la vida; dando poder a los sacerdotes, seguidores del dios chichimeca Tzcatlipoca, enfrentados con Quetzalcoatl – Ce Ácatl Topiltzin (895-947), gobernante y gran sacerdote, que rechazaba la práctica sacrificial.

Y se dice, se refiere que cuando vivía Quetzalcóatl,                                                 
muchas veces los hechiceros quisieron engañarlo,                             
para que hiciera sacrificios humanos,
para que sacrificara hombres, 
pero él nunca quiso,  
porque quería mucho a su pueblo                                            
que eran los toltecas.                                                        
Sus ofrendas eran siempre                                                   
serpientes, aves, mariposas, que él sacrificaba.
...”Decían, deseaban los hechiceros                                                       
afligir a Quetzalcóatl,  
para que éste al fin se fuera,
como en verdad sucedió...”

Este enfrentamiento se resuelve con la derrota de Topiltzin y su salida de Tula hacia oriente, hacia “el lugar del Color Rojo”. Ese hecho y el suicidio de Huemac, gobernante de Tula (identificado a veces como Topiltzin), en Chapultepec,  simbolizan la derrota y finalización de la edad Tolteca. Origen del mito del regreso inevitable de Quetzalcoatl al fin del Quinto Sol - 4.Movimiento  y la destrucción del “mundo” de entonces (en términos históricos).

Escamas relucientes
plumaje de Quetzal
Sumergido en la nada percibió
las púrulas del rostro
Por espejo de nieblas se despeñó
al abismo de la auto-consciencia
Cuando los Dioses derramaron
lágrimas de soles e impotencia
descendió al lugar del misterio
y burló a la muerte
Rescató los huesos sagrados
con su sangre fecundó
la pareja germinal de
los merecidos por la penitencia
Caminó los senderos del mundo
abriendo paso al movimiento
en Teotihuacán se volvió luz
Escamas relucientes
plumaje de Quetzal
En una playa sosegada recogió
un puñado de arena y zarpó
al encuentro de todos los inicios
Es difícil afirmar que conociese el amor
los viejos códices en este punto
se tornan imprecisos
Escamas relucientes
plumaje de Quetzal.
Algún rojo amanecer lo verá devolver
su poquito de arena
y será el momento del recomenzar.

Reforma religiosa de Tlacaélel

Tlacaélel (1.398–1.480 aprox.)

Fue un guerrero, pensador, economista, estadista y reformador religioso mexica. Se desempeñó en el cargo de supremo sacerdote de la diosa Cihuacóatl (mujer serpiente) y Señor de la Casa de las Armas. Consejero de varios hueytlatoani (grandes señores) mexica y terminó siendo el poder tras el trono del señorío durante cincuenta años (1428-1478).

Llevó a cabo una revisión de la historia de la nación Azteca, para lo cual ordenó la destrucción de los Códices aduciendo que en ellos se traba incorrectamente a su pueblo y debía reparase su imagen.

Efectuó una reforma de la administración del estado, la justicia y el sistema de  elección del Tlatoani, mediante consultas reservadas entre las tres grandes corporaciones: Sacerdotes, Militares y Mercaderes (“El Tapado” del PRI).

Fue, sin duda, el constructor del poder Azteca en Mesoamérica.

Fue, también, el autor intelectual de la reforma religiosa.

La visión místico-genico-guerrera de los mexicas se apoyó en la propuesta de Tlacaélel, que insistió en  evitar la muerte del Sol alimentándolo de atl-tlachinolli (agua preciosa), sangre de seres humanos que había que sacrificar para asegurar la supervivencia del astro solar, el cual necesitaba de dicho alimento en su tránsito por la bóveda celeste, para defenderse del ataque de Quetzalcóatl, quien querría que aquel no cumpliera su ciclo diario. La práctica de los sacrificios se generaliza a todas las deidades en cumplimiento de un exigente calendario que lleva las cifras de esclavos, víctimas propiciatorias o prisioneros a niveles de espanto.

