jueves. 28.03.2024

¿Qué será lo que tiene el negro?

Ya entonces, no sé cuándo, lo preguntaba una canción que se convirtió en popular.

Ya entonces, no sé cuándo, lo preguntaba una canción que se convirtió en popular. Madre, ¿qué será lo que tiene el negro? A lo mejor entonces, no sé cuándo, era verano y el negro servía para que alguien triunfara y recolectara dinero para pasar el invierno. La picardía del negro servía, y eso era lo importante: utilizar su capacidad de ser utilizarlo para que el verano poblado de bikinis se poblara de un falso miedo atractivo, picaresco, provocador que diera lugar a llamar a la madre sin mayor deseo de que alejaran al negro que jugaba a meter mano donde se temía-deseaba que metiera mano.

Hubo otro entonces, no sé cuándo, que anunciaba la llegada del negro. ¿Se acuerdan?  “Ya viene el negro zumbón…” cantando alegre…no recuerdo qué. Pero evidentemente lo de zumbón no podía aplicarse a nadie más que a un negro. Por Goya, Serrano, Sierpes o Génova no van los negros zumbones. Van los embajadores con chofer-sirvienta-de-cofia-uniforme, los campeones que firman autógrafos, los actores guapos que se hacen fotos. Los que meten mano, los-sin-papeles-top-mata-ilegales compran el pan en Lavapiés y en Lavapiés huyen de la policía porque la ley es igual para todos, porque la ley está para cumplirse, porque hay un orden establecido, porque han venido a quitarnos el trabajo, porque son los culpables del paro, aunque algunos culpan a la reforma laboral y es mentira, porque algunos tienen la manía de achacar a Rajoy lo que Rajoy no ha hecho, ni Báñez,  porque ella ha levantado España con la ayuda de la Blanca Paloma. A lo mejor para eso ha venido el negro, mami, y no para lo que algunos imaginan, no para cantar el alegre compás,  porque él es un zumbón sin más.

Hubo otro entonces, no sé cuándo, que existió Ana Mato. Y le cantaba lo del negro en los cumpleaños-gürtel con globos y confetis. Se abstrajo del ébola, se inhibió de su ministerio de sanidad porque no lo creía importante. Pero dedicó toda su energía en averiguar qué es lo que quería el negro. Y lo sitió por el cáncer, la cardiopatía y la nefropatía. Les quitó la sanidad. Los desnudó de su derecho a vivir y lo arrinconó en su derecho a morir. Morir es un derecho reconocido y su conciencia cristiana no le permitía arrancarle ese derecho universalmente aceptado en consonancia con la Unión Europea e incluso la ONU.

Y llega el ahora. Presupuestos sociales-electorales. A España no la conoce ni la madre que la parió, que diría Alfonso Guerra. San Mariano ha hecho el milagro y se arrodilla Montoro, Margallo, Cospedal y el desterrado Floriano. Ya hemos vencido la crisis que nos legó Zapatero. Crecemos hasta el punto de que el FMI y Merkel nos tienen que frenar porque amenazamos con volver a poner a Rato al frente del dinero del mundo y a Wert-novio-marido-embajador que estás en los cielos al frente de Europa.

Y llega el ahora, este pre-futuro-elecciones. Ahora es el alzad los brazos, hijos del pueblo español, que empieza a resurgir. Mariano ha tardado cuatro años en profundizar y averiguar qué es lo que quiere el negro. Y manda que los negros, además del derecho a morirse, tengan la posibilidad de ser artríticos, padecer una EPOC, o sufrir diabetes. Rajoy se hace selfies, besa a niños con mocos y ha puesto en su despacho la foto de Aguirre abrazada a una negra.

El ministro de Sanidad no lo tiene tan claro. El secretario de estado dice que si se atiende a los negros, los consejeros respectivos lo pagarán con su patrimonio. Y en esto que llega Don Limpio. Fregó Badalona de rumanos que delinquen, de musulmanes que rezan, de gitanos que recogen chatarra, de mujeres que esconden sus caderas en faldones largos, de niños que sólo son niños.  Don Limpio limpió Badalona. Vaya usted a un pueblo. Reúna a todos los delincuentes-extranjeros o extranjeros-delincuentes porque esto es capicúa, ponga dos metros de Don Limpio y los nacionales disfrutan otro 1.492 con Isabel-Albiol-Fernando. