domingo. 28.04.2024
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Feijóo y Ayuso están convirtiendo la política española en un parque temático donde las atracciones más utilizadas, con sus mediáticos apoyos, se basan en las falacias continuas, la hipocresía argumental y lo peor es su continuo proceder anticonstitucional que ralla el golpismo contra el estado actual.

Ayuso y Feijóo utilizan las instituciones y la propia constitución como instrumentos para conseguir su objetivo: volver a la dictadura y por ello no paran de lanzar continuamente sus “propuestas irracionales institucionales”, donde la libertad es su libertad, y los derechos, solo los tienen los que más tienen y con ello, quieren acabar con lo público para justificar así, las ayudas a lo privado. Es decir, aumentar la privatización y con ello, el aumento de la exclusión social y la opresión a los que menos tienen. Y para engañar a la ciudadanía que no vean que ese es su único propósito, unos días utilizan la amnistía, otros las víctimas del terrorismo de Eta, como argumentación a la vez para continuar crispando y provocar más odio y así ocultar su falta de propuestas y ante todo su falta de tener propuestas de Estado que mejoren la convivencia y la igualdad.

Están convirtiendo la democracia con sus propuestas y argumentaciones en un circo mediático que podríamos definir en Feijolandia y Ayusolandia

Feijóo y Ayuso son el exponente más claro que lo que la derecha nos quiere presentar: un parque temático donde prime las atracciones de la mentira, la prevaricación y de un volver al nacional catolicismo, esto último con la ayuda de sus amigos de Vox, como se está viendo allí donde gobiernan juntos: censurando espectáculos, premios culturales, utilizando el rencor eliminando nombre de calles, poemas de poetas que reflejan libertad y lo peor utilizando las instituciones públicas para reprimir con la excusa de libertad.

El parque temático de Feijolandia y Ayusolandia no tiene ningún problema de mentir continuamente y de provocar más odio si con ello consiguen el poder que las urnas no le dan, aunque vean que sus atracciones están marcadas y tienen trampa y no llevan la alegría, sino que van cargadas de exclusión, falta de libertad y lo peor vuelta al pasado más nefasto de nuestra historia. El parque temático de Feijolandia y Ayusolandia cierran las atracciones de la convivencia, de la paz, de la verdadera libertad, de los valores democráticos, de la igualdad y mantiene abiertas aquellas que nos dividen como sociedad. Y lo peor es que sus adeptos mediáticos les perdonan y justifican que eso es lo que hay que hacer, incluso utilizan de manera irracional e hipócrita a Europa, donde sus amigos de Vox no aceptan y utilizan a las comunidades donde con sus amigos solo creen en ellas cuando sacan rédito económico y de poder de ellas, y utilizan la constitución cuando les favorece a sus objetivos y por desgracia utilizan las instituciones judiciales para convencerles y actúen con sus dictamines a los objetivos de que solo la derecha puede gobernar, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Ese es el parque temático de Feijóo y Ayuso, por lo cual están convirtiendo la política, la democracia con sus propuestas y argumentaciones en un circo mediático que podríamos definir en Feijolandia y Ayusolandia, dos países que unidos a Abascalandia, se convierten en una nación alejada del siglo XXI, de la democracia y más cercana a tiempos oscuros y siglos anteriores. Es más, en ese país de estos políticos, la España negra y personajes de aquella época medieval tan nefasta y cruel en muchos aspectos: genocidio, tribunales de inquisición, falsos descubridores y reyes déspotas y no católicos son el ejemplo a seguir y un ejemplo de convivencia y unidad.

Ese es el país que quieren llevarnos todos aquellos que piensan que un país gobernado por los Feijolandenses y Ayusolandenses son los únicos garantes de la libertad y convivencia, cuando la realidad es que son los contrarios de los valores democráticos de igualdad, convivencia y del que la exclusión social vaya poco a poco vaya desapareciendo.

Basta ya pues de permitir que la mentira y la hipocresía abran informativos, con el fin de crear más crispación y odio y premiar un estado donde políticos inmaduros, con una gran falta de moralidad, la sociedad quiere, y así lo ha demostrado en las últimas votaciones, quiere políticos maduros que refrenden los valores democráticos, que basen sus argumentaciones en la verdad, sin hipocresía y que busquen la convivencia entre todos los ciudadanos y ciudadanas y que exista una libertad de verdad y no el poder tomar unas cañitas o ver un espectáculos donde se maltratan a los animales, o lo peor que nos den como libertad el poder censurar y el poder entrar en locales contrarios a sus ideas y ser apaleados o ir a la UCI.

Feijolandia y Ayusolandia