Para asegurar la provisión de “agua preciosa”, Tlacaélel instaura el principio de la xochitlyáoyotl (guerra florida), obligando a señoríos independientes como Tlaxcala y Huetxotzinco a enfrentarse e batallas campales con el objetivo de obtener suficientes prisioneros para los sacrificios. Para que el Sol viviera y las deidades fuesen propicias, la guerra se volvía indispensable. Los mexicas justificaban entonces sus conquistas por la misión suprema que debían cumplir.

En todo el valle de México los nuevos códigos ilustraron la potencia de Huitzilopochtli (a quien le asignan el título de Dador de la Vida, tomado de Tloque Nahuaque) el sanguinario Dios tutelar azteca y la grandeza del pueblo mexica. Las conquistas de los mexicas se basaban fundamentalmente en el dominio económico y la admisión de Huitzilopochtli como deidad suprema del panteón mesoamericano.

La puesta en práctica de esta ideología místico-guerrera se convirtió en la principal palanca de la dominación de los tenochcas: la orgía sacrificial reforzaba su dominación militar.

II. PENSAMIENTO CRÍTICO

II.1. LOS DOS TEMPLOS DE TEXCOCO

Constituida la Triple Alianza y habiendo propiciado, en su momento, la recuperación del Señorío de Texcoco por Nezahualcóyotl (1.402-1.472), los mexicas forzaron a este a edificar una gran pirámide par un templo a Huitzilopochtli. Nezahualcóyotl construyó una pirámide de 160 escalones (la de México tenía sólo 130). En la cúspide frente al templete dedicado al Dios azteca sediento de corazones, construyó otro a Tloque Nahuaque, sin imagen alguna donde se podía ofrendar ramos de flores.

Este acontecimiento ejemplifica la existencia de una corriente de pensamiento crítica y opuesta a la ideología dominante mexica que rescata las dos viejas deidades toltecas de la dualidad (Tloque Nahuaque y Quetzalcóatl) y, a partir de ello, se formulan interrogantes que ponen a prueba las formulaciones religiosas.

No se trata de formulaciones filosóficas acabadas y divorciadas de la religión. Pero, como veremos más adelante, suponen un cuestionamiento y un principio de superación de las formulaciones religiosas, abriendo curso a lo que nosotros llamaríamos “pensamiento filosófico”.

El espíritu se llena de preguntas y los interrogantes se vuelcan en poemas.

Han llegado hasta nosotros obras de numerosos pensadores TLAMATINIME (Sabios), en  CUÍCATL (Poemas – Himnos – Cantos) y en TLAHTOLLI (Discursos-Prosas).

II.2. CRÍTICA AL TIEMPO CÍCLICO

El rechazo del sacrificio de sangre humana para garantizar el amanecer Solar después de la noche Lunar, representa una objeción no sólo teórica sino concreta a la concepción religiosa del Tiempo Cíclico del Mundo.

Según Ixtlilxóchitl (nieto de Nezahualcóyotl e hijo de Nezhualpilli Tlatoanis de Texcoco), el primero “tuvo por falsos a todos los dioses que adoraban los de esta tierra”.

Aquellos dos sabios-poetas así como otros, no sólo volvieron la mirada al dios de la dualidad tolteca, sino que reflexionaron acerca del valor del hombre frente a la divinidad.

Los macehuales (los merecidos por la penitencia – de los Dioses), los seres humanos, se liberan de esa horrible sujeción a la voluntad de los Dioses, al tiempo que el movimiento de los entes cósmicos observados y cuantificados por los tlamatinime requerirán otras explicaciones causales.

Se abre el interrogante: “¿Qué somos los hombres para la Divinidad? Y ¿Qué es la Divinidad para los hombres?

