jueves. 28.03.2024

Fórmulas alternativas al sistema tradicional de educación

En el anterior artículo hablamos de las seis leyes, seis (como toros a lidiar), que durante esta etapa demócrata en España se han promulgado para “mejorar la educación”. Los buenos resultados que se pretendían con tanta ley salida de la chistera gubernamental, no se han visto por ninguna parte. Decíamos que la educación, tal como la concebía el gobierno del PP, iba encaminada no tanto a educar cuanto a adecuar a los niños y jóvenes a sus intereses y valores, fundados en el nacionalcatolicismo. Apuntábamos la aberración en los centros públicos de imponer la religión como asignatura importante, entre otros temas desechables, no tanto como enseñanza cuanto adoctrinamiento. Y decíamos que tales leyes no han contado con el mínimo consenso, ni político, ni social, ni profesional. Y así nos va.

Sin abundar en esta ceguera de gobernantes guiados por la estupidez y la prepotencia, y para evitar acciones indiscriminadas de tan patético calibre en próximos gobiernos, sería bueno recordar a la administración que surja de estas próximas elecciones, que la educación es obra de todos, que hay que desechar la imposición sin consenso comunitario y que los planes y leyes educativas no deben servir para coartar sino para enriquecer; que el sistema general no debe ser cerrado, que puede estar abierto a otras iniciativas encaminadas al mismo objetivo, la formación integral de la persona para que sea feliz y consiga su realización en el mundo, aportando a la sociedad lo que anteriormente, mientras dura su maduración, ha recibido. La educación, como obra social, es reciprocidad, y debe acompañar al individuo toda la vida; ser persona es un proyecto inacabable; a medida que crece y desarrolla física e intelectualmente, debería ir aumentando su gusto, aprecio, e interés por la cultura. A su vez, en la doble vertiente de la reciprocidad, debe sembrar ese interés en los demás dando ejemplo de sus ventajas, como la tolerancia que implica todo conocimiento, solidaridad y libertad.“Todos nosotros sabemos algo; todos nosotros ignoramos algo, por eso aprendemos siempre” (Paulo Freire).

Parece ser que el actual sistema lleva no sólo al fracaso escolar, sino al fracaso social. Justo y saludable es reconocerlo, y abogar por un cambio que no se limite a nuevas leyes, sino a la investigación de nuevos caminos. Nuevos caminos que atañen no tanto a su novedad, pues se han recorrido ya, sino a su adaptación a los intereses de una sociedad cambiante y global.

SISTEMAS ALTERNATIVOS

No será por falta de iniciativas que, a pesar de pretender los gobiernos adecuar la educación a sus intereses, como el principio que la infundió, han venido desarrollándose contra viento y marea,  contra la clara oposición o tolerancia “sui generis” de los diferentes gobiernos, a lo largo de este último siglo. Algunas dieron buenos resultados y otras se mantienen y deberían ser apoyadas porque, pese en algún aspecto a su mala fama, no implican atentados contra el sistema por más que algunos así pretendan pintarlas. No hay que remontarse lejos, ni en el tiempo, ni en la geografía. Algunas de estas iniciativas, que se alejan del común proceder, siguen dándose en nuestro país, poco reconocidas y duramente criticadas, como suelen ser las iniciativas que acaban de nacer o no se ajustan a los prejuicios que la mayoría toma como ley inamovible o comportamiento correcto.

Buenas experiencias ha habido al respecto, incluso en España, no solamente con la puesta en marcha de la famosa y tristemente olvidada y a veces denostada Institución Libre de Enseñanza, la ILE, que tantas mentes preclaras, y creativos dio a nuestra patria y al mundo entero, pintores, poetas, literatos, cineastas... conformando lo que se ha dado en llamar el “Siglo de Plata”, rememorando aquel otro Siglo de Oro que engrandeció este país a la vanguardia casi siempre de la cultura y la libertad mundial.

