jueves. 28.03.2024

Correos: Aviso a usuarios… ordinarios

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Hace pocos días leí que Correos vuelve a los beneficios, «el principal motor de crecimiento es la paquetería», asegura Manuel Serrano, presidente de Correos. Me alegra que una empresa tenga beneficios. Por el bien de quienes la conforman -en este caso de los empleados de correos- y siempre que redunde en los usuarios pero… en todos, no únicamente en aquellos que utilicen la paquetería.

Hace hoy trece días un residente en Zaragoza envió una carta «ordinaria» a otro de Madrid. No ha llegado a su destino. El punto de origen aconsejó acercarse a la oficina del distrito de Madrid para preguntar: « Imposible buscar, rastrear, reclamar indemnizar…con una carta ordinaria no se puede hacer ninguna gestión», «Puede haberse perdido en algún punto del trayecto y sería como buscar una aguja en una pajar» y la guinda: « ¿sabe que hay miles de cartas ordinarias perdidas?».

Eso sí, la persona del envío, con más de ochenta años vividos, recibió un trato exquisito, fue provista de sobre adecuado (previo pago, por supuesto), consignada la dirección de destino e informada que tardaría cuatro día en llegar a su destino.

La oficina del previsible destino pleno de amabilidad, delicadeza y consejos: «los envíos mejor certificados, por paquete exprés…».

Siempre he asociado «ordinario» a orden…parece que la asociación no era correcta. Por cierto, el envío tuvo un costo de 5,50 euros, sobre aparte…

¿Soluciones?

Correos tendrá que buscar la que sea necesaria para «poner orden en lo ordinario»…incluso suprimir esa modalidad de servicio si se confirma que produce «miles de envíos perdidos». En el siglo XXI, que todo y todos, está bajo control, no puede andar por libre una carta que, para mayor inri, es «ordinaria».

El usuario afectado ya buscó la suya: Compró un nuevo libro (38 euros)  en sustitución del extraviado por el servicio de correos y lo recibió en casa al día siguiente, sin gastos de envío. Por Amazon, claro.

Correos: Aviso a usuarios… ordinarios