Veamos que dice Tecayehuatzin de Huexotzinco:

Tú dueño del cerca y el junto aquí te damos placer,                                                        <
junto a tí nada se echa de menos, 
¡Oh, Dador de la Vida!….
¿Qué somos para tí, oh Dios. Así vivimos.                                                                 
Así, en el lugar de nuestra pérdida,
así nos vamos perdiendo.
Nosotros los hombres,
¿a dónde tendremos que ir?
Por esto lloro, 
porque tú te cansas,
oh Dador de la vida!
Se quiebra el jade,
se desgarra el quetzal.
Tu te estás burlando.
Ya no existimos.
¿Acaso para tí somos nada? 
Tú nos destruyes, 
tú nos haces desaparecer aquí.”

II.3. ¿HAY OTRA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

De forma reiterada se pone en duda la existencia de vida después de la muerte, allá en el Mictlán, y se afirma la existencia en el ahora y el aquí.

Preguntas de un tlamatinime anónimo de Chalco:

¿A dónde iré?, ¿ A dónde iré?                                                                  
El camino del Dios Dual.   
¿Por ventura es tu casa en el lugar
de los descarnados?                     
¿acaso en el interior del cielo?
¿o solamente aquí en la tierra
es el lugar de los descarnados?

Y canta Ayocuan:
“Aquí en la tierra es la región del momento fugaz.                            
¿También es así en el lugar   
donde de algún modo se vive?
¿Allá se alegra uno?
¿Hay allá amistad?
¿O sólo aquí en la tierra
hemos venido a conocer nuestros rostros?

Y Tlapalteuccitzin:

¿Acaso de nuevo volveremos a la vida? 
Así lo sabe tu corazón:                                                     
Sólo una vez hemos venido a vivir.”

El cuestionamiento de la otra vida y el sacrificio de la sangre, ponen en cuestión toda la arquitectura de la ideología dominante y la legitimidad de la dominación mexica en el Anahuac.

II.4. ¿SON ACASO VERDADEROS LOS HOMBRES?

Si la vida no es un tránsito hacia una nueva vida post-mortem puesta en duda, y se reconoce la fugacidad de la vida en la tierra, se recupera un papel central para el hombre y su existencia. Lo que exige encontrar los ejes sobre los cuáles cimentarla, “enraizarla”, darle “verdad”  (en nahuatl verdad y raíz tienen el mismo origen).

Nezahualcóyotl afirma la fugacidad de la vida:

Acaso de verdad se vive en la tierra? 
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.                                                       
Aunque sea jade se quiebra, 
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra,
no para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.”

Y Cuauhtencoztli:

¿Son acaso verdaderos los hombres?                                         
¿Mañana será aún verdadero nuestro canto?                                    
¿Qué está por ventura en pie?
¿Qué es lo que viene a salir bien?                                                     
Aquí vivimos, aquí estamos,
pero somos indigentes, oh amigo.…

Y Ayocuán exclama:

¡Que permanezca la tierra! ¡Que estén en pie los montes!

El ideal náhuatl del hombre y la mujer es que sean “dueños de un rostro, dueños de un corazón”. Ambos expresan la “fisonomía moral y principio dinámico de un ser humano”. Los griegos señalaban al rostro como rasgo propio de la iente fisonomía moral del individuo. Veamos el siguiente:

El hombre maduro:
corazón firme como la piedra,
corazón resistente como el tronco de un árbol;                                           
rostro sabio, dueño de un rostro y un corazón, 
                                
hábil y comprensivo.”
“La mujer ya lograda, en la que se ponen los ojos…                                                   
la femineidad está en su rostro….”.

II.5. EL SENTIDO NAHUATL DE LA VIDA

A pesar que en todo el Anahuac la población vivía bajo la omnipresente y opresiva idea de la inevitable destrucción del mundo y el desesperado intento de evitarlo o retardarlo mediante el sacrificio humano, reforzado por la ideología místico-guerrera de Tlacaélel. Los tlamatinime se orientaron en pos de respuestas de carácter más íntimo y personal, basadas en el goce de Flor y Canto (Belleza y Pensamiento), la búsqueda de la verdad, perseguir la excelencia como artista o artesano, etc. y el cultivo de la amistad en el lugar de los atabales.

