miércoles. 01.05.2024

Virginia de Miguel Perdomo | @VirdMP_

Proyectada en las salas de la reciente 71ª edición del festival de San Sebastián, el documental sobre la figura de Antonia Singla continúa arrojando luz sobre la propia bailaora y sobre su legado. Paloma Zapata, directora de La Singla, nos ofrece detalles sobre su viaje creativo en torno a este proyecto, además de sus resultados.

Virginia de Miguel Perdomo | Diriges el documental de La Singla a través de tu propia productora, La Fábrica Naranja. ¿Podrías compartir más detalles sobre tu trayectoria como artista y tus motivaciones?

Paloma Zapata | Estudié Bellas Artes, pero al finalizar mi carrera, no me veía exponiendo en una galería. Lo que me gustaba era dibujar cómics y contar historias. Durante mi tiempo en la universidad, también me adentré en el mundo audiovisual a través de la vídeo-danza y el vídeo-arte. Entonces, mi pareja de aquel momento, que había estudiado cine en Estados Unidos, pasó una enfermedad grave y estuvo ingresado en el hospital durante mucho tiempo. Durante las largas estancias que estuve con él vimos muchas películas, desde los clásicos hasta el cine de autor del momento, lo que gradualmente me sumergió en el mundo del cine.

Más tarde, me trasladé a Barcelona donde traté de abrirme camino en la industria cinematográfica, pero las oportunidades escaseaban. Así que me hice con una cámara y empecé a hacer vídeos musicales a grupos locales. Esto me llevó a fundar mi propia productora, La Fábrica Naranja, y poco a poco empecé a trabajar con discográficas y con bandas nacionales e internacionales.

Con uno de estos músicos, Depedro, comenzamos a explorar la idea de realizar un documental en Senegal basado en su conexión personal con la música de África Occidental. Finalmente, nos aventuramos a hacerlo realidad mediante una campaña de crowdfunding que nos permitió viajar a un Senegal lleno de historias y cultura. "Casamance, la banda sonora de un viaje" ofrecía una mirada de admiración hacia un país bello e inspirador que vio partir a los esclavos que llevaron su música a América, sembrando así las raíces de toda la música moderna.

Un tiempo después, la familia de Peret se puso en contacto conmigo para proponer la realización de un documental sobre el rumbero. Peret, a quien años atrás había dirigido el videoclip de “El muerto vivo", me había parecido un personaje fascinante. Era un auténtico trovador, un "contador de historias", como los Griots que había conocido en Senegal.

Santa Salvat, nieta de Peret y Paloma Zapata
Santa Salvat, nieta de Peret y Paloma Zapata

"Peret: yo soy la rumba" fue un documental más ambicioso que Casamance. A través de la narración de algunas anécdotas autobiográficas con la voz de Andreu Buenafuente interpretando a Peret, el documental visibilizaba la contribución a la música de la comunidad gitana en Cataluña. La rumba catalana es un ritmo que fusiona sonidos latinos con flamenco; una vez más explorábamos los viajes de la música a través del Atlántico, esta vez en sentido inverso. Además, la música, como hilo conductor, me brindaba la oportunidad de abordar entrelíneas otros temas sociales y culturales y ofrecer un punto de vista autoral, lo cual sentó las bases para mi siguiente documental: "La Singla".

La Singla fue una leyenda flamenca desaparecida. Gracias por rescatar su legado. ¿Qué nos puedes contar sobre ella y sobre su impacto?

La Singla nació en el Somorrostro, un asentamiento muy pobre en las playas de Barcelona, y quedó sorda al poco de nacer debido a una meningitis. A pesar de su sordera aprendió a bailar flamenco, llegando a ser considerada en países como Alemania una de las mejores bailaoras del mundo. En sus giras internacionales, donde era la figura principal, la acompañaban artistas como Paco de Lucía o Camarón, y actuaba en teatros como el Olympia de París, compartiendo escenarios con Ella Fitzgerald. En Barcelona, actuaba en las fiestas de Dalí, era admirada por artistas como Jean Cocteau, Marcel Duchamp o Joan Miró y fue musa de los fotógrafos Xavier Miserachs y Colita, convirtiéndose en un icono del flamenco con sólo 13 o 14 años. Sin embargo, desapareció de los escenarios antes de cumplir los 30 e, inexplicablemente, hoy apenas nadie la recuerda.

Alguien me dijo que era una bailaora sorda a la que Peret solía acompañar a la guitarra antes de hacerse famoso. Entonces también me interesó su historia

¿Cómo llegaste a descubrir a La Singla?

Fue durante la realización de mi proyecto anterior “Peret: yo soy la rumba”. Cuando estábamos buscando material de archivo, entre algunas fotografías familiares encontré una en la que aparecía La Singla bailando con Peret a la guitarra. En aquella foto era sólo una adolescente de 14 o 15 años, pero había algo magnético en su mirada y en su estilo de bailar con el pelo alborotado y pantalones. Alguien me dijo que era una bailaora sorda a la que Peret solía acompañar a la guitarra antes de hacerse famoso. Entonces también me interesó su historia. Busqué en internet y apenas encontré información, sólo unos vídeos que una página de EEUU había subido y se habían viralizado con millones de visitas de personas de todo el mundo que preguntaban por aquella bailaora misteriosa. Aquellos son vídeos de las giras por Alemania de La Singla, en los que tiene 17 años. Al verla bailar me di cuenta de que era extraordinaria y me extrañó no haber oído hablar de ella antes. Ahí comenzó todo el proceso.

