sábado. 20.04.2024

¿Y si el PP peleara contra el virus?

La pandemia está descontrolada en Madrid. El sistema sanitario está desbordado en Madrid. Las cifras de contagiados, hospitalizados y fallecidos en Madrid se encuentran a la cabeza de España y de Europa.

Pero el PP gobernante en Madrid prioriza la pelea contra el Gobierno de España sobre la pelea contra el virus.

Y la ciudadanía madrileña se debate entre la preocupación, la perplejidad y el cabreo.

Una frase de Isabel Díaz Ayuso, presidenta popular de la Comunidad de Madrid, ha encogido el alma de quienes habitamos esta región: “No se trata de confinar al 100% de los ciudadanos para que el 1% se cure”.

La tentación de achacar la gravedad de la situación al “todos son iguales” es intensa y se puede entender. Pero sería injusto. El Gobierno de España lucha contra el virus. El Gobierno de Madrid lucha contra todos, antes que contra el virus.

El PP madrileño ha emprendido batallas contra los servidores públicos en la sanidad y en la educación, que han comenzado el otoño con sendas huelgas y movilizaciones por lo precario de su situación laboral. Se ha peleado con los científicos, cuyas recomendaciones son ignoradas entre sonadas dimisiones.

Han protagonizado pulsos públicos con los alcaldes de municipios confinados sin explicaciones y sin recursos sanitarios. La oposición parlamentaria ha sido sometida al apagón informativo, a la negación de las comparecencias, al cerrojazo legislativo y hasta a la prohibición inaudita del voto a los diputados y diputadas electas.

Se ha denostado a los medios de comunicación que publicaban informaciones críticas. Se ha acusado explícitamente a las feministas de propagar dolosamente el virus en sus manifestaciones por la igualdad. Incluso se airean contradicciones insalvables con el socio de coalición gubernativa, día sí, día también.

El PP madrileño pelea contra todos, menos contra el virus.

La pelea prioritaria, claro está, es contra el Gobierno de España. Pareciera como si el éxito o el fracaso del equipo popular en la Puerta del Sol dependiera más del resultado de sus pulsos con Moncloa, que de los datos de contención de la COVID-19 y la salud de la ciudadanía madrileña.

Cuando el Gobierno de España escalaba medidas en abril y mayo para contener los contagios, el PP se oponía reivindicando “libertad”. Cuando el Gobierno de España desescalaba medidas para acceder a una nueva normalidad controlada, el PP se oponía negando su voto a las últimas prórrogas del estado de alarma.

Cuando el Gobierno de España promueve una nueva escalada de medidas para hacer frente a la segunda ola de la pandemia, el PP se resiste y acude a los tribunales.

Y no duda en caer en las contradicciones más absurdas y evidentes. Como cuando Pablo Casado atribuye al Gobierno de España el “mando único” contra la pandemia, al tiempo que Díaz Ayuso denuncia la “invasión de competencias autonómicas” en relación a la misma pandemia.

O cuando García Egea miente con descaro al atribuir “más del 80% de los contagios en esta segunda ola” a la llegada de viajeros por el aeropuerto de Barajas, mientras los propios datos de la Comunidad de Madrid sitúan ese porcentaje por debajo del 0,5%.

O cuando Díaz Ayuso y Martinez Almeida llevan el escenario político madrileño al esperpento, combatiendo las medidas restrictivas de la movilidad impulsadas desde el Consejo Sectorial de Salud, al dictado de los científicos, al tiempo que hacen llamamientos públicos a la población para que no viaje durante el fin de semana.

Un poco de sensatez y responsabilidad, por favor. Centremos todas las energías en combatir al enemigo común, el virus.

Es lo que ha hecho, lo que hace y lo que hará el Gobierno de España. Ojalá fuera con la colaboración de la Comunidad de Madrid. Hay muchas vidas en juego.

¿Y si el PP peleara contra el virus?