Escuchemos:

Pero yo digo: …
Sólo nos venimos a marchitar,  ¡oh, amigos!                                                                
Que ahora desaparezca el desamparo,
que salga la amargura,
que haya alegría…
En paz y placer pasemos la vida, venid y gocemos,                                                           
¡Que no lo hagan los que viven airados, l
a tierra es muy ancha…!

Y también:

¿Y quién anda diciendo siempre
que así es en la tierra?
¿Quién trata de darse la muerte?
¡Hay afán, hay vida
hay lucha, hay trabajo!

O este otro:

¿Vamos a dejar destruido el placer?                                                          
Cuando nos hallamos ido de aquí, 
                                                                             
¿será amiga la alegría de nuestras flores?                                            
¡Gocemos ahora !
Ahora estén alegres nuestros corazones, 
oh amigos, tenemos que irnos:                                                      
¡Gocemos ahora!

Tlapalteuccitzin:

¿Yo quien soy?
Volando me vivo,                                                                    
compongo un himno, canto las flores:                                                                         
mariposas de canto.                                                                     
Surjan de mi interior,
saboréelas mi corazón.
Llego junto a la gente,
he bajado yo, ave de la primavera,                                                       
sobre la tierra extiendo mis alas,                                                              
en el lugar de los atabales floridos.                                                    
Sobre la tierra se levanta, brota mi canto.”

Aquiauhtzin:

Ya llovieron las flores, comience el baile,
oh amigos nuestros,
                                                                                                          
en el lugar de los atabales!

Exaltación de la amistad, en el lugar de los atabales, de Tecayehuatzin:

Y ahora, oh amigos, 
oíd el sueño de una palabra:  
Cada primavera nos hace vivir,                                                           
la dorada mazorca nos refrigera,                                                                       
la mazorca rojiza se nos torna un collar.                                                 
¡Sabemos que son verdaderos
los corazones de nuestros amigos!

II.6. ¿HAY PALABRAS VERDADERAS?

Para Tecayehuatzin Flor y Canto (poesía y arte) son quizá “la única manera de decir palabras verdaderas, capaces de dar raíz al hombre en la tierra” o quizás la única forma de embriagar los corazones para olvidar la tristeza.

 Miguel León-Portilla:

“La búsqueda de Flores y Cantos, la confianza de encontrar respuestas por el camino del arte y la poesía, llevó a los sabios nahuas a una nueva concepción del mundo, del hombre y de Dios. El hombre aparece con un nuevo sentido y misión sobre la tierra. La pregunta: ¿tienen acaso verdad los hombres? Al fin puede encontrar una respuesta. La verdad del hombre, la raíz que permite superar lo transitorio y la muerte, está en sus flores y cantos. Un hombre puede hacerse a sí mismo verdadero, si es capaz de entonar un  canto y cultivar nuevas flores:”

No acabarán mis flores,
no acabarán mis cantos. Yo los elevo,                                                       
soy tan sólo un cantor.”

Y por último Nezahuatlcóyotl:

He llegado
He llegado aquí,

soy Yoyontzin.
Sólo busco las flores,                                                                        
sobre la tierra he venido a cortarlas.                                                              
Aquí corto ya las flores preciosas,                                                                    
para mí como aquellas de la amistad:                                                             
son ellas tu ser, oh príncipe,
yo soy Nezahualcóyotl, el señor de Yoyontzin. 
Ya busco presuroso mi canto verdadero,                                                               
y así también busco  a ti, amigo nuestro.   
                                                                              
Existe la reunión:                                                                            
es ejemplo de amistad.                                                                               
Por poco tiempo me alegro,                                                                          
por breve lapso vive feliz                                                                    
mi corazón en la tierra.                                                                               
En tanto yo exista, yo, Yoyontzin,                                                                  
anhelo las flores,                                                                              
una a una las recojo,                                                                             
aquí donde vivimos.

Con ansia yo quiero, anhelo                                                                                          
la amistad, la nobleza,                                                                                              
la comunidad.                                                                                 
Con cantos floridos yo vivo.
Como si fuera de oro                                                                        
como un collar fino,                                                                                              
como ancho plumaje de quetzal,
así aprecio                                                                                                
tu canto verdadero:                                                                                
con él yo me alegro.

