Este cártel hace apología de la violencia contra las mujeres y debería estar tipificado como delito. Y no es para menos. Cuando en nuestro país se incrementa el feminicidio, esta hamburguesería barcelonesa, de la calle Tuset, 17, no se 
conforma con utilizar el cuerpo de la mujer como reclamo, sino que cuartea su cuerpo como si fuese una pieza de vacuno. Utilizando la imagen de uno de los cuadros de Goya, La maja desnuda, este local de comida rápida se permite la libertad de indicar las diferentes partes del cuerpo de la mujer como si se tratase de una res troceada y expuesta en una carnicería. ¿Y los clientes y las clientas de esta hamburguesería han entrado por su ración? ¿No se han indignado? ¿No han reclamado que retiren el cártel? Porque si indigno y denunciable es la decisión de elaborar y exponer el cártel, no lo es menos la decisión de quienes se sientan en las mesas para elegir qué parte del cuerpo de la mujer quieren comerse. Procede una denuncia pública exigiendo la retirada del cartel y unas preguntas; ¿están las autoridades por la labor de proteger los derechos de las mujeres?, ¿de verdad quieren erradicar la violencia?
Todo está por hacer. Lo primero, una legislación muy clara que considere como delito propaganda de este tipo, basada en un código ético que no permita la utilización del cuerpo de la de la mujer de forma denigrante y, por supuesto, la constante observancia de las normas que velen por la dignidad de las mujeres. El Patriarcado está tan enraizado en el mundo que educar para la igualdad en derechos y libertades se convierte en heroísmo, cuando no en motivo de burla.