viernes. 19.04.2024

Puntos de vista para después de la pandemia

pandemia

El popular “café para todos” pasó a ser un apretarse el cinturón o, el -“yo”- por encima del nosotros.

Primero fue la crisis del 2008 y, poco antes, las subidas -sin ton, ni son- de los intereses bancarios, (algunos bancos se han visto por ello –Barclays, por ejemplo- sancionados y otros aún están de rositas), eso de por sí ya fue el principio del fin donde muchos que salimos trasquilados sin tener ninguna culpa, encima tuvimos que ayudar con el dinero de todos a las cajas españolas y aun sin recibir nada a cambio, (pardillos que somos). Una crisis financiera que mermó las clases medias y las dejó automáticamente destrozadas. Parece ser que ya se notaba que su nivel de vida crecía en exceso y se plantearon pararlas como fuese; y lo hicieron, (pardillos que somos), no lo vimos venir y nos cogió a la mayoría pensando que nada podía ocurrir, que todo estaba yendo para arriba y que no podía haber nada que nos pudiera quitar lo conseguido (pardillos que somos).

Cuando ocurrió lo inesperado, sufrimos mucho dolor y mucho “no entender”, pero con un pinchazo a la burbuja todo se fue al garete, muchos lo vieron desde fuera y se rieron. Sí, se rieron, pensaron que, como no les tocaba, porque “ellos” estaban seguros en sus puestos, no iba con ellos, e incluso eran los que empujaban al desahucio al trabajar en bancos y cajas (se sentían seguros) entre otros, (pardillos que somos), y así, empezó un nuevo sistema y una nueva vida para muchos desde “cero”. Hubo bastantes que sucumbieron, pero otros quisieron seguir en la brecha peleando.

Cambia el sistema político y llega gente nueva y para muchos una nueva esperanza con el cambio, (pardillos que somos). No quiero entrar en debates de política, porque al igual que en la religión y el futbol todos tienen argumentos más que de sobra como para tirar los fundamentos del contrario sin escuchar sus versiones. Se convierte, a veces, en un diálogo de sordos (pardillos que somos), porque eso precisamente es lo que esperan que hagamos y, mientras, se llenarán los bolsillos (sólo un dato: hay más detenidos en prisión por delitos de corrupción que representantes en el Congreso de los Diputados, (pardillos que somos)), seguiremos así “per secula seculorum”, porque los ciudadanos, en vez de estar unidos, la discrepancia se impone y, precisamente eso es lo que hace que nosotros seamos los perjudicados, tristemente es así. Sé que no estoy descubriendo nada nuevo, pero es bueno recordarlo.

Pasa el tiempo y seguimos luchando por salir adelante, buscando la estabilidad perdida y viene un nuevo gobierno y con ello una nueva esperanza, solo que, con este nuevo gobierno nos llega un regalo – llamado pandemia de covid-19 – y empezamos a sacar un poco la cabeza del hoyo, las nuevas inversiones se hacen sentir, el turismo ha venido para disfrutar, se nota un nuevo auge económico, fluye el empleo y las salidas de vacaciones de nuestros ciudadanos, las compras de vivienda empiezan otra vez a fluir (pardillos que somos), mero espejismo. Ya hubo hace tiempo unas declaraciones de un club que decía que éramos muchos y que había que reducir la población del mundo, casualidad, o causalidad, pero la pandemia llegó y llegó para quedarse, con lo cual no sólo ha mermado a los que empezaban a salir adelante, sino que ha mermado al que tenía ganas de hacerlo. 

No somos nosotros, son ellos, pero nosotros ayudamos. Desde hace muchos…muchos años, hemos perdido la “ética y el humanismo”, ya no es el somos nosotros, es el “yo”, no sólo entre ciudadanos, también entre familiares y amigos, no importa el mañana, importa el hoy, (así está el planeta…).

El egoísmo como individuo se ha cebado entre la ciudadanía y hay uno sólo que cause el mayor pesar a todo esto -las generaciones futuras-, ya no les importan con tal de acaparar el máximo posible, “el hoy” a esas generaciones que vienen, (pardillos que somos) y ¿quieres tener hijos?, si con la deuda futura ya les estás asfixiando antes de llegar…

-Ciudadanos del mundo uníos -  decía Karl Marx, y ahora lo digo yo, porque si no lo hacemos es evidente que vamos destinados a un caos imposible de predecir, no es una idea catastrofista, es simplemente un hecho contundente. Es un llamamiento a la unidad de todos y todas, cuando haya una manifestación en beneficio de la humanidad, hay que asistir, hacernos oír, que sea un clamor. Hemos visto muchas películas cuyo motivo principal es una catástrofe y siempre hay alguien que dice ··No te preocupes, no va a pasar nada, todo eso es bulo, patrañas, mentiras y luego llega el desastre y no hay nadie para decirle pues no, no era un bulo, ¿lo ves?

Este artículo es un llamamiento a la unidad del ser humano, por favor no lo tomen como un artículo más. Es muy, muy importante que la sociedad se conciencie de lo que está ocurriendo. Yo solo soy un grano de arena, seamos muchos granos de arena y pongamos las cosas en su sitio y que nadie las ponga por nosotros, todos y todas son importantes, la situación económica es fundamental para la convivencia y con ello el bienestar general, pero si entre todas y todos no nos apoyamos y cuidamos: “todos y todas estaremos perdidos y perdidas”. Es mi humilde opinión.   

José María Gil de Arana                                  

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