¿Quién es el que baila aquí,                                                                                   
en el lugar de la música,                                                                                
en la casa de la primavera?                                                                              
Soy yo, Yoyontzin,                                                                                          
¡ojalá la disfrute mi corazón!


  1. FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
  2. ANEXO

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Miguel León-Portilla:
- Los antiguos mexicanos; a través de sus crónicas y cantares. Fondo de Cultura económica, 1983.
- Toltecayotl; aspectos de la cultura náhuatl. Fondo de Cultura económica, 1987.

Anónimos:
- “Cantos y crónicas del México antiguo”. Edición de Miguel León-Portilla. Historia 16, 1986.
- “Testimonio de la antigua palabra”. Edición de Miguel León-Portilla y Librado Silva Galeana. Historia 16, 1990.
-"La mentalidad Nahuatl”. Edición preparada por José Vila Selma -Editora Nacional (Madrid), 1984.

Octavio Paz - “Los hijos del limo”. Biblioteca de Bolsillo, 1989.
Román Piña Chan - “Quetzalcóatl. Serpiente emplumada”. Fondo de Cultura Económica, 1983.
Roberto Godoy y Ángel Olmo - “Textos de Cronistas de Indias y Poemas Precolombinos”. Editora Nacional (Madrid), 1979.
J.M.G. Le Clézio - “ El Sueño Mexicano o el pensamiento interrumpido”. Fondo de Cultura Económica, 1992.
Laurette Séjourné - “Antiguas culturas precolombinas”. Siglo XXI, 1994.
Fernando de Alva Ixtlilxóchitl - “Historia de la nación chichimeca”. Crónicas de América 11, Historia 16, 1985.

ANEXO

I. DEIDADES PRINCIPALES

1. Tloque Nahuaque

Dios Tolteca de la dualidad, El Dueño del Cerca y el Junto. Dios abstracto que no tiene representación física, no exige sacrificios y se lo honra con ofrendas florales.

Tloque Nahuaque (en náhuatl: tloque nahuaque, ‘el que está cerca, al lado y al rededor de las cosas’‘tloc, cerca, al lado; nahuac, cerca, al rededor; "Señor de lo cercano y lo lejano") « quien está en el ser de todas las cosas, conservándolas y sustentándolas» Moyocoyani (en náhuatl: Aquél que se creó a si mismo; "Señor que se crea o inventa a sí mismo mediante su propio pensamiento") es la deidad principal de los pueblos náhuatl, y en la mitología mexica es el dios protógono de la existencia e inexistencia, creador y ordenador de todas las cosas, creador de la primera pareja de humanos y jefe supremo de las cinco edades del mundo o cinco soles; Originalmente era un dios del misterio y lo desconocido implicando un solo dios creador de todo lo existente en el cosmos; En su libro 'Filosofía Náhuatl', Miguel León-Portilla profundiza en el significado del término mencionado. Brevemente comentaremos que tloc significa cerca; náhuac es, de forma literal, en el circuito de. Ahora, el sufijo -e (Tloqu-e Nahuaqu-e) da la connotación de que ambos significados son "de él". Por lo que podemos concluir que Tloque Nahuaque es (en náhuatl: el dueño de lo que está cerca y de lo que está en el circuito; "Señor de lo cercano y lo lejano" ). En esta misma obra, el autor lo relaciona como otro de los muchos nombres con los que se conocía a Ometéotl (dios de la dualidad) de lo cual surge una controversia.

Tloque-Nahuaque representa la principal deidad de la creación del universo, este dios simboliza el principio de todo lo existente y la noción filosófica de la palabra téotl entre los hombres, él es la gran sustancia cósmica del eterno movimiento y espacio infinito llamado ollincan, de igual modo está representado como progenitor del todo, principio de la inteligencia, ordenador del caos, armonizador de la vida y protector de la naturaleza.

