viernes. 19.04.2024

Elecciones pasadas, elecciones por venir

El voto no tendrá que ser igual al votar al ayuntamiento, a la comunidad o a las nacionales, eso ya está pasando.

SalvadorSuarezMartinTodos suponíamos que los resultados de estas elecciones iban a estar muy repartidos y que se aproximaba una época de pactos en las administraciones públicas. El resultado ha dejado claro que ese puede ser el futuro de las siguientes elecciones a corto y medio plazo. Esto debería significar una evolución en la forma de votar de la ciudadanía y un futuro del que podríamos vaticinar algunos posibles cambios.

La polarización del voto entre dos o tres opciones parece que está desapareciendo, probablemente las opciones de las personas que acudan a votar serán mayores lo que a su vez hará que los partidos tengan que exponer más y mejor sus propuestas, ya no bastará con definirse en contraposición a otro. Tendrán que definir mejor su público, sus votantes y ajustar bien su mensaje a ellos. El hacer propuestas viables y atractivas será más necesario y no bastará con los votos que arrastra la costumbre de un logotipo.

Seguirán existiendo el voto útil, el voto ganador (Bandwagon), el voto perdedor (underdog), pero el voto será menos influenciable por las encuestas, que ya han demostrado que pueden errar. Además las pequeñas cantidades de votos podrán cambiar completamente un gobierno, por lo que se reducirá la sensación de gran parte de la ciudadanía de que sus votos no significaban nada, ahora habrá  menos excusa para no ir a votar.

El voto no tendrá que ser igual al votar al ayuntamiento, a la comunidad o a las nacionales, eso ya está pasando. No basta con tener una buena marca, aunque  claro que ayuda, pero si la candidatura de un determinado ámbito no tiene un nivel suficiente ya no existirá tanta disciplina de voto como hasta ahora, las famosas olas serán ahora marejadas difíciles de predecir.

Se pensará más a quien votar, ya no basta que un candidato me caiga bien, poco a poco la decisión del voto se vuelve un proceso más exigente donde se prestará más atención a programas, acciones, actitudes, aptitudes y propuestas, las personas serán más exigentes y pondrán estos valores por encima de votar al candidato al gobierno de la región porque es de mi pueblo.

La visión de la ciudadanía deberá pensar de una forma más general, menos localista, no sólo por solucionar el problema de mi municipio debo cerrar mi voto a todos los niveles porque están en juego los derechos e intereses de muchas más personas, tampoco colará prometer una cosa en un sitio y la contraria en otro.

Los buenos equipos se situarán por encima de los personalismos y egos de vender sólo al cabeza de lista como si el resto no fuera a gobernar, lo que debería provocar listas más compactas, más capacitadas, mejores equipos por encima de ambiciones personales.

También cambiarán las cosas después de las elecciones, los pactos y las negociaciones han sido y serán más transparentes, los partidos y candidatos deberán ser más cuidadosos al decir de esta agua no beberé. La actitud deberá ser de más debate, consenso y propuestas si se quiere llegar luego a pactos creíbles.

Puede ser, o espero, que estos pactos hagan más difícil volver a gobernar a quien lo haga mal. Los gobiernos elegidos deberán preocuparse mucho más de rodearse de personas capaces y de llevar a cabo mejores políticas, ya que las posibilidades de formar gobierno serán más, por lo que sería más fácil buscar opciones de cambio.

Todo podría resumirse que con más atención y participación de la ciudadanía, aumentando el nivel de exigencia, las estructuras de los partidos y las personas que participan en política deberán intentar subir el listón, no bastará el discurso fácil, no bastará prometer sin intención de cumplir y no bastará llegar a gobernar para olvidar lo prometido. Los votos descontentos castigarán responsablemente a quienes no cumplan o se desvíen, por lo que las mentiras y las promesas vacías, lo tendrán más difícil para prosperar.

Claro, que todo estos son cambios a positivo, podríamos nombrar también posibilidades negativas, por ejemplo personas que demostrando los votos que han hecho un mal trabajo se cuelen en gobiernos quedando como vencedores con un pésimo resultado o que partidos con poco criterio gobiernen pactando lo que sea,…también otros muchos de los cambios que nombro son casi utópicos.

En realidad estos cambios que he descrito son los espero que lleguen. Realmente no sé si lo harán, este artículo es casi más una lista de deseos que una predicción, en este caso soy optimista. Espero que al menos algunas se cumplan o si se vaya por ese camino,  porque parecen viables con la situación actual, porque parece que podrían llegar, podríamos estar en camino hacia una democracia más madura, más pensada, más sólida…y también por buscarle una pega más complicada, que obligará a la sociedad en su conjunto a prestarle más atención y cuidado, pero vale la pena que hagamos el esfuerzo.

Elecciones pasadas, elecciones por venir