jueves. 25.04.2024

¿Y S.M. el Rey?

Soy uno de los españoles que contuvieron el aliento aquel lejano 23 F hasta la comparecencia del entonces rey de España don Juan Carlos I. Respiré con alivio, descansé unas horas y reanudé mi actividad familiar y laboral de cada día.

No pretendo comparar aquella situación con la que se está viviendo en Cataluña. Nuestra Cataluña. En aquellos entonces el golpe de estado habría conllevado desgracias irreparables, pérdidas de vidas de quienes estaban gestando la pacífica transición democrática. Tampoco voy a minimizar la gravedad de la situación en la que hoy estamos inmersos todos los españoles, queramos o no.

¿Dónde está en estos momentos el rey de España? ¿La situación es tan baladí que no precisa de su presencia y arbitrio regio? ¿Sus consejeros son tan clarividentes como los de los gobiernos de España y Cataluña y le están manteniendo al margen? ¿O ya dan por hecho que dentro del reino de España estará ubicada la república de Cataluña?

Ignoro las respuestas a los interrogantes pero ¿no es natural que cuando una parte del reino está en peligro el mayor interesado en resolver el conflicto sea el rey? Porque si no es así habría que cuestionar la pervivencia de la institución…

No seré tan atrevido como para decir eso de ‘si yo fuera el rey…’, pero desde luego, si por unas horas lo fuera, saldría en todos los medios de comunicación para anunciar la disolución de las cortes, las generales y la de Cataluña, mandando a todos los actuales representantes políticos  al paro.

¿Y después? Peor de lo que hay…

¿Y S.M. el Rey?