jueves. 18.04.2024

Emprendimiento, economía y demografía, condenadas a entenderse

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España no ha tenido, hasta el momento, conciencia del problema que se nos avecina, es más, las políticas encaminadas al fomento de la natalidad han sido un fracaso justificado por las necesidades electorales de todos los partidos políticos

Por Dailos Reyes | En el último mes, quizás provocado por el afán de resumir el año, he escuchado y leído bastante sobre los movimientos demográficos en España, que en apenas 60 años hemos pasado de ser un país joven, con familias numerosas por doquier, a ser uno de los países más envejecidos del mundo. Hasta el punto, que en 20 años podemos perder 1 millón de habitantes. Ahora bien, ¿qué tiene que ver la economía en todo esto?

La relación es evidente, tanto el Estado del Bienestar como la iniciativa privada están expuestos a las necesidades de los consumidores y usuarios. Algunos emprendedores dirán, “el envejecimiento de la población no es una amenaza, es una oportunidad de generar nuevos nichos de negocio”. Hasta ahí perfecto, pero es un análisis muy simplista de la situación, ya que perder 1 millón de clientes potenciales, es reducir mucho las posibilidades de tu mercado.

Piensa en tu ciclo de vida, ¿Cuándo tienes las mayores cotas de gasto, inversión y ahorro? ¿Cómo se genera economía? La economía se genera equilibrando  gasto,  ahorro e inversión, que satisface las necesidades de la población. ¿Una población envejecida equilibrará estas tres variables? Una población envejecida solo traerá gasto y el gasto sin ahorro y sin inversión lo que trae aparejado es deuda y un país envejecido y endeudado, lo que traerá consigo es empobrecimiento.

Seguimos con el ciclo de vida, ¿Cuándo trabajas? ¿Cuándo compras vivienda, coche, muebles, etc.? ¿Cuándo inviertes en montar negocios? Todo tiene su etapa y la vejez, con excepciones, no está pensando en inversión. Y el Estado del Bienestar, ¿cómo se sostiene? Si la población envejece, ¿quién cotizará a la Seguridad Social? ¿Quién pagará impuestos vía IRPF? Está claro que con 1 millón de habitantes menos y la población envejecida no llegaremos a nada.

España no ha tenido, hasta el momento, conciencia del problema que se nos avecina, es más, las políticas encaminadas al fomento de la natalidad han sido un fracaso justificado por las necesidades electorales de todos los partidos políticos. Entonces, ¿cómo lo hacemos?

Acepto la premisa de que no es el momento, de que en la actualidad es muy difícil mantenerse como para encima tener hijos. Todos esos argumentos los compro. Es verdad, la situación económica es muy complicada, con trabajos precarios y sueldos míseros. La España neoliberal no ha hecho los deberes, solucionando los problemas de  competitividad a base de devaluar el país, y a falta de soberanía monetaria, única herramienta para aumentar la competitividad de la nación mediante la devaluación de la moneda, es castigar el empleo y los salarios.

Amigos, la situación es crítica. Demográficamente hablando, lo que no ganemos por nacimientos, tendremos que buscarlo en la inmigración, porque si no el sistema se caerá. El Estado debe proporcionar las herramientas que propicien el incremento de la natalidad, hasta alcanzar al menos la tasa de reposición, que no mejorará la situación, aunque lo ideal sería un nuevo “baby boom”  que en pocos años sea capaz de impulsar los sectores económicos al tirar del consumo, el ahorro y la inversión.

Si jugamos con esas variables en casa, tirando de productos “made in Spain” y buscando la competitividad que nos permita ser punteros y exportar nuestros excedentes, la situación económica mejorará. Pero debemos combinar políticas de este tipo con políticas económicas que empujen el crecimiento, la competitividad y la igualdad a corto y medio plazo, que cambien la situación económica de los jóvenes y que éstos puedan crear familias. Por lo que la Política, la Economía, la Emprendeduría y la Demografía están condenadas a entenderse.

Emprendimiento, economía y demografía, condenadas a entenderse