viernes. 29.03.2024

Adivina, adivinanza…

En la cafetería de la Facultad, hace muchos años, conocí a Ruiz Mateos. El amigo común me presentó con un: ‘Santos es psicólogo’, pienso que como advertencia, porque don José María, sin soltarme la mano, y retrocediendo unos pasos, dijo: ‘¡Cómo me gustaría, también, mirar a los ojos de las personas y adivinar su pensamiento!’

Dejo el resto de la anécdota para otra ocasión. Los psicólogos, al menos los colegas amigos próximos y yo mismo, ni somos adivinos ni leemos el pensamiento ¡Menudo marrón sería!

No leer el pensamiento no impide mirar el entorno y con las evidencias observadas, hacer pronósticos.

El 19 de junio pasado escribí, y publiqué en este mismo medio ‘Pronósticos…uno más’. Entresaco unos párrafos para refrescar la memoria: ‘Gobernará el PP con pacto de legislatura de Ciudadanos y abstención del PSOE…Sánchez será la cabeza a arrojar a los electores de su partido…’

Visto lo que estamos viendo y oyendo, aunque mejor hubiera sido no verlo ni oírlo, me afirmo en lo que escribí referido a las segundas elecciones. En este momento los costaleros portan el paso de ‘El derribo de Pedro’, con parada en Ferraz, a la espera de que cesen los tambores y cornetas para el canto de las saetas.

Está por ver, y aquí la cuestión de adivina adivinanza, si Sánchez optará por morir como Sansón, matando, o emprenderá la huida  a ninguna parte como gallo descabezado. Sea el que sea el fin que elija, está muerto, políticamente, claro.

¿Y después de Pedro?

Con seguridad, lo de siempre…y los de siempre. ¡Ay!

Adivina, adivinanza…