jueves. 28.03.2024

La renuncia “política” de Tezanos

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Al parecer, ser de derechas y ser ministro no es incompatible. Ser ejecutivo del PSOE y ser director del CIS, sí. Cojonudo

La derecha hace y deshace la judicatura, las direcciones de TV, entes públicos de cualquier naturaleza, etc., y cuando toca al resto poner orden en dichas plazas, los dirigentes derechistas le saltan al cuello como hipócritas que son por naturaleza y afición, reclamando democracia, honradez y deontología.

Para colmo, apelan a la incompatibilidad radical entre tener pensamiento político y ser director de un ente público, siempre y cuando este pensamiento no sea el de uno.

Rivera sabe que está -solo estar, lo de vivir es otra historia-, en un Estado Aconfesional. ¿Cuándo ha escrito una línea en contra del director de RTVE que ha permitido que este ente público retransmitiera misa y rosarios contraviniendo el artículo 16.3 de la Constitución? ¿Cuándo levantó su voz, porque escribir no creo que lo haga, contra la decisión de la ex ministra de Defensa obligando a los cuarteles izar la bandera a media asta para conmemorar la muerte de Nuestro Señor Jesucristo?

Al parecer, ser de derechas y ser ministro no es incompatible. Ser ejecutivo del PSOE y ser director del CIS, sí. Cojonudo.

Sin embargo, lo peor no es el personaje Rivera, sino la respuesta que da la izquierda a estos insultos, tanto a la Constitución como a la Ciudadanía.

Porque, ¿qué ha hecho Tezanos ante la protesta airada de Rivera? Lo más fácil. Renunciar a su cargo en la ejecutiva del PSOE, que, dicho con todos los respetos, no será con seguridad la fuente fundamental económica de su sustento familiar. No solo eso. Ha presentado, también, su renuncia en la UNED como profesor emérito de sociología. Inconcebible. ¿A dónde vamos a llegar?

Dicha renuncia se entiende menos cuando el propio Tezanos ha confesado que “ha acreditado a lo largo de mi vida laboral mi vocación y capacidad para trabajar de manera imparcial y objetiva con personas de diferentes ideologías”. Si es así, ¿dónde está en el problema? Porque si algo quiere la ciudadanía es que en las instituciones públicas, universidades, también, las dirijan gente así.

No pido que la izquierda responda como hace la derecha en estos casos, sacando a relucir los trapos sucios del contrincante. Pero es evidente que esta izquierda conoce de primera mano la existencia de nombres y de apellidos de personas de partidos de derechas que están al frente de no una institución pública, sino muchas: universidades, hospitales, institutos, centros de investigación, etcétera.

El hecho de que Tezanos no ha acertado en su decisión lo puede ver en el regusto que ha pillado el ciudadano Rivera, porque, entre otras cosas, no es inteligente, sino aparentemente listo, que es distinto. El listo se conforma con joder la marrana a quien considera enemigo político para obtener de dicho acto beneficios para sí mismo. Ese es el ámbito de actuación moral de este individuo. Hasta pretende sacar réditos políticos del hecho de que Sánchez dialogue con Torra. De verdad. Díganme, ustedes. Un político profesional que se niega a dialogar con el otro, encima presidente de una comunidad autónoma dígase lo que siga, ¿merece la pena que siga en política?

Negarse a dialogar con los otros, además de ser una falta de respeto, es la semilla del fascismo. Solo se niega a dialogar quien se cree que posee la verdad absoluta. ¿Ese es Rivera? Lo parece.

Antes dije que Rivera es listo, pero no tanto como un personaje de Balzac, desde luego. Su listeza deja agujeros por donde se le escapa la incongruencia de su planteamiento y, más todavía, la agresiva actitud que refleja ante el caso Tezanos.

A ver, sr. Rivera, ¿me escucha bien? Estupendo. ¿Usted, cree que Tezanos, tras renunciar a la ejecutiva del PSOE, dejará de pensar en clave socialista? Cáigase del andamio, por favor. El CIS seguirá dirigido por un señor que tiene un armazón cerebral socialista, y hay que ser muy idiota -o muy hipócrita como Rivera-, para pensar que, desde esa institución, tirará piedras contra su propio tejado.

Pero, tampoco, es verdad lo que dice Tezanos, que el CIS ganará en entereza democrática y honradez política, o lo que sea, abandonando su cargo en la ejecutiva socialista.

¿Qué es lo que quiere insinuar, que las ideas socialistas son incompatibles con dirigir, organizar, armonizar, establecer, planear y regenerar y, sobre todo, describir sin mendacidad la realidad española mediante los estudios estadísticos y de prospección variada que pueda desempeñar el CIS?

Da miedo pensar en las conclusiones que de tal hecho ejemplar -seguro que la familia socialista así contemplará el comportamiento de Tezanos-, se derivan, porque las aristas que presenta son tremendas y cortantes.

Se viene a decir que no existe ningún partido político -tampoco el PSOE-que se fie del funcionamiento de las instituciones públicas cuando las dirigen sujetos de otros partidos, porque, según ellos, siempre serán partidistas buscando únicamente el interés de dicho partido.

Si esto es así, la pregunta es obvia: ¿para qué quiere la ciudadanía la existencia de partidos políticos si de los hechos, como el acotado, se desprende que lo que buscan es una rentabilidad, totalmente sesgada por una ideología de dicho partido?

A este paso, será necesario que al frente de las instituciones públicas figuren personas sin carné de partido y, si no, políticos capados ideológicamente como los bueyes, ni carne ni pescado, ni chicha ni limoná. Gentes cuyos cerebros solo alberguen cisuras para acoger y poner en práctica lo que dictamine el pensamiento burocrático y la frialdad de los guarismos (algo fácil de aceptar toda vez que las encuestas siempre olvidan que detrás de los números hay desahuciados y pobres de solemnidad).

No creo que la censura haya vuelto, porque nunca se fue, pero el comportamiento de Rivera es un mal ejemplo para el buen desarrollo democrático de las instituciones. Y la renuncia de Tezanos es la confirmación de que, al final, Rivera tiene razón: que las instituciones públicas son correas de transmisión de los partidos.

El problema está en que ningún partido quiere terminar con esta situación, sobre todo, cuando al frente de estas instituciones estén ganapanes de su partido.

La renuncia “política” de Tezanos