Los problemas estructurales que afronta la eurozona son muchos y no podrán ser superados a corto plazo, incluso aunque ya existiera, que no existe, un consenso social y político suficiente.
Las divergencias políticas persisten y las soluciones a los dos grandes problemas políticos que están encima de la mesa, la inmigración y el Brexit, siguen estando muy lejos.
Debido a las reformas del mercado laboral llevadas a cabo en estos años y a las políticas de austeridad y devaluación salarial que se han aplicado, el crecimiento del producto está siendo absorbido…