Estuve más de 20 días por el cono sur latinoamericano. Volví preocupado porque creo que la falta casi absoluta de integración y federalización de los países latinoamericanos es la causa central, no la única, de que algunos de esos países tengan serias incertidumbres sobre su viabilidad, y asome el concepto maldito, "estado fallido", en su horizonte: México, Venezuela, Argentina, Brasil... todos Estados federales, por cierto.
Esa ausencia de un mínimo estructural de cohesión y solidaridad interregional parece querer suplirse con un hallazgo indefinible y respetable a la vez: los BRICS, la agrupación difusa que, con el impulso del Lula en su primer mandato, agrupa a Rusia, India, China y Sudáfrica, además de a Brasil.
La razón última de los BRICS, me dicen, sería superar la hegemonía de los Estados Unidos de Norteamérica y de su dólar y de su tecnología, la militar en especial. Con tan loable finalidad se proponen ampliar el núcleo fundacional de los BRICS a países con sólidas monedas capaces de mirar de frente al dólar yanqui y estabilidades políticas a toda prueba: Argentina, Irán, Etiopía, Egipto, Arabía Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Ya puestos, y en base a afinidades naturales, no es descartable que se sumen a los BRICS países como Corea del Norte, Bielorusia, Hungría o Polonia. En el caso de estos dos últimos nos evitarían tener que darlos de baja de la Unión Europea, que es camino de lo que van. Permaneceremos atentos a la pantalla.
Al bajar del avión como quien dice me encuentro con la presentación de este libro, 'Federalismo fácil', en la sede del PSC en Barcelona, y no me lo pienso. Además de lo apasionante del tema, 'federalizar la vida y las estructuras para la solidaridad y la convivencia', está el respeto y el afecto personal y moral que me merecen Lidia Santos y Lluís Rabel, presentadores, amén de la veintena de personas solventes que llenan las páginas del libro.
Lo recomiendo vivamente. Es una herramienta sencilla, asequible, comprensible, para dar más incisión al pensamiento y a la acción federalista.
A mí me sirve, sobre todo, para seguir en mis trece. Es vital culminar el proceso de integración y federalización de la Unión Europea -con política fiscal, exterior y de defensa comunes- y abrir un espacio fuerte de integración euro latinoamericana para contribuir a que el mundo sea más colaborativo y pacífico y menos histerizante en una carrera competitiva que puede perder la Humanidad lejos de ganarla nadie.