¿Cómo describirías tu documental? No conocía a La Singla hasta que pude verlo, pero he sentido la emoción del viaje como si hubiera sido su fan desde bien pequeña.

El documental se estructura a partir del proceso de búsqueda de la bailaora desaparecida, como una especie de thriller-documental, que incorpora elementos de ficción. El personaje de Elena (interpretado por Helena Kaittani) representa mi propia búsqueda. A medida que avanzamos en esta investigación, vamos tejiendo el relato de Antonia y explorando el misterio que envuelve su mirada.

Detrás de su talento, su forma de bailar salvaje y su mirada profunda, hay una rabia que se origina en las heridas de su infancia. La incomunicación debido a su sordera, su aislamiento y soledad la llevaron a establecer una conexión con el mundo a través del ritmo que interioriza y del grito de su mirada. Cuando Antonia subía al escenario, finalmente se convertía en sí misma.

A lo largo del proceso creativo, he buscado comprender y conectar emocionalmente con la realidad íntima de La Singla, explorando paralelismos en mi propia infancia y en mi impulso creativo como respuesta al sentimiento de soledad y aislamiento. También he tratado de interiorizar su ritmo y llevarlo a la pantalla a través del montaje.

Sentí totalmente la pasión del personaje de Helena Kaittani. ¿Cómo fue trabajar con ella?

Helena tiene una fuerte conexión con la danza flamenca, ya que, además de ser actriz, se formó profesionalmente en esta disciplina y su familia tiene un fuerte vínculo con el flamenco. Antonia Singla ha sido una fuente de inspiración total para ella, lo que se tradujo en una auténtica motivación e implicación en la historia.

En cuanto al proceso creativo, queríamos acercarnos al realismo del cine documental, así que optamos por trabajar con un guion sin diálogos cerrados, dejando espacio para la improvisación y estando abiertas a lo que pudiese suceder de forma espontánea delante de cámara. De esta manera, Helena ha puesto mucho de ella misma y de su naturalidad en el personaje.

Antonia Singla Contreras, 'La Singla
Antonia Singla Contreras, 'La Singla

Ha existido mucha desinformación al respeto de su sordera y sobre la propia comunidad sorda. ¿Cómo fue el proceso para arrojar luz sobre estas cuestiones tan importantes en torno a La Singla?

Creo que es fundamental reflexionar sobre esta realidad para entender el proceso personal, vital y artístico de Antonia Singla. En primer lugar, el aislamiento al que estuvo sometida de niña. Sin poder oír, La Singla no podía hablar. No es que fuese sordo-muda (término, por cierto, ofensivo para la comunidad sorda), sino que no tenía las herramientas para hacerlo y no había recibido una educación al respecto. Antonia fue autodidacta no sólo en el baile, sino también en el habla, ya que aprendió a hablar ella sola a la edad de 13 o 14 años, poniéndose un lápiz en la boca y tratando de pronunciar las palabras así.

Para muchas personas sordas con las que he tenido contacto, La Singla se convierte en un referente para la comunidad, y aprecian profundamente tener acceso a más información sobre su realidad y sus estrategias de supervivencia.

¿Cómo describirías el proceso sonoro del documental? Me pareció una genialidad, un homenaje hermoso al flamenco.

Muchas gracias. Como he mencionado, consideré fundamental abordar la conexión de Antonia con el mundo desde su sordera, lo que hace del diseño sonoro y la música algo muy importante en la película. Desde esta premisa trabajé con Hannes Schulze (diseño de sonido) y Juliane Heinemann (diseño de banda sonora), para crear atmósferas sonoras sugerentes que nos llevasen al terreno simbólico y también psicológico de La Singla.

Por otro lado, las grabaciones originales de La Singla en el Festival Flamenco Gitano, con su taconeo rítmico y frenético, como el ritmo de un corazón, han sido parte del eje central de la estructura rítmica de la película, permitiéndonos adentrarnos de manera más profunda en el mundo sensorial de La Singla.

Personas de la comunidad gitana o de la comunidad de la danza expresen su gratitud por finalmente tener acceso a un valioso archivo documental

¿Qué repercusión está teniendo actualmente tu proyecto sobre la propia figura de La Singla y su comunidad gitana, sorda y de mujer bailaora flamenca?

Aunque la película está en pleno proceso de presentación al público, con recientes proyecciones en San Sebastián, próxima proyección en In-Edit y su estreno en cines programado para el 10 de noviembre, es muy gratificante observar cómo La Singla finalmente está ocupando el lugar que le corresponde en la historia del flamenco.

Nos llegan historias de estudiantes que basan sus tesis en la vida de La Singla, y festivales y muestras de todo el mundo están programando la película. Es muy habitual que al final de las proyecciones en las que presentamos la película, personas de la comunidad gitana o de la comunidad de la danza expresen su gratitud por finalmente tener acceso a un valioso archivo documental que ofrece una visión completa del que consideran un referente.

¿Qué podemos esperar en el futuro de Paloma Zapata?

Seguiré trabajando en formatos que aúnen documental y música, pero también estoy dando el salto a la ficción. Estoy trabajando en mi primer proyecto de ficción junto a la guionista Irene Benlloch, que será un formato entre el drama familiar, el cine social y el cine

documental, con un foco en la psicología de los personajes y las heridas de la infancia que nos condicionan en la edad adulta, siguiendo el proceso iniciado con “La Singla”.

Paloma Zapata: "Al verla bailar me di cuenta de que era extraordinaria"