martes. 23.04.2024

Hablando de trenes: “a Yebes llegó Avelandia”

A los que esperamos que la política sea una acción cargada de referentes éticos y sociales nos causa gran decepción comprobar que es un juego de monopoli para aquellos que siempre ostentaron el poder...

Un pueblecito cercano a Guadalajara sufrió una profunda transformación demográfica gracias al paso del AVE. Pues sí. En Yebes, localidad de poco más de cien habitantes censados, florecieron habitantes como si fueran setas porque los planificadores del territorio y el anterior Ministerio de Fomento del Partido Popular así lo quisieron.

No es que en el terreno se descubrieron restos arqueológicos de valor histórico, sino que unos terrenos que estaban adormecidos despertaron de golpe. Los terrenos en cuestión eran de la familia del esposo de doña Esperanza Aguirre que, como todos saben, presidía la Comunidad madrileña hasta hace poco; "purita casualidad", como diría Lupita. Por arte de la "bendita recalificación", el terreno rústico, sin sufrir cambio metamórfico alguno, adquiere un valor tan inmenso como los preñados de oro negro. A Yebes, pueblecito rústico, le fue a ver el AVE, pájaro bailarín que llegó con un pan de oro bajo el brazo. Claro está que con un tren de esas características no cabe otra solución que hacer una gran urbanización de lujo, con campo de golf incluido. Y es que las buenas amistades y los buenos parentescos valen un Potosí.

Tan agradecidos están los pocos habitantes de la zona, que bautizaron la urbanización con el simpático nombre de "Avelandia", aunque anteriormente ya tuviese el luminoso nombre; "Valdeluz". El Alcalde, del Partido Popular, no cabe en sí de gozo; no podía ser de otra forma porque la localidad que él preside ha dejado de ser un pueblo cualquiera para convertirse en foco de grandes inversiones. Dicen que la urbanización ha devuelto la "esperanza" al pueblo. Las edificaciones se construyeron sobre cinco millones de metros cuadrados, de los que más de la tercera parte corresponden a Yebes. Y es que lo Planes de Ordenación Urbana dan para mucho; entre otras cosas para que los grandes propietario de terreno rústico se conviertan en promotores inmobiliarios. Que el trazado del AVE se haya realizado por terrenos inadecuados nada importa, como tampoco que el tren de alta velocidad no goce de buena fama, por el alto coste energético que conlleva y, mucho menos, que ciertas paradas se asienten en zonas poco relevantes. Qué importa que el tren se desvíe unos cuantos kilómetros de la ciudad si los terrenos de un pueblecito llamado "Yebes" se han revalorizado. Nada importa que Guadalajara lo vea pasar de largo y de lejos y..., mucho menos que el arquitecto que recomendó construir la urbanización sea hermano de Luis de Grandes, importante político del PP; como vemos, un cúmulo de coincidencias.

Todo parece indicar que las cosas están atadas y bien atadas y que cualquier intento de deshacer los nudos de tan tupida red será castigado con el ostracismo más absoluto; ¿por qué?, porque la mayoría de los habitantes están contentos con la situación. No cabe duda que la pequeña picaresca dio paso, hace mucho tiempo, a la gran picaresca y que todos los resortes están preparados para que la maquinaria funcione a la perfección. A los que esperamos que la política sea una acción cargada de referentes éticos y sociales nos causa gran decepción comprobar que es un juego de monopoli para aquellos que siempre ostentaron el poder.

Hablando de trenes: “a Yebes llegó Avelandia”