jueves. 28.03.2024

Ciudadanos es un partido de derechas

No es lícito es que un partido de derechas, por renovado y moderno que se considere, intente hacerse pasar por lo que no es.

Un nuevo partido de derecha constitucional es lícito y legítimo. Desde hacía tiempo, un buen número de españoles con ideología conservadora echaban de menos una opción de derecha europea, actualizada y aparentemente ajena a las prácticas clientelistas y corruptas con que se vincula al Partido Popular. Lo que no es lícito es que un partido de derechas, por renovado y moderno que se considere, intente hacerse pasar por lo que no es.

Ciudadanos no es un partido de centro, ni reformista, ni mucho menos progresista, como sostiene su máximo dirigente en un intento de pescar en todos los caladeros posibles. Ciudadanos es un partido de derechas, tal y como demuestra por sus hechos y por sus propuestas. Un partido legítimo, con posicionamientos políticos legítimos, pero un partido de derechas, con posicionamientos políticos inequívocamente de derechas.

Sus hechos son muy evidentes. Ciudadanos ha administrado los votos y la representación institucional que obtuvo en las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo como corresponde a un partido de derechas. Allí donde ha tenido la oportunidad de elegir, ha elegido siempre sumar fuerzas con el Partido Popular.

En la Comunidad de Madrid, el partido de Rivera pudo elegir entre sumar sus votos con el PP para hacer presidenta a Cristina Cifuentes y su programa de derechas, o sumar sus votos con PSOE y Podemos para hacer presidente a Ángel Gabilondo y su programa de izquierdas. Ciudadanos eligió apoyar al PP presidido por Esperanza Aguirre, el PP de las privatizaciones y los recortes, y el PP de los casos Gürtel, Púnica y Gestapillo.

Exactamente lo mismo sucedió en Murcia y La Rioja. En ambos parlamentos autonómicos podían formarse dos mayorías bien distintas: una liderada por el PP, y otra liderada por el PSOE. Y tanto en Murcia como en La Rioja, Ciudadanos eligió sumar sus escaños a los de los diputados del PP para investir sendos presidentes de derechas. Hay quienes contraponen el caso andaluz. No es válido. En Andalucía solo había un gobierno posible, el socialista. La suma de los votos del PP, Podemos, IU y Ciudadanos no era una alternativa viable.

Por tanto, los hechos son los hechos. Cuando el partido Ciudadanos ha podido elegir entre apoyar opciones de gobierno de derechas y opciones de gobierno de izquierdas, siempre ha elegido apoyar a la derecha. Porque es un partido de derechas.

Es un partido de derechas por sus hechos, y también por la carga ideológica implícita en muchas de sus propuestas más emblemáticas.

Rivera y sus gurús económicos han propuesto la implantación del contrato laboral único, que es una vieja reivindicación de los economistas más neoliberales y derechistas de España y de Europa. El contrato único equivale al contrato único temporal y precario, y supone la eliminación factual del contrato indefinido, más conocido como contrato “fijo”. Convertir a todos los trabajadores en trabajadores temporales y precarios es una propuesta legítima, pero no es de centro ni progresista. Es de derechas.

Ciudadanos ha propuesto combatir el déficit fiscal de las Comunidades Autónomas ofreciéndoles margen competitivo para establecer copagos en la prestación de servicios públicos. Esto es: si una comunidad ofrece a sus ciudadanos una prestación sanitaria que vaya más allá de la cartera básica, como pueden ser las prótesis, el transporte sanitario o ciertos medicamentos, la administración autonómica se vería obligada a financiar tal prestación cobrando nuevos copagos a los ciudadanos. Igual ocurriría con la educación no obligatoria, como la enseñanza superior universitaria: vía libre para subir las tasas. ¿Lícito? Sí, pero de derechas.

El partido Ciudadanos, que se autocalifica de centrista, ha apoyado al PP en su negativa a extender la atención sanitaria universal para los inmigrantes sin permiso de residencia. El derecho humano básico a recibir auxilio en la enfermedad, se haya nacido donde se haya nacido, puede ignorarse y puede combatirse. De hecho, se ignora y se combate. Pero esta no es una opción progresista, sino de derechas.

Rivera, Garitano, Torres y compañía defienden simplificar los tipos de IVA a tan solo dos, elevando el actual tipo super-reducido del 4% al 7%. Esto supone casi duplicar la imposición indirecta sobre artículos de primera necesidad, como el pan, la leche, el queso, los huevos, la verdura, los libros y las viviendas de protección oficial, por ejemplo. ¿De izquierdas? No. ¿De centro? Tampoco.

Ciudadanos se manifiesta en contra de las diversas rentas mínimas frente a la pobreza que han puesto en marcha varias administraciones, y que han sido propuestas desde el PSOE hasta los sindicatos para su generalización. Ellos proponen sustituir tales rentas por unos “complementos salariales”, destinados exclusivamente a quienes ya perciben rentas, pero son insuficientes. Insolidario y de derechas.

Plantean también legalizar la prostitución, para respetar la libertad individual y porque “regular dicha actividad permitiría recaudar hasta 6.000 millones de euros”. El primer argumento ignora deliberadamente que la prostitución se ejerce hoy de forma mayoritaria en condiciones de explotación y violencia contra las mujeres. El segundo argumento es simplemente indigno. De derechas.

¿Su modelo de televisión pública? Ciudadanos acaba de acordar con el PP de la Comunidad de Madrid mantener el modelo vigente en Telemadrid, símbolo donde los haya de la televisión sectaria y al servicio del poder. Con la derecha, de nuevo.

¿Imagen cuidada? Seguro. ¿Nuevos? No tanto. ¿De centro progresista? Ni hablar. Son de derechas. Que nadie se equivoque.

Ciudadanos es un partido de derechas