jueves. 28.03.2024

La crisis del empleo sigue presente

La ministra de Empleo, Fátima Báñez en una imagen de archivo.

La situación actual del empleo es insostenible, pues está contaminada por la estrategia de la precariedad impuesta por el Gobierno del PP con la reforma de 2012

El Presidente del Gobierno, en el balance que realizó del año pasado, presumió de los logros conseguidos en los ámbitos económicos y del empleo. Resaltó que España ha recuperado en 2017 el PIB previo a la crisis económica, el crecimiento será cercano al 3,1 y el empleo llegará a los 19 millones de personas ocupadas. También indicó que el desempleo se redujo en 600 mil personas y que la tasa del paro descendió en 2,5 puntos en un año, lo que le llevó a afirmar que se habían creado más de 600 mil empleos.

Pese a estos datos, la crisis del empleo no es un acontecimiento del pasado. El desempleo afecta a 3,7 millones de personas, aún hay 1,8 millones de desempleados más que en 2007. La tasa de paro es del 16,4%, más del doble que la de la Unión Europea, el desempleo juvenil es del 38,7% y tasa de paro de las mujeres es del 18,2%, un 3,4% más que la de los hombres.

El 50,7% de las personas desempleadas son parados de larga duración, llevan más de doce meses en el paro, casi 1,2 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro y dos millones de desempleados no tienen protección de desempleo.

La temporalidad afecta al 27,4%, la más alta de la Unión Europea, que tiene una tasa del 14,4%, y el tiempo parcial representa un 14,3%, lo que supone que más de un 40% de los trabajadores con empleo estén sujetos a condiciones de precariedad.

En 2017 se ha generalizado la precariedad y afecta tanto a los contratos temporales como a los indefinidos. A lo largo del año se han registrado 21,5 millones de contratos, de los que 1,9 son indefinidos, lo que representa el 8,8 % del total de la contratación registrada en el SEPE. Se han creado 611 mil puestos de trabajo, según la Seguridad Social, por lo que han hecho falta casi 36 contratos por cada puesto de trabajo creado, lo que nos da la dimensión de la enorme rotación y temporalidad de nuestro mercado laboral. Más de un tercio de los contratos son a tiempo parcial, tres de cada cuatro lo ocupan mujeres. Pese a los 1,9 millones de contratos indefinidos, la Seguridad Social solo registra un aumento en todo el año de 300 mil afiliados con contrato indefinido.

Otra de las consecuencias de la actual situación del empleo es la caída de las rentas de los trabajadores y sus familias, como efecto de la precariedad y los bajos salarios. La renta media por hogar se ha reducido en 3,315 euros/año y la renta media por persona ha caído en 610 euros/año desde 2009. El alto volumen de desempleo, la precariedad y los bajos salarios han provocado el aumento de las desigualdades y la pobreza, el 27,9% de la población está en riesgo de exclusión social y el 14,1% de los trabajadores está en riesgo de pobreza.

El modelo económico del Gobierno del PP se basa en competitividad vía precios, conseguida mediante la devaluación salarial. La situación actual del empleo es insostenible, pues está contaminada por la estrategia de la precariedad impuesta por el Gobierno del Partido Popular (PP) con la reforma de 2012. Las previsiones del Gobierno son de mantener una tasa de desempleo en 2020 superior a la anterior de la crisis, un 11% frente al 8,6% que se tenía en 2007.

Para la recuperación del empleo de calidad hay que cambiar las actuales políticas económicas y sociales. El Gobierno del PP ha reducido la inversión en Políticas Activas de Empleo. La cobertura por desempleo ha caído de forma brutal, debido a los recortes en las prestaciones impuestas en 2012, que expulsó a quienes más necesitan la protección.

Es prioritario impulsar las Políticas Activas de Empleo, desarrollar planes de empleo específicos para jóvenes, mayores de 45 años y parados de larga duración. La formación debe ser fundamental en este proceso. La protección de las personas desempleadas debe llevar a aprobar en el nuevo período de sesiones la Iniciativa Legislativa Popular de CCOO y UGT para una Prestación de Ingresos Mínimos y recuperar el subsidio para los mayores de 52 años.

Para la mejora de la calidad del empleo y los derechos de los trabajadores, es necesaria la derogación de las reformas laborales impuestas durante la crisis económica y financiera y su sustitución para un marco laboral, un nuevo Estatuto de los Trabajadores, basado en el diálogo social y el respeto a la negociación selectiva.

Se deben desarrollar políticas públicas para que los salarios recuperen el peso que tenían dentro de la renta nacional antes de la crisis. Elevar el SMI a 1000 euros por 14 pagas en 2020, los salarios públicos deben mejorar y recuperar el poder adquisitivo perdido.

Garantizar la igualdad de género en el mercado laboral, tanto en salarios como en igualdad de trato y oportunidades.

La contratación ordinaria o habitual debe ser la indefinida, para cubrir las necesidades estructurales de las empresas y para las necesidades coyunturales se deben utilizar los contratos temporales. Potenciar la estabilidad y la calidad del empleo, la reducción de la temporalidad y reforzar la causalidad de la contratación y perseguir el fraude y los abusos en la contratación de los trabajadores. Regular la protección de los derechos laborales de los trabajadores de las plataformas digitales y poner fin a la utilización de los falsos autónomos.

Para recuperar el empleo nuestro país necesita un nuevo modelo productivo basado en la industria y en los servicios de calidad, el empleo decente y la mejora de la productividad. Para ello, se requieren inversiones en capital físico, capital tecnológico y capital humano, siendo necesario disponer de un sistema fiscal que garantice la suficiencia de ingresos y la equidad.

La crisis del empleo sigue presente