sábado. 20.04.2024

¿Qué hay que hacer para gobernar?

Gregorio Artiles | Hay una profunda diferencia entre el acuerdo PSOE-C's y las últimas propuestas presentadas por Podemos.

Gregorio Artiles | Cuando un militante de base desde la óptica de izquierdas analiza los documentos remitidos en los intentos, hasta el momento infructuosos, con objeto de investir nuevo Presidente de Gobierno de España que lleve a buen a término el deseo de cambio que se plasmó en la votación del pasado 20D es evidente que tanto el documento que con el término “Acuerdo para un gobierno reformista y de progreso” refrendó la militancia socialista en su día tras un pacto con Ciudadanos como el remitido bajo el término “Nuevas medidas basadas en las propuestas de Podemos” se puede llegar a la conclusión, tal es mi caso, que hay una profunda diferencia entre ambos, pues el primero sí considero pueda llamarse acuerdo, convenio o pacto, usando el término que se estime conveniente, mientras el segundo está en la órbita de antecedentes del acuerdo, es decir, que bien nadie sabe el motivo por el cual Podemos no ha podido hacer sus propuestas de medidas antes, o bien por qué no concluye que otras medidas no son tales, sino la conclusión que antecede al desarrollo de cualquier medida, algo bastante insólito desde el punto de vista político.

En mi opinión, para no hacer interminable la exposición, creo suficiente la lectura del acuerdo para un gobierno reformista y de progreso que, en su día, presentaron PSOE y Ciudadanos (o Ciudadanos y PSOE ya que el orden no altera nada) para centrar cualquier consideración, ¿Qué supone la conclusión de tal lectura? Pues que si uno quiere sintetizarlo sería la traducción al día de hoy de lo que se lee en la bandera de Brasil “Orden y Progreso”, es decir, construir un nuevo país por delante de los partidos que gobernarían reformando y progresando.

Con las nuevas medidas basadas en las propuestas de Podemos se deben extraer las siguientes conclusiones:

  1. Mejorar la gestión del SAREB tal como está redactada no parece tarea fácil, ya que por un lado se menciona que conviene evitar su conversión en un riesgo mayor para el Estado como avalista y por el otro se propone un acuerdo con CC.AA. y Ayuntamientos para crear un parque de viviendas social de alquiler más la imposición de la necesaria transparencia en la venta de activos a fondos de inversión. ¿No hablamos de disminución de riesgo del Estado? ¿No supone un aroma a “pasar la pelota” estos acuerdos entre Administraciones para asumir este problema? No me parece se pueda considerar una medida para aumentar el tamaño empresarial ni de lejos, pero como es una opinión personal, aquí lo dejo.
  2. La nueva estrategia de crecimiento en la Unión Europea no es ninguna medida, por mucho que Podemos la vea como tal, sería en cualquier caso un apéndice si el pacto se somete a revisión en el tiempo (carácter transitorio) durante la propia legislatura o bien si quiere encabezar el “Orden y Progreso” del que hablamos ponerlo en el antecedente del acuerdo, ni más, ni menos.
  3. La tercera medida que está incardinada en el apartado “Contra el capitalismo de amiguetes”  menciona la reforma de la Ley de Hidrocarburos, eliminar barreras para la  efectiva competencia en el sector de telecomunicaciones más la promoción del mercado único digital.  A esta medida ha de unirse, sistemáticamente la que con el número 5 Reforma del sector eléctrico, nace de las propuestas de Podemos.

Pues bien, estas medidas deben descomponerse en dos aspectos, que quizás convenga recordar a la vista de que el documento firmado entre PSOE y Ciudadanos es más extenso que el ahora comentado, y que son: 1) Cuando se habla de competencia, se menciona ampliar la oferta en sectores donde existen muy pocas empresas. Para ello el término correcto es revisar el funcionamiento de tales sectores en función de su actual regulación. Tanto la energía, como telecomunicaciones y, en definitiva, sectores estratégicos de un país, no pueden estar en manos de unas pocas empresas. 2) También afecta a la competencia la defensa de los consumidores, y resulta chocante que no se mencione la sangrante discriminación del consumidor canario con relación al resto del territorio nacional, pongo por caso, y que queda  mencionado, de refilón, sólo en el aspecto de compras por internet del documento. 3) La reforma del sector eléctrico, con la que se está en total acuerdo, bien puede considerarse parte del gran Pacto de Estado de la Energía que figura en el documento suscrito entre PSOE y Ciudadanos. Nadie sabe el motivo por el cual Podemos no hizo mención en su momento a la importancia que daba a este asunto, que la tiene, dicho sea.

