"Las subidas de tipos del BCE se trasladan de forma anticipada a los préstamos, pero no tienen reflejo en la remuneración del ahorro de los consumidores", denuncia la asociación de consumidores.
Las prácticas bancarias se han convertido no sólo en una rémora para la buena marcha de la economía sino en un obstáculo para la vida de los ciudadanos.
La justicia, que Platón tenía hace dos mil quinientos años por la cuestión central del Estado, parece haber pasado a un segundo plano frente a la lucha por el crecimiento del PIB.