viernes. 29.03.2024

Estadounidenses indocumentados en México

Casi 1 millón de estadounidenses residen y trabajan en México sin los papeles en regla

Mientras Donald Trump sugiere a los asesores del Departamento de Seguridad Nacional disparar a las piernas de los inmigrantes que cruzan la frontera con México, en las ciudades mexicanas de Guadalajara y Puerto Vallarta aumenta el número de residentes estadounidenses en situación irregular.

La estigmatización de la inmigración se ejerce sólo contra inmigrantes pobres, a quienes se los criminaliza en grandes titulares

Los medios de comunicación de los Estados Unidos se esmeran en denunciar la “ilegalidad” de los inmigrantes que han logrado sortear el muro instalado por Trump; sin embargo mantienen en total hermetismo la última estadística que arrojó el censo mexicano, a través del cual se supo que, desde 2015, la cantidad de ciudadanos estadounidenses que residen “ilegalmente” en México aumentó un 37%, según señala el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Por su parte, el Instituto de Migración informó que en 2016 eran apenas 65.302 los estadounidenses que mantenían sus documentos en regla. Para entonces, el INEGI contabilizaba 739.168 ciudadanos de Estados Unidos en México, aunque estadísticas del Departamento de Estado confirmaban que eran más de 934 mil. Ese casi millón de personas que no tenía los papeles en regla representa más del 90%, y la cifra se incrementó notablemente durante los últimos dos años.

No hace falta detallar cuál es la diferencia de trato que se le da a uno y otro emigrado. Los mexicanos llegan a Estados Unidos apenas con una muda de ropa interior y una botella de agua, mientras que los estadounidenses ingresan a México con grandes sumas de dinero. Los primeros quedan a merced de la persecución y posterior deportación, mientras que los “ilegales” del norte entran y salen de México cuando lo creen conveniente.

Pero también son estadounidenses las empresas inmobiliarias que se están adueñando de las costas de Bajo California, atraídas por la ventaja de comprar tierras a bajísimos precios y venderlas a precios altísimos; restringiendo los accesos a las playas que anteriormente correspondían a las comunas de ese litoral.

Claro que esta inmigración no será titular de portada de ninguno de los medios que ejercen de voceros de la “verdad”, que no han hecho más que exaltar el odio de quienes insisten en “la invasión” que los mexicanos están llevando a cabo en Estados Unidos.

Lo mismo sucede en otra escala: Hay más europeos viviendo en América Latina (regular e irregularmente) que latinoamericanos en Europa; sin embargo es la Europa cada vez más tendiente a la derecha la que está preocupada por la presencia de personas de “culturas foráneas” que residen en su territorio. España es el país comunitario de donde más emigrantes han partido hacia tierras latinoamericanas, seguido de Italia, Portugal, Francia y Alemania. De las 300.000 personas europeas que entraron a Argentina a partir de 2010, poco más de 147.000 eran italianas y 94.000 eran españolas.

La estigmatización de la inmigración se ejerce sólo contra inmigrantes pobres, a quienes se los criminaliza en grandes titulares. Esa clase de xenofobia ha sido siempre una herramienta de determinados poderes o sectores de la sociedad para dirigir a las masas contra un falso enemigo al cual culpar de todos los males del mundo.

Estadounidenses indocumentados en México