  1. El documento remitido por Podemos en materia de epígrafe Finanzas Públicas contiene un párrafo (el segundo) que es copia literal del acuerdo anterior. No hay nada que objetar, salvo la remisión bastante  extraña a una elevación de los ingresos de forma estructural en unos dos puntos de PIB a lo largo de la legislatura. No olvidemos que estamos situados prácticamente al mismo nivel de los años 90. De todas formas, se intuye que la participación final de los ingresos públicos girará en torno al 40% del PIB, extremo asumible en cualquier caso sobre el ensanchamiento de las bases imponibles, pero creo más importante la simplificación del sistema, con independencia de que solo con la medida suscrita con anterioridad del pacto PSOE y Ciudadanos de exigencia legal de 2.800 millones de euros que el anterior gobierno perdonó de forma dudosamente legal a los defraudadores de la amnistía fiscal (con cobro de un 3% en lugar del 10%) habrá motivo para estar medianamente satisfechos, puesto que de la misma forma que aparecen los casos de Panamá, es bastante probable afloren más supuestos similares.
  2. En general, a su vez, creo se ha de estar de acuerdo con las medidas que con los números 11 (complemento salarial garantizado) 13 (salario mínimo), 14 (restablecimiento del pacto de Toledo), 15 (servicios sociales y dependencia), 16 (medidas para la igualdad entre hombres y mujeres) y 17 (interrupción voluntarias del embarazo) se enumeran en el documento respuesta a las propuestas de Podemos.
  3. No me parece afortunada la redacción del número 12 de medidas contra el sobre-endeudamiento y los desahucios, pues se mezclan demasiados conceptos que en la práctica pueden dar lugar a situaciones absurdas, y que parecen mal explicadas, como facilitar una vivienda en régimen de alquiler social a un precio acorde a sus circunstancias económicas y familiares, sencillamente porque a continuación se menciona la existencia de un plan de rescate personal ya que en mi opinión debe primar el rescate personal sobre lo anterior, sobre todo si se vincula a actuaciones del SAREB como se vislumbra en el apartado siguiente. Este asunto quizás merece un artículo o comentario independiente, porque está muy claro que el PSOE sí tiene establecido claramente un objetivo absolutamente vital si gobierna en función de la lectura del apartado Medio ambiente urbano: Ciudades Inteligentes y Cero emisiones (apartado 3 Transición energética y lucha contra el cambio climático) que reformando los objetivos del Plan Estatal de Rehabilitación Sostenible de Viviendas y Edificios y Regeneración Urbana. Sería el motor necesario e imprescindible para abordar este concreto problema. O dicho de otra manera, ni el SAREB ni una concreta política programática deben servir para crear nuevos guetos o núcleos de marginación social como en su día fueron los polígonos residenciales en muchas ciudades y que están en la mente de todos, por no aludir siquiera el chabolismo presente de forma más o menos visible en la geografía española no hace mucho tiempo.
  4. Por último, me gustaría comentar aparte, por ser quizás las más importantes  las que con el número 9 (medidas para recuperar el equilibrio en las relaciones laborales) y 10 (medidas para mejorar la calidad del empleo) se van a establecer. Es absolutamente necesario, supongo que el caso Abengoa es buena prueba de ello, que no se dé en el futuro una situación empresarial donde la inmensa mayoría de trabajadores de una entidad de tal magnitud apenas conociesen la situación real de la empresa en la que trabajan, por tanto, nada que añadir a la que se cita en primer lugar en esta numeración. Como se cita expresamente va a suponer una mejora para Podemos la derogación del contrato de fomento de emprendedores y se alude además a una fijación especial de las llamadas horas complementarias (no citando las extraordinarias que doctrinalmente no están excluidas, por cierto) en la modalidad de contratos a tiempo parcial con objeto de equilibrar este tipo de contratación. Cabría preguntarse la forma en que debe casar con el Plan de choque por el empleo y la inserción laboral del acuerdo PSOE-Ciudadanos, muy bien orientado, porque en definitiva derogar el contrato de fomento de emprendedores por poner un ejemplo y articular los nuevos autónomos que tendrán una cotización a la Seguridad Social acorde con su incorporación al mercado de trabajo no parece que sea muy compatible, teniendo en cuenta que como bien cita el documento en función del cual se sometió a investidura Pedro Sánchez, las políticas activas de empleo han sido el gran fracaso de nuestra democracia, nos guste o no, y es el gran capítulo que nos resta por redactar si queremos reformar y progresar adecuadamente.

¿Qué hay que hacer para gobernar?