2. Quetzalcóatl:

Dios Tolteca originado en la antigua Serpiente-nube de lluvia Olmeca, emparentado con Tlaloc Dios de la lluvia (Ocelote-tierra). La primera Agua que Corre, la segunda Rayo-Lluvia. Existente en Mesoamérica desde los tiempos Olmecas. Es el Dios civilizador , también, de la dualidad.

Quetzalcóatl (en náhuatl: quetzalcōātl, ‘serpiente hermosa’, 'serpiente emplumada', ‘quetzalli, Hermoso; cōātl, serpiente’) representa la dualidad inherente a la condición humana: la "serpiente" es cuerpo físico con sus limitaciones, y las "plumas" son los principios espirituales. Otro nombre aplicado a esta deidad era Nahualpiltzintli, "príncipe de los nahuales".

3. Tezcatlipoca  

Ddel Espejo Roto, veía los hechos de la humanidad):

Dedidad Chichimeca, identificado como pendenciero y generador de conflictos. Enemigo de Quetzalcóatl, asociado a sacrificios humanos, se lo tiene como la deidad adorada por los sacerdotes chichimecas en su enfrentamiento con el Gobernante-mitológico Ce Acatl Topiltzin “Quetzalcóatl” que rechazaba el sacrificio humano.

4. Huitzilopochtli:

Dios tutelar de los Aztecas (Mexicas- Tenochcas). Fue gestado por la introducción de un pequeño ovillo de plumas, casualmente, en el vientre de su madre. Los hermanos horrorizados por ser su madre viuda, deciden matarla para lavar el deshonor. Huitzilopochtli nace armado y lo primero que hace es matar a sus hermanas y hermanos, hoy la luna y las estrellas.. Dios del sol y de la guerra, entronizado como la Deidad principal del panteón azteca e impuesto a señoríos aliados o tributarios. Centro irradiador de la orgía de sacrificios humanos para sostener el movimiento del sol y dejar constancia del predominio azteca.

5. Coatlicue - Tonantzin

La Madre Tierra, Madre de los Dioses, también La de la Falda de Serpientes que lleva el Rostro de la Muerte. Madre de Huitzilopochtli. Coatlicue, en náhuatl “la de la falda de serpientes”, tuvo a su hijo más aguerrido en lo que se representa como un amanecer. Cuenta la leyenda que era una viuda piadosa que un día que barría el templo y que una bola de brillantes plumas que caída del cielo la fecundó.

Sus hijos e hijas, decidieron matarla en atroz arrebato de ira, pero Huitzilopochtli, se les adelanta y los mata.

II. ALGUNOS PERSONAJES MÍTICOS E HISTÓRICOS

1. Quetzalcóatl - Topiltzin

Es también el nombre nahuatl  y el título de los sacerdotes supremos de la religión tolteca. Se manifestó en diversos profetas históricos, el último de los cuales fue Ce Ácatl Topiltzin, rey de Tula que vivió entre los años 895 y 947 de la era cristiana.

Opuesto a los sacrificios humanos es derrotado frente a los sacerdotes seguidores de Tezcatlipoca y salió de Tula hacia oriente. Ese hecho y el suicidio de Huemac, gobernante de Tula, en Chapultepec,  simbolizan la derrota y finalización de la edad Tolteca. Origen del mito del regreso inevitable al fin del Quinto Sol, 4.Movimiento  y la destrucción del “mundo”(en términos históricos).

2. Tlacaélel:

(1398h - 1480h aprox.) (en náhuatl: tlacaelel, ‘el que anima el espíritu - el desposeído’‘tlacatl, persona; elel, de gran corazón y de fuertes y rigurosas entrañas’) fue un guerrero, pensador, economista, estadista y reformador religioso mexica. Se desempeñó en el cargo de supremo sacerdote de la diosa Cihuacóatl (mujer serpiente). Consejero de varios hueytlatoanis (grandes señores) mexicas y terminó siendo el poder tras el trono del señorío mexica durante cincuenta años (1428-1478), según la historiografía actual. Consejero de tres tlatoanis (quizá hasta de cinco): Itzcóatl, Moctezuma Ilhuicamina y Axayácatl. Sobrino de Itzcóatl y hermano de Chimalpopoca y de Moctezuma Ilhuicamina. Fue el autor intelectual de la reforma religiosa, ideológica e histórica más importante en la historia de los mexicas.

