jueves. 28.03.2024

Argentina, tierra arrasada

Mauricio Macri deja una Argentina sumida en la miseria y el hambre. El colapso económico profundizó la pobreza y la indigencia, y la Iglesia Católica le exige al presidente que declare la emergencia alimentaria.

Las consecuencias del modelo neoliberal impuesto por el oficialismo ya no se pueden esconder. El velo finalmente se ha caído, dejando al descubierto un desastre social que remite a la peor crisis experimentada por el país, ocurrida en 2001 durante la presidencia de Fernando de la Rúa.

Los medios que hasta ayer oficiaron de constructores de una realidad acorde a las exigencias oficiales, expresan ahora todo el potencial de su hipocresía titulando con grandes caracteres “La crisis que nadie vio venir”. Los periodistas ultramacristas que defendieron con uñas y dientes las políticas económicas impulsadas por Cambiemos, ponen ahora el grito en el cielo, quizás advirtiendo que esa complicidad casi pornográfica los hace responsables de un desastre que, según aseguran, no vieron venir.

Hemos comenzado un camino que no se detiene, y que va a terminar en la pobreza cero, dijo el presidente a poco de llegar a la Casa Rosada

Mauricio Macri y su autoproclamado “Mejor equipo de los últimos 50 años” serán recordados como los autores de una catástrofe social. El plan del gobierno consistió en una vergonzosa transferencia de recursos, quitándole a los sectores más vulnerables para beneficiar a la casta a la que el presidente pertenece.

Macri fue un simple gerente que utilizó el poder para encubrir a sus socios capitalistas que en tres años cuadriplicaron sus fortunas. Para que esto ocurriera debió ajustar al trabajador, al jubilado, al docente, e incluso al discapacitado.

Se incrementaron la pobreza, el hambre y la desnutrición infantil; aumentaron los despidos, el cierre de fábricas y empresas.

La postal fue entonces la de una Argentina nuevamente devastada como consecuencia de una estafa descarada, nunca antes vista con tanta claridad. Por minuto, dos personas pasan a ser pobres, y cada 73 segundos uno cae en la indigencia. Y estos son datos de la Universidad Católica Argentina (UCA), que realizó un pormenorizado estudio de la situación que atraviesan millones de argentinos desde que Mauricio Macri asumió la presidencia.

"Hemos comenzado un camino que no se detiene, y que va a terminar en la pobreza cero”, dijo el presidente a poco de llegar a la Casa Rosada, aún a sabiendas del tremendo golpe que le asestaría a las clases menos favorecidas del país. El gobierno ha empujado a la pobreza a más de 13 millones de ciudadanos, a los que se suman 2,7 millones de indigentes, un dato crudo que sirve para graficar el fuerte deterioro social producido por el modelo de exclusión que ha arrasado la Argentina.

Argentina, tierra arrasada