viernes. 29.03.2024

¡Qué fácil es…!

Desde hace años, cuando salió al mercado el primer Kindle, utilizo el lector de libros electrónico...

Desde hace años, cuando salió al mercado el primer Kindle, utilizo el lector de libros electrónico. Ahora en su versión avanzada con pantalla táctil, luz y utilidades como diccionarios, traductor, etc. ¡la frikiadicción y tal! Me es muy cómodo para leer los pesados ‘tochos Follianos’ , y similares, de novecientas páginas, que me cansaban los brazos al leer encamado y, también, para ajustar el tamaño de letra a estos ojos cansados de lo tanto visto.

Con esto no quiero decir que he abandonado ‘el papel’. Ni mucho menos. Sigo leyendo, acariciando y oliendo libros nuevos y releyendo, regurgitando y deglutiendo los de siempre. Unos pocos ocupan mi mesilla de noche (¡qué antiguo!) en mezcolanza: inquilinos de siempre, mediopensionistas y arribistas con pretensiones. Allegados insidiosos apuestan que entre ellos, los permanentes, seguro que hay un ‘Príncipe’ y probable un ‘Sin Tzu’. Algo hay de cierto… El Principito va y viene según épocas. Sobre guerras no sé nada, o casi…

Un medio pensionista es un Borja. Un cuerdo a imitar en su locura. Su libro, único, lo leo, releo, subrayo y anoto al margen. Pregunto, interrogo, río, niego, afirmo…y me hace pensar siempre ¡y mira que da pereza! Pero ¿Quién permanece impasible ante? : ‘Uno no vino a querer una sola vez ni a querer a una sola persona. Uno tiene que estar donde lo quieran a uno y con quien lo quiera a uno…hay que lograr la capacidad de estar donde se quiera, con quien se quiera, el tiempo que se quiera. Y de poder irse cuando uno quiera, lo cual no es ninguna tragedia’

Y mientras camino con el sobrepeso de los huesos de los santos pero con el alivio de los buñuelos de viento, me digo: ¡qué fácil estar, qué difícil ser!

¡Qué fácil es…!