Fue bautizado con el nombre de Atecpanécatl, "el heredero de la nobleza mexica"; luego, al quitársele su derecho al trono (que se le otorgó a Chimalpopoca, nieto de Tezozómoc de Azcapotzalco), fue llamado Tlacaélel, "el desposeído"; y finalmente obtuvo el nombramiento de cihuacóatl (mujer serpiente, gemelo femenino), al convertirse en el sacerdote supremo de esta deidad.

Cuando Maxtla, hijo de Tezozómoc, sucedió a su padre en el trono de Azcapotzalco, Tlacaélel guió a la Triple Alianza o Excan Tlahtoloyan (México-Texcoco-Tlacopan) contra los tecpanecas, porque los agobiaban los impuestos que estos les imponían. A la muerte de Chimalpopoca, los mexicas eligieron a un niño, Xihuitltémoc, que murió a los dos meses (o fue asesinado, seguramente). Lo sucedió Itzcóatl, hijo de Acamapichtli. Ante la amenaza tecpaneca, Itzcóatl se aprestó a reconocer a Maxtla como soberano todopoderoso del valle.

En ese momento intervino Tlacaélel, el hombre que cambiaría para siempre el destino de los mexicas: logró que su pueblo pasara del estado de subordinado al de dominante. Tlacaélel, hijo de Huitzilihuitl, segundo hueytlatoani mexica, convenció a los señores mexicas de la necesidad de no aceptar la sumisión y de luchar contra los azcapotzalcas. Los mexicas se unieron a otras ciudades que se encontraban bajo el yugo de los tecpanecas. De la unión de Tenochtitlan, Tlacopan (Tacuba) y Tetzcuco (Texcoco) nació la Triple Alianza. Esta nueva fuerza, dirigida por Itzcóatl, el propio Tlacaélel y su hermano Moctezuma Ilhuicamina, y el señor Nezahualcóyotl de Tetzcuco (Texcoco), iba a infligir grandes derrotas a los tepanecas, hasta la caída de Azcapotzalco en 1428

La visión místico-genico-guerrera de los mexicas se apoyó en la propuesta de Tlacaélel, que intentó persuadir a su pueblo de que se podría evitar la muerte del Sol alimentándolo de atl-tlachinolli (agua preciosa). Este líquido era la sangre de seres humanos que habría que sacrificar para asegurar la supervivencia del astro solar, el cual necesitaba de dicho alimento en su tránsito por la bóveda celeste, para defenderse del ataque de Quetzalcóatl, quien querría que aquel no cumpliera su ciclo diario. Para que no faltara jamás el agua preciosa, Tlacaélel instaura el principio de la xochiyáoyotl (guerra florida) entre las ciudades de la Triple Alianza. El objetivo era obtener suficientes prisioneros para los sacrificios. Para que el Sol viviera, la guerra se volvía indispensable. Los mexicas justificaban entonces sus conquistas por la misión suprema que debían cumplir.

En todo el valle de México los nuevos códigos ilustraron la potencia de Huitzilopochtli y la grandeza del pueblo mexica. Las conquistas de los altépetl de los mexicas se basaban fundamentalmente en el dominio económico y la admisión absoluta de Huitzilopochtli por encima de las deidades locales.

3.Nezahualcóyotl

(1402 - 1472) (náhualtl: Nezahual.cóyō.tl 'coyote que ayuna') fue el tlatoani de la ciudad-estado de Tetzcuco en el México antiguo. Ejerció el poder y se desempeñó notablemente como poeta, erudito y arquitecto. Era hijo del sexto señor de los chichimecas, Ixtlilxóchitl, cuyo nombre significa 'flor oscura' (īxtlīl- 'oscuro, negro', xōchitl 'flor') señor de la ciudad de Texcoco, y de la princesa mexica Matlalcihuatzin, hija del tlatoani azteca Huitzilíhuitl, segundo señor de Tenochtitlan. Al nacer, le fue asignado el nombre de Acolmiztli (en náhuatl: Acōlmiztli, ‘felino fuerte’) pero las tristes circunstancias que rodearon su adolescencia hicieron que se cambiara el nombre por el de Nezahualcóyotl que significa «coyote que ayuna o coyote hambriento», entendiéndose el ayuno como una forma de sacrificio.

