El mundo se inquieta, en realidad el mundo siempre está inquieto porque tiene motivos más que suficientes, pero el nuevo emperador inquieta aún más.
La globalización tal como se diseñó no alarmó lo suficiente porque auguraba una gran bonaza con las deslocalizaciones industriales que las trasnacionales realizaron. Sí, bonanza para el poder económico que se desprendía de salarios dignos y derechos sociales, pero decadencia, mucha decadencia para las regiones donde se enterraron industrias, empleos y sueños. Y se fueron desmantelando industrias de aquí y acullá y la precariedad quedó prendida en las vidas de millones de personas. El subsidio de paro amortiguo la caída y permitía seguir tirando esperando un tiempo mejor, pero el aire no cambió de rumbo y los exiguos subsidios fueron desapareciendo.
Y se fue al trump trump tirando de la pensión de los padres o de las abuelas o de trabajos precarios. Y en esa incesante caída hacia el abismo se fueron rompiendo las falsas palabras de los gobiernos obedientes con el gran leviatán que nos devora al grito de, “España va Bien”. Claro que va bien para las concesiones millonarias de servicios públicos, para los lobby que se apostaban junto a las puertas giratorias. La realidad es que todo fue al trump trump sin que se tomaran medidas para evitar la deriva anunciada. Pero… ¿acaso quisieron evitarlo?
En España, el saqueo de las arcas públicas ha sido constante y aún no ha terminado, porque no solo está el dinero fácil con el que se hicieron más ricos a los que ya lo eran, además florecer otros nuevos al calor de las “mamandurrias”, frase ingeniosa de la condesa de Murillo; ella bien sabía de qué hablaba. Se evadieron impuestos que volaron hacia paraísos fiscales internacionales, aunque otros se cobijaron en el paraíso fiscal nacional que supone el invento financiero de las SICAV, que cotizan al 1% de sus ganancias; un regalito del gobierno plutocrático, ya que un salario medio cotiza a las arcas públicas el 24%.
Al trump trump se hicieron muros y vallas con cuchillas que desgarran cuerpos y esperanzas; unos son muy visibles como el de Cisjordania, el de Ceuta y Melilla, el tercio ya construido en México que quiere concluir el emperador de occidente, el de Sahara occidental, el de Irlanda del norte, el de Arabia Saudita en su frontera con Irak, el que separa India de Pakistán y algún otro. Pero existen otros muros que no se ven, tan perniciosos como los visibles, que producen muchas muertes; ¿acaso no son muros aquellos que impiden ofrecer una vida digna a la población? ¿No son muros los acuerdos europeos con Turquía para retener o expulsar a quienes piden un poco de justicia, pan y paz?
Y hablando de huidas y refugiados; la economista Loretta Napoleoni calcula que el Daesh se embolsa aproximadamente medio millón de dólares cada día al día, al trump trump, de las personas que pasan por los territorios que ellos están ocupando. Y seguimos. Qué poco importa que Siria se esté desangrando a la vez que se despuebla de hombres, de mujeres y de esa infancia obligada a cambiar juegos y escuela para comenzar un largo periplo hacia un futuro incierto, esa infancia que se pierde entre el laberinto de las palabras, que está siendo pasto para desaprensivos; han desparecido 10.000 niños en Europa. Tampoco importa que Palestina se vaya encogiendo con cada dentellada que el gobierno de Israel les da, ni que Arabia Saudita siga masacrando al pueblo yemení. ¡Ah! la dictadura amiga que compra armas para reventar países y además recibe pleitesías de mandatarios y reyes internacionales.
Ya lo dijo hace años Condolezza Rice, Secretaria de Estado con el gobierno de George Bush: “Oriente sufrirá un doloroso parto” Ella bien lo sabía, se lo había anunciado el equipo médico que llevaba tratando ese vientre preñado de petróleo y de gas. Se pario al monstruo que desgarró el seno de Mesopotamia, tierras amamantada por los ríos Tigris y Éufrates, tierras que guardaba el deseado oro negro desde tiempo inmemorial.
Y seguiremos al trump trump mientras no seamos capaces de parar la barbarie que nos desangra el cuerpo y los sentidos, mientras no seamos capaces de acabar con la teoría del caos que puso en marcha el sistema globalizador; el caos que resucita monstruos viejos y crea otros nuevos. Y se fueron construyendo bases de la OTAN aquí y acullá (800) para decirnos que es ella quien pone y quita gobernadores en los países desmantelados y expoliados.