Estas escuelas alternativas tratan de poner en práctica sistemas con partes de innovación, cuando no ruptura, para ofrecer soluciones a las insuficiencias y a los aspectos mejorables de la mayoría de los sistemas educativos en su doble vertiente de enseñanza-aprendizaje. Partiendo del concepto de “persona”, como espíritu y cuerpo, psíquica y física del alumno, inciden en la formación autónoma y responsable en su totalidad. Muchas de estas corrientes surgieron a principios del siglo XX y pese a las críticas y oposiciones se han mantenido o desarrollado en los mismos parámetros por otras “filosofías” educativas, tanto en Europa como en América, adquiriendo auge a mediados del siglo pasado. Algunas permanecen y han sido reconocidas y premiadas. No son novedad, incluso en España, fueron promocionadas por el gobierno de la República, y los “regeneracionistas”, a partir de principios de la filosofa krausista, como la citada Institución Libre de Enseñanza (ILE), cuyos frutos han dado gloria a la intelectualidad y al arte de nuestro país.

NUEVOS MÉTODOS, NUEVOS CAMINOS

Ya hemos hablado de la filosofía que respecto al sistema educativo preconiza el intelectual brasileño Paulo Freire, al distinguir educación bancaria (horario fijo, jornadas lectivas igual que laborales, situación de opresión local, el aula, y psicológica, los exámenes, temática estanca, la falta de formación integral de la persona, etc), de educación en libertad y autonomía, donde los chicos deciden en consonancia con un orientador, donde nada se impone, por el contrario, todo se fija en el auto-convencimiento.

Junto a este intelectual e investigador de la educación, hay otros contemporáneos que han venido desarrollando esas ideas tanto en la teoría como en la práctica. Citaremos a una mujer pionera en esta lides: María Montessori y su filosofía, conocida como el “Método Montessori” que en algunos países sigue vigente. En su libro afirma: “La Educación no debería ser sólo impartir conocimiento, sino un nuevo camino hacia la realización de las potencialidades”. La labor de esta pedagoga, filósofa y psiquiatra italiana comenzó en Roma en 1907 con la puesta en marcha de la “Casa dei Bambini”. Las ideas donde fundamentaba su trabajo educativo fueron expuestas en el libro publicado en 1912 “El Método Montessori”. Pone el énfasis en la actividad creada y dirigida por el mismo niño junto a la observación clínica de diagnóstico por el profesor. Aboga Montessori por el auto-desarrollo dentro de un ambiente estructurado, donde hay temas de estudio -que no materias estancas- como la educación cívica, las matemáticas o la lengua/literatura, pero dentro de una decisión espontánea y libre del alumno, que no está sometido a un horario estricto, ni se ciñe al espacio constreñido de un aula. Aunque su labor pedagógica comenzó en Italia -debido a la política fascista de Mussolini, tuvo que exiliarse ella y su pedagogía-, su método adquirió gran importancia extendiéndose a los Países Bajos a partir de 1915, y fue adoptado en muchos otros de América, como los EE. UU, Canadá y Argentina en 1913. En las décadas 30 y 40 fue criticado, pero en algunas partes se siguió practicando hasta la actualidad con buenos resultados, como en Finlandia, donde tienen el mejor sistema educativo. 

No se trata tanto de un método cuanto de un modelo educativo, es decir, no se trata tanto de organizar unas actividades concretas -deberes, lecciones- para obtener resultados -la nota final-, cuanto de una concepción filosófica de la  enseñanza-aprendizaje y de la relación personal entre el educador y el educando, y su finalidad social. A este método se le ha llamado “Filosofía Montessori”, y en algunos países, como la República Argentina, ha venido aplicándose desde comienzos del siglo XX, quizá por eso ese país del cono sur fuera, a pesar de los militares y sus golpes constantes, un ejemplo de buenos resultados educativos que se mantienen actualmente en muchos aspectos. La labor de la llorada Evita tuvo mucho que ver en la creación de escuelas.

