viernes. 29.03.2024

Ya no

yLa geografía de mi piel, surcada de lunares como islas, no te pertenece. Tus dedos en cabotaje no tienen aquí ya puerto. Mis pliegues no son tu refugio; en mis recovecos, no puedes fondear.

Él levantó la mano airada, como tantas veces. Se hizo ola, rozó el cielo oscurecido y se desplomó en la nada. La mirada de ella no era playa. Tras las córneas de sílice y nácar, un acantilado de mujeres lo observaba, diminuto y miserable.

Ya no