Su formación intelectual quedó reflejada no sólo en la arquitectura de la ciudad, sino también en sus manifestaciones poéticas y filosóficas. Nezahualcóyotl llegó a construir un jardín botánico adornado con pozas de agua y acueductos en Tetzcotzingo, donde eran habituales las reuniones de poetas e intelectuales. Algunos historiadores han manifestado que aun cuando los acolhuas profesaban el politeísmo, él comenzó a desarrollar la idea de un dios único, al cual llama Tloquenahuaque.

4. Nezahualpilli:

(1464 -1515, nahuatl: "Príncipe que ayuna") fue tlatoani del altepetl de Texcoco al suceder a su padre Nezahualcóyotl en 1473. Fue electo por la nobleza de la ciudad como el más apto de los hijos del viejo tlatoani.

Como su padre, fue un poeta, fue considerado un tlatoani justo y se ganó la reputación de ser un buen gobernante. Abolió la pena capital para un cierto número de crímenes y luchó denodadamente por mantener la independencia política de Texcoco durante el incremento de la centralización del poder Mexica de Tenochtitlan. Se dice que tuvo alrededor de 144 hijos.

Fue coronado un año después de la muerte de su padre. Su reinado es el mayor florecimiento económico, social y cultural. Entre los hechos más sobresalientes de este rey destacan la derogación de la pena de muerte de los esclavos y soldados adúlteros, además ayudó a tapar el ojo de agua de Acuelcuexatl, después de la inundación de la Ciudad de México. Engrandeció el templo mayor edificado por su padre y realizó grandes conquistas junto con los reyes de Tenochtitlán.

Tuvo fama de gran forjador de cantos y de sabiduría en relación a las cosas divinas.

Decía que la embriaguez desfigura los rostros, que la guerra acaba con todo, que es destrucción irremediable de jades y plumas de quetzal. Allí el hombre se cubre de gloria, pero mueren los amigos.

Nezahualpilli tuvo muchos problemas con Motecuzoma II, tlatoani de Tenochtitlán. En especial en lo referente a los avistamientos de los extraños hombres en las costas del imperio Azteca, lo cual confirmaba la destrucción que había predicho el padre de Nezahualpilli. Existen sospechas de que el propio Motecuzoma II haya asesinado a Nezahualpilli para que no interfiriera en la llegada de esos hombres (españoles).

Murió en 1515, después de gobernar durante cuarenta y cuatro años; su cuerpo fue incinerado y puestas sus cenizas en un arca de oro, en el templo de Huitzilopochtli, en Texcoco.

Nezahualpilli fue sucedido en el trono de Texcoco por uno de sus hijos, Cacamatzin. El otro hijo Ixtlixochitl se convirtió al cristianismo y luchó junto a Cortés contra Tenochtitlán.

Sólo uno de sus poemas sobrevive y es llamado Icuic Nezahualpilli yc tlamato huexotzinco (canción de Nezahualpilli durante la guerra con Huexotzinco).

5. Poetas filósofos

Célebre reunión en Huexotzinco en el Jardín de Tecayehuatzin

Ayocuan Cuetzpaltzin de Tecamachalco
Xayacamach de Tizatlan, Tlaxcala
Tochihuitzin de Tlatelolco
Totoquihuatzin de Tacuba
Motenehuatzin
Monencahutzin
Cuauhtencoztli
Xayacámach de Tizatlan-Tlaxcala
Tlapalteuccitzin
Temilotzin
Nezahualpilli de Texcoco

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cuadro_historia_mexico (2)

Ideología mesoamericana