Método SUMMERHIL de  Neill. Es una de las escuelas pioneras dentro del movimiento de “Escuelas Libres” fundada en 1921 por A. S. Neill. Se llama así por el lugar donde comenzó en el sur de Inglaterra... Tuvo sus críticas, lógicas, frente a una pedagogía basada en el autoritarismo y la férrea disciplina en la que el castigo estaba a la orden del día. Su pedagogía es antiautoritaria. Todavía sigue funcionando dirigida por la hija de Neill. Sus basamentos se resumen en la felicidad como máxima aspiración de la educación. El amor como base de convivencia. Ausencia de castigos, y reprimendas, y la asamblea como órgano de gestión. Los alumnos son libres, no tienen horarios y pueden escoger la actividad que crean conveniente.

Quizá sean los métodos alternativos más extendidos y conocidos. Hay otros, cuya reseña haremos brevemente. Son: Kumon. Waldorf, Doman.

El método Kumon es una pedagogía del japonés Toru Kumon que comenzó a practicar con su hijo en la enseñanza de matemáticas y lectura. Su objetivo es adquirir hábitos de estudio.

El Método Waldorf es una idea del austriaco Rudolf Steiner, fundamentada en la capacidad de los niños para imitar, imaginar y experimentar. 

El Método Doman: Surgió a finales de los años 50 ideado por el norteamericano Glenn J. Doman, enfocado sobre todo a la lectura en niños pequeños. Para aprender a leer no utiliza el método silábico habitual (la m con la a, ma...), sino que cree que el niño ve todo en bloque, y las letras y palabras forman una figura que si son grandes las identificará en su sonido antes de los tres años. Así lo expone en su libro  “Cómo enseñar a leer a su bebé”. A la vez que aprende, se divierte junto al padre o la madre en un juego cotidiano y atractivo.

MÉTODOS ESPAÑOLES Y NUEVAS ESCUELAS

España no ha sido ajena a estas nuevas corrientes, que han seguido y en muchos casos han ideado otras nuevas que están en práctica en algunos lugares de nuestra geografía. Otras se han olvidado, enterradas, por la dictadura franquista, aunque sus rescoldos siguen alentando nuevos caminos donde en el proceso de enseñanza-aprendizaje prima la educación en libertad.

Una de las primeras alternativas al sistema educativo surgió en Barcelona recién nacido el siglo XX.

Se llamaba “Escuela Moderna”, fundada en 1901 por el pedagogo y librepensador, Francisco Ferrer Guardia, que más tarde sería injustamente condenado a muerte por anarquista. Mataron al hombre, pero no la idea, que sigue viva en algunos lugares de España, no sólo en Cataluña. El objetivo era, según sus propias palabras: “educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva”. Impartía una enseñanza mixta, inconcebible en aquellas fechas, y en cierta manera anticlerical, que le llevó a tener que arrostrar la antipatía de la Iglesia, y a su eliminación por el Estado.

Insistía el pedagogo Ferrer en el equilibro con el entorno natural y el respeto y comunión con el medio ambiente... Desaparecían los exámenes, los premios y los castigos....

De Cataluña, al país Vasco, con la Amara Berri Eskola Publikoa, puesta en práctica por los jesuitas en Durango en 1972 a partir de la concepción que del proceso de enseñanza-aprendizaje tenía la maestra Loli Anaut, su impulsora. Empezó con una fase de experimentación en Donostia, haciendo hincapié en el fenómeno de la globalización y su incidencia e integración en el sistema educativo: “La globalización como proceso vital dentro de un sistema abierto”, título de uno de sus ensayos. Actualmente hay más de 20 centros repartidos por España, en Cataluña, Navarra, Zaragoza... En 1990 fue declarado Centro de Innovación Pedagógica por el Gobierno Vasco.

La base de este método educativo es la simulación de la vida cotidiana, semejante al proceso de enseñanza-aprendizaje de los idiomas que se ha dado en llamar “situaciones comunicativas reales”. Juego e imitación de las actividades de la vida diaria. Se mezclan edades y se apuesta por la diversidad como una actividad enriquecedora y solidaria: yo aporto y tú me aportas. Aprenden sin libros, su principal material didáctico es la mediateca, desde la prensa a los medios audiovisuales, incluido Internet, como elemento de consulta, investigación y trabajo. Los mismos alumnos confeccionan sus periódicos y programas de radio y televisión.

