Sarahi García | @Sarii15G
El británico de 33 años, Tom Odell, nos presenta su sexto álbum bajo el título Black Friday. De primeras podríamos decir que es una mezcla entre su disco debut Long Way Down (2013) y Monsters (2021).
13 canciones melancólicas, narradas por el cantautor de la manera más delicada que sabe hacer. Son sentidas, sin apenas producción (de ahí la principal diferencia con Monsters), característica que nos recuerda tanto a sus inicios. En este nuevo trabajo no hay más que piano, guitarras, bajo, batería y en ocasiones una orquesta de fondo. Una decisión que tomó el cantante para de esta manera reflejar fielmente cómo se sentía en esos momentos.
Sigue con su principal fórmula de cantar canciones melancólicas, lentas, que hablan de sus vulnerabilidades, del paso del tiempo o la fama
Black Friday, es un disco escaso, con apenas 28 minutos de duración. No llega del todo al público por esos numerosos interludios vacíos durante el disco, consiguiendo solo ralentizar el ritmo del mismo. Si es cierto que uno de sus primeros sencillos, Black Friday, nos daba unas posibles pistas de encontrarnos ante un nuevo disco brillante, la realidad es que el álbum se queda a medio camino. De las canciones a destacar está: Answer Phone, The End of the Summer, The End o Black Friday. De hecho, esta última nos recuerda a su canción más exitosa, Another Love, y que todo apunta a que la nueva irá por el mismo camino, convirtiéndose en unos de sus mayores hits musicales.
Tom Odell ya lleva más de una década en el mundo de la música y pese a llevar ya publicados seis discos consigo no termina de cuajar y encontrar un sonido característico. Sin embargo, sigue su principal fórmula de cantar canciones melancólicas, lentas, que hablan de sus vulnerabilidades, del paso del tiempo o la fama. Y que en sus próximos discos debería exhibir de mejor manera su destreza vocal como lo ha demostrado en el single Black Friday.
