sábado. 27.04.2024
manifesatcion_contra_amnistia

1º.- ¿Cuáles son las principales preocupaciones de la ciudadanía? Hay intereses en que solo miremos los conflictos con los independentistas de Cataluña, como si los ciudadanos que votamos el 23 J no votáramos cada uno con nuestras preocupaciones: la sanidad, la educación, las pensiones, los derechos laborales, la vivienda, la hipoteca, el miedo a perder derechos o libertades, etc. SOBRE ESO versaban los programas electorales que merecen ese nombre. Sobre eso deberíamos valorar las decisiones que se tomen, y no estar embaucados por las grandes mentiras de los que se envuelven en una bandera que no es solo suya.

2º.- Nadie niega que antes de las elecciones se dijeran cosas que posteriormente se hayan rectificado, como la amnistía. Quienes hacen de ello el centro repetido de todas sus críticas, no recuerdan que ellos han hecho lo mismo con cuestiones mucho más importantes para la gente y que sí eran centrales en campaña electoral, como cuando prometían bajadas de impuestos, para hacer, cuando subieron al poder, la más importante subida de impuestos de la historia. Lo que nos preocupa a todos es si el cambio de opinión es para nuestro bien o no.

3 º.- No se sostienen con ningún dato real afirmaciones como que estamos ante un “Golpe de Estado”, o que “se ha perdido la democracia”, o que “España se rompe”. Las mismas acusaciones se hicieron cuando se iniciaron las conversaciones y cuando se decidieron los indultos, y el resultado ha sido el contrario, se ha rebajado la tensión en Cataluña y ha bajado la proporción de independentistas. No se da el poder a Puigdemont (que incluso admite por escrito que abandona la vía unilateral) ni a nadie que no sea la mayoría de los españoles expresada en el Parlamento, que son los que decidirán si aprobar, o no, cada nueva ley. Ni el gobierno era ilegítimo y mucho menos es ilegal, como increíblemente algunos denuncian ya. Es el gobierno aprobado mediante las normas democráticas. Será el gobierno legítimo de España.

La falsa acusación de que Sánchez quiere mantenerse en el gobierno se vuelve contra quien quiere conquistarlo a cualquier precio, fomentando la crispación para lograr sus fines

4º.- Están preocupados, especialmente, porque el acuerdo PSOE/Junts hable de “lawfare” a causa de una redacción confusa. Ese punto se refiere al caso Pegasus, de hackeado del espionaje telefónico a los independentistas. Nadie puede anular sentencias, salvo una instancia judicial superior o cualquier medida de gracia de las miles que siempre se ejecutan en forma de indultos o amnistías. Eso no evita el derecho a las críticas a ejemplos demostrados de actuaciones judiciales tendenciosas al servicio de opciones políticas, incluidas las “cloacas del estado”. ¿Para qué, si no, el PP se mantiene atrincherado, ocupando el Consejo del Poder Judicial irregularmente desde hace cinco años? Instancias judiciales europeas ya han puesto (y aún puede ponerla más) la cara roja a nuestra justicia.

5º.- Manipulando “supuestas intenciones” y falseando textos concretos, algunos están traspasando todos los límites de la decencia para presentar una realidad apocalíptica que lleva, a muchos ciudadanos que se lo crean, a una confrontación y un odio que pudre nuestra convivencia cotidiana y da excusa a los más violentos a cometer desmanes. Ese camino ya lo han andado Trump o Bolsonaro. La falsa acusación de que Sánchez quiere mantenerse en el gobierno se vuelve contra quien quiere conquistarlo a cualquier precio, fomentando la crispación ciudadana para conseguir sus propios fines. Ante tanto ruido, defendamos lo importante para los ciudadanos, que es que el gobierno que salga de las urnas profundice en las políticas sociales que han caracterizado al anterior. Sí, eso es lo importante.

Engaños para la crispación