jueves. 28.03.2024

Florentino, España y Lopetegui

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Tanta política me obliga a hablar de fútbol que para eso está el Mundial de Rusia. ¡Quién lo iba decir! ¡La roja jugando donde los rojos!  

No pienso hablar de política. (Empiezo diciendo lo que dice mucha gente). Voy a hablar de fútbol. Es de lo que habla la gente. Ante tanto acaloramiento, prefiero un  tema banal que nada tenga que ver con tanta política como hemos tenido que sufrir durante estos últimos meses. Que si tramas, corruptelas, juicios, dimisiones, imputaciones, investigaciones, registros, listas de listos, mociones,  encarcelamientos, manifestaciones, y un largo etc, de noticias políticas y robos de guante blanco para dinero negro, que empiezan muy abajo, en la Casa Consistorial, y acaban muy alto, en la Casa Real. Tanta política me obliga a hablar de fútbol que para eso está el Mundial de Rusia. ¡Quién lo iba decir! ¡La roja jugando donde los rojos!  

No crean que es un simple juego de palabras. Hay gente que no quiere. Gente muy patriota, que se declara patriota, pero se la juega a la roja para que no juegue. O juegue bajo presión. O juegue sin entrenador... Gente que está a la que salta. Que se convierte por un día en protagonista de las noticias. Aunque había personajes de noticia de portada, Urdangarin, y su condena a la cárcel; la armada selección invencible... llegó un personajillo con gafas y voz de chatarrero, y acaparó todo, prensa y televisión, y la armó, mejor dicho, desarmó la armada invencible con el riesgo de que se torne vencible, o al menos más débil al quedarse sin su caudillo. Todo un patriota. Llegó él haciendo florituras con el dinero, y ¡hala!..  ¡Ni mundial ni pelotas!

Las florituras de Florentino

Está comprobado que hay gente que se mete en política para medrar en la escala social. Hay excepciones, pero son los menos.  Uno de estos personajes es el actual presidente del Real Madrid, Florentino Pérez Rodríguez, una de las fortunas más grandes de España, lograda a través de sus relaciones políticas que se incrementaron desde que fue concejal del ayuntamiento de Madrid en  la primera legislatura democrática. De ahí pasó a Presidente del Real Madrid, de cuyo palco salen sus invitados con un pie puesto en alguna administración, pero no de curritos, sino de directores generales, incluso presidentes de gobierno, diputados y alcaldes. Es la mano larga de un presidente de grandes empresas como ACS y el club más competitivo, que se declara patriótico, pero por dinero y poder, la única idea que tiene en la cabeza, y por ella, capaz de traicionar a su patria. ¡Ah! ¡La patria! Se le llena la boca, como a tanto facha que pulula por las grandes decisiones de este país, con la marca España y la patria España y la nación... y la furia de España... Pero a la mínima suelta la puñalada trapera para cumplir sus intereses. Sus intereses empresariales, ni siquiera los del Club, que también sacrifica en aras de mantenerse al frente en las noticias de los medios. Su afán de protagonismo no tiene límites. Si tiene que dejar cadáveres por el camino, no le importa, vendrán sus secuaces, que tiene muchos, a recogerlos y eliminarlos. Y la gente lo aplaude y lo admira. Espero que  partir de ahora sepamos todos, aficionados al fútbol y no aficionados, que personajes como este influyen mucho en la sociedad. Así nos va.

Roba el caudillo a España

Nunca como en esta ocasión estaba tan preparada la selección española para afrontar un mundial, con unos jugadores jóvenes y veteranos en una combinación que ya quisieran otros países. La selección española de fútbol, antiguamente denostada que no despertaba interés alguno, porque nunca ganaba o tenía que depender de lo que hicieran otros equipos, haciendo cábalas para superar fases y al final resultar eliminada, desde hace unos años había logrado unir en un espíritu común a todos los españoles que la veían como propia, y ella respondía entusiasmándonos. No era dinero tirado (porque la selección la pagamos todos). Con esa ilusión esperaba el partido que horas después había de enfrentarla, nada menos, que al vecino Portugal, campeona de Europa. Había esperanzas de ganarla. Nosotros tenemos once estrellas, humildes, pero unidas, y Portugal sólo una, vanidosa y egoísta. Y un equipo no se hace con una o dos estrellas. Véase Argentina. Y menos aún en el fútbol, aunque puedan resolver algunos partidos a favor.

Se habían acogido a la voz de un caudillaje que ha sabido guiarla en su camino con resultados fantásticos. Su nombre, Julen Lopetegui, ex entrenador de la selección, y entrenador actual del Real Madrid desde el 14 de junio. No sé si le quedará honor a este antiguo portero que no ha sabido parar la pelota lanzada de manera torticera por el maquiavélico presidente del Real Madrid. Debe ser un honor para cualquier entrenador dirigir una selección, y mayormente si es la de tu país, donde eres objeto de todas las miradas, que por otra parte, pagan, y a las que sólo por eso, se les debe honestidad y respeto. Es cierto que el entrenador de una selección corre muchos riesgos,y puede quemarse si no marcha boen. Que está en menor contacto con  los jugadores, etc., y no dispone de jugadores fichados a golpe de talón y no de balón, como en un club. Se sabe que la oportunidad de entrenar un club como el Real Madrid, el de mayores trofeos de todos los de mundo, es una oportunidad que se presenta una vez en la vida. Y que da prestigio... Y que paga mucho más que una selección, pero...

Se habían comprometido él y España en entrenar durante tres años, con un contrato renovado pocos días antes, sin esperar a si fracasaba o ganaba el mundial para ofrecerle seguridad. Y ahí está el el busilis del señor urdidor: Como Zinedine Zidan le mandó a la mierda -que hay gente que no se rinde ante el poderoso- se quedó de la noche a la mañana sin estrella, y después de tantear a otros, y negarse, recurre a donde peor podía recurrir con una faena que ya quisieran muchos toreros. Pero él ni es torero, ni na, solo un oportunista a destiempo. Para remate, no podía esperar a que acabara el mundial, por si fracasaba Lopetegui, y quedarse sin poder presentar el bombazo de un entrenador perdedor a su club. Y Lopetegui se vio con 15 millones en la mano, que frente al millón y la prima de casi otro millón, aceptó aun a costa de ser despedido por la Federación. Por su deshonestidad. Porque no se puede jugar a dos barajas y venderse en fecha tan crucial de la noche a la mañana, sin importarle nada más que el dinero, y peor, cuando el dinero no te hace falta. Y no vale echar balones fuera, es decir, la culpa  a la Federación y otras tonterías para justificar lo injustificable. No sé si habrá influido esa maniobra de un dictadorzucho para que España no metiera más goles a una selección basada en las carreras de un “madeiro”, y al resto de equipos, y tener asegurado su pase a octavos.

Para acabar, no seguiré hablando de política, sino de sexo y violación, que da más morbo y atrae lectores... Por cierto, que “la manada” vaya a la cárcel en manada. ¡Qué vergüenza!

¿Y todo esto, Florentino, la selección y la injusta justicia, no es también política? Chi lo sa. 

Florentino, España y Lopetegui