Otro centro innovador que también cosecha éxitos y premios es el centro ubicado en Galicia, en un pueblo pontevedrés, conocido ya internacionalmente, llamado O Pelouro.

Surgió hace más de cuarenta años, en plena dictadura, y sigue en funcionamiento, aunque le ha costado mucho trabajo, esfuerzo y papeleos ser reconocido. Sigue estos parámetros alternativos aplicados a niños diferentes, pero se ha ido ampliando. Sus resultados con discapacitados son notables. Está en la aldea pontevedresa de Caldas de Tui; fundada en los 70 por un matrimonio de pedagogos y médicos, es pionera en la integración infantil de niños con problemas. Su lema es vivir la diversidad, en ella hay niños con problemas tanto de deficiencia como superdotados y normales. No hay horarios ni asignaturas aisladas. No sólo el innovador sistema ha sido reconocido por su labor sino que ha recibido galardones internacionales.

Ha habido otras experiencias a lo largo del siglo pasado en nuestra península, algunas han desaparecido, como las escuelas campesinas de Asturias anteriores a la dictadura, o las Escuelas Campesinas de la zona de Barco de Ávila, que surgieron al inicio de la democracia en la parte norte de la sierra de Gredos, copiadas de las antiguas escuelas de Asturias en tiempos de la República. Tuve la suerte de participar en sus últimos días en alguna de sus actividades, invitado por sus fundadores, un grupo de curas a los que tacharon de “comunistas” por querer acabar con el analfabetismo, y sobre todo con los intermediarios de las judías, cuya denominación de origen es lo único que ha quedado de una pedagogía integral, acorde con el medio ambiente, dignificando la labor del campesino y su importante papel social. La pequeña escuela, que luego derivó en albergue para recuperar la ecología del hermoso y rico entorno, agrupaba a chicos y grandes en una enseñanza total, donde al lado de literatura se enseñaba agricultura y ecología, con charlas y clases impartidas por profesores especialistas en la materia venidos de todas partes. No queda más que eso, la Denominación de Origen que ellos, el grupo Aravalle -hermoso lugar- consiguieron a base de enfrentamientos con el gobierno de Aznar, y también con la jerarquía eclesiástica. La denominación de “Judías del Barco de Ávila”, que si eran famosas en su tiempo, a partir de los años 80 acabaron con el fraude y bajo esa denominación se venden autentificando su origen. (Hace poco me he enterado de que uno de sus componentes y promotores, José María Arévalo, que luego marchó para África, acaba de fallecer. R.I.P).

Finalmente, una “escuela libertaria” se esta instalando estos días en UGENA, pueblo del norte de Toledo, en el límite con Madrid que, en este próximo curso (2016-17), trata de abrirse camino en una tierra donde los prejuicios educacionales están a la orden del día. Espero que triunfen y encuentren en la administración el apoyo que necesitan para abrir nuevas vías educativas. Vías que no suelen darse en nuestra sociedad porque los padres tienden a preocuparse más por su calificación académica que por la felicidad que puedan tener en el centro, fruto todavía de la psicología antigua que decía que “la letra con sangre entra”.

Espero asimismo que el próximo gobierno que surja de las urnas no preste oídos sordos a estas y otras iniciativas innovadoras, y trate de consensuar con la comunidad educativa el mejor plan para lograr un mundo mejor, logrando personas mejores y libres.

CC OO ha elaborado un documento interesante en el que destaca algunas de las ideas que aquí hemos expuesto de manera genérica. Como colofón, atendiendo a este amplio informe del sindicato, elaborado por técnicos y sectores implicados, hay que apuntar algo que en el mismo se destaca como punto fundamental: la cooperación entre el mundo del trabajo (empresas, investigación...) y la educación. Nuevas capacidades para nuevos empleos, evolución de las tecnologías y cambios sociales.

No puede un gobierno dar la espalda a estos trabajos. Debe consensuar cualquier plan educativo que trate de implantar. Consenso con todo el sector educativo, que no es ni más ni menos que la propia comunidad. No será porque no le ofrezcan ayudas y alternativas. Acabarán, seguro, los fallos del sistema español; y el fracaso escolar... Incluso el paro.

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