jueves. 18.04.2024

Una mierda para Trump

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Trump alimenta la llama del odio en EEUU con una impunidad rayana a la estupidez

Los insultos racistas del presidente de los Estados Unidos calan hondo en las regiones del país en las que el odio y la ignorancia forman parte de la idiosincrasia colectiva. La escalada de violencia contra inmigrantes preocupa a los responsables de organizaciones sociales que observan con estupor las consecuencias de un discurso presidencial que crece en agresividad contra el colectivo inmigrante.

Zeid Ra'ad al-Hussein, alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, expresó su preocupación por los sucesos de violencia que –aún ignorados por la prensa conservadora- tienen lugar a diario en distintos puntos del país. “Hay familias enteras que están siendo víctimas de ataques racistas. Los miembros del Ku Klux Klan muestran su odio libremente por las calles.  Es necesario un mayor liderazgo para enfrentar un aumento de la discriminación, el antisemitismo y la violencia contra las minorías étnicas y religiosas en Estados Unidos”.

Trump alimenta la llama del odio con una impunidad rayana a la estupidez. Trump sabe a la perfección que el país que preside posee una alta porción de selectos ignorantes que, al igual que él, no desean recibir inmigrantes de “países de mierda”, tal como lo señaló el magnate hace unos días, desatando toda clase de críticas de parte de organismos de Derechos Humanos. Cabe preguntarse cuál es la vara con la que el presidente estadounidense mide qué países pueden ser considerados “de mierda”;  ya que si la ignorancia, el odio y la estupidez sumaran votos para dicha consideración, sin lugar a dudas bien merecida sería la calificación de “país de mierda” a ese cuyo presidente se arroga el derecho de propagar su idiotez como si se tratase de una suerte de profeta, de líder espiritual de los idiotas del odio.

Luego de que Trump se preguntara “Por qué tenemos que recibir a inmigrantes de países de mierda”, la Unión Africana -la organización multilateral más importante del continente- expresó su parecer mediante su portavoz. “Estamos alarmados por las afirmaciones del presidente de EE UU al referirse a inmigrantes africanos de manera despectiva. Teniendo en cuenta la realidad histórica de cómo llegaron muchos africanos a EE UU durante el comercio de esclavos, esto va en contra de cualquier actitud y comportamiento aceptable”.

Pero pese al rechazo que manifestaron entidades y embajadas, los insultos de Trump despiertan admiración en ese sector de leales incondicionales que salieron a defender de inmediato a su líder "Si no son países de mierda, ¿por qué no se quedan ahí sus ciudadanos", preguntó una presentadora televisiva de la derecha más reaccionaria.

En las calles de ciudades en las que Trump arrasó en las presidenciales, quienes se sienten bien representados no dudan en considerar que el magnate “dice la verdad”.  Dicha “verdad”encuentra justificación en la repetición constante, en la retransmisión de un odio ya naturalizado y políticamente correcto.  Todo vale en el país de Trump, incluso existen quienes presionan para que finalmente se materialice el muro fronterizo con el que hizo soñar a millones de retrógrados durante su campaña electoral.  “El muro será pagado, directa o indirectamente, o mediante un reembolso a más largo plazo, por México, que tiene un ridículo superávit comercial de 71.000 millones de dólares con Estados Unidos", dijo Trump en Twitter este jueves.

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