viernes. 19.04.2024

La EPA y otras consideraciones económicas: ¿de verdad vamos a mejor?

Mario Regidor | Nos espera un año económico trufado de una gran volatilidad en donde tendremos que estar muy atentos para elaborar mecanismos de respuesta.

Nos espera un año económico trufado de una gran volatilidad en donde tendremos que estar muy atentos para elaborar mecanismos de respuesta

Mario Regidor | La semana pasada se publicó la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al último trimestre del año 2015. En ella, aparece una tendencia, aparente al menos, de creación de empleo en nuestro país. No obstante, si escarbamos un poco vemos que no es oro todo lo que reluce.

Es cierto que hay una creación de empleo neto. Pero, ¿qué clase de empleo? El contrato de trabajo a tiempo parcial se está imponiendo como una nueva forma de fragmentar y dividir aún más el mercado laboral y a los trabajadores que lo pueblan entre aquellos con pocos ingresos y aquellos con menos ingresos todavía. ¿Es esta la forma de crear empleo y riqueza que se va a imponer en nuestro país? Sinceramente, esperamos que no sea la tendencia definitiva.

Por si fuera poco, parece que somos el país de la Unión Europea (U.E.) que más hemos crecido el año pasado en términos de Producto Interior Bruto (P.I.B.): un 3,2% y la perspectiva para el presente año es de un ligero descenso pero manteniendo el liderazgo en los países de la zona euro en términos de crecimiento. No obstante, permitan que dudemos de estas previsiones.

Hemos comenzado el año con una drástica pérdida del valor bursátil de gran parte de los valores y acciones presentes en el IBEX 35 unido a la situación económica en China, país inmerso en una crisis económica que va a implicar una drástica desaceleración de su crecimiento económico y la crisis en la U.E. a cuenta del éxodo de refugiados que tocan a nuestra puerta y que para el que no estamos dando una respuesta coordinada obligan a replantearse qué pasará este año a nivel económico.

Evidentemente, si estas consideraciones influyen en la política europea y en la adopción coordinada de soluciones económicas para paliar las posibles consecuencias que se deriven, no es menos cierto, que en el caso de nuestro país, inmerso todavía en la crisis económica de la que aspiramos a salir progresivamente en los próximos años, la situación se puede retorcer irremediablemente.

A todo ello, se une la situación de inestabilidad política interna y que, me permito añadir, unas nuevas elecciones no va a solucionar. Urge que los partidos políticos se pongan de acuerdo en la adopción de un programa económico y social que rompa con la dinámica anterior que ha empobrecido a la clase media española y que permita la recuperación sostenida de los derechos económicos y sociales perdidos en los últimos 4 años.

Somos conscientes de que este planteamiento no se consigue si no es con un acuerdo sostenido sobre la base de sólidos fundamentos y sobre la confianza entre partidos y líderes políticos, alejados de las líneas rojas que aparecen como barreras infranqueables y que permita incrementar el consumo y, por ende, el aumento de fondos del estado para poder acometer las reformas necesarias tendentes a la recuperación del poder adquisitivo perdido.

En resumidas cuentas, nos espera un año económico trufado de una gran volatilidad en donde tendremos que estar muy atentos para elaborar mecanismos de respuesta a todas las variables macroeconómicas nacionales e internacionales que están teniendo lugar y que, sin duda, incidirán en nuestra capacidad de salida definitiva de la crisis económica que nos ha estado asolando desde hace casi una década.

La EPA y otras consideraciones económicas: ¿de verdad vamos a mejor?