martes. 16.04.2024

Tras la resaca

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Por José Bujalance C. | Politólogos y analistas varios exponen públicamente su control de resultados. Como en la Feria, cada uno cuenta según le ha ido, pero los partidos evalúan de cara al interior, mirándose el ombligo, interesados únicamente en sus luchas de poder, ya sea por el control interno ya sea por el control social al que aspiran; la mayoría de los medios de intoxicación, a sueldo, incumplen las obligaciones morales y normas que afectan al periodismo, pues carecen de valores, más allá del económico/financiero.

El PSOE ha resurgido cual Ave Fénix pues caminaba hacia su práctica desaparición como le ocurre al resto de la socialdemocracia europea, a la espera de si los barones y las familias cederán al sanchismo, y el pueblo español cansado de hacer de la necesidad virtud con el Partido Podrido (aún resiste pues quedan negocios sin culminar y dividendos por recoger) se ha refugiado en la partitocracia, dado que la eclosión de la extrema derecha y la implosión de la nueva política no dejaba otra alternativa que elegir de entre lo malo lo menos lesivo.

«Quien es causa del poder de otro, lo es de su propia ruina» y Podemos, alejado de la sociedad tras desmembrar los círculos y purgar a ¿traidores? que no conforman la "izquierda verdadera", se dedica al control interno y a luchas cainitas por el poder, opositando ante el hiperliderazgo ególatra por un puesto de trabajo bien remunerado y las prebendas anexas a la clase política profesional, reconvertido en casta, lejos de la realidad que vive la sociedad española tras el cierre en falso de la denominada crisis.

Ciudadanos debe mirarse en Valls y su visión de estadista, y Podemos debe regresar al 15-M transversal. En caso contrario la fractura social será irremediable y los perdedores de la crisis estarán condenados sine die

Solos en la cúpula, la dupla marital, de conveniencia o no como los Clinton de Cai (falta menos para que los troskos dinamiten la ventana de oportunidad apenas entreabierta ya) rodeada de tropa y marinería tras el destierro o la huida del generalato, no han entendido que lxs estafad@s además han sido abandonados, pues ya nadie les escucha ni habla a pesar de ser mayoría, y la fractura social que ha hecho desaparecer la clase media los deja en manos del nacionalpopulismo tras la renuncia del Estado a que el pueblo adquiriese cultura y valores más allá del famoseo y el mafioseo, convirtiendo los barrios periféricos y las zonas rurales en un maremágnum de intereses, un totum revolutum de náufragos que incluye desde la mano de obra sin cualificar hasta la prole de la clase media que formada laboralmente e incluso con estudios universitarios, buscan desesperadamente una tabla de salvación que si no los deje a la altura del Estado de Bienestar, al menos les permita sobrevivir dignamente y soñar con el ascensor social aún a sabiendas que está roto.

Los enemigos irreconciliables de la falsa nueva política, Ciudadanos (actualmente "de centro" tras ser liberales después que socialdemócratas) y Podemos (cambió la Blitzkrieg por las trincheras y estas por el búnker soviético a la velocidad del trueno) no han hecho sino fragmentar y hacer más difícil si cabe gobernar un país different que jamás cerró heridas ni se acompasó al resto del mundo en los avances sociopolíticos. No soy defensor del bipartidismo, pues la alternancia de lobbys no permite la separación de poderes, ni siquiera la de Partido/Estado, condenándonos a ser una sociedad tradicional y por tanto menos avanzada de lo que debería, aunque espero no involucionemos al nacionalcatolicismo y su teocracia, herederos del execrable imperialismo.

Como digo, la llamada nueva política tendrá que demostrar que lo es, pues no lo parece y así lo intuye el pueblo a raíz de los resultados electorales recientes. Si como parece, la socialdemocracia y los liberales, son la vía por la que Europa va a defenderse de la polarización geopolítica USA/CHINA, ambas formaciones tendrán que abandonar posiciones de máximos y demostrar que son confiables; Ciudadanos debe mirarse en Valls y su visión de estadista, y Podemos debe regresar al 15-M transversal, en caso contrario la fractura social será irremediable y los perdedores de la crisis estarán condenados sine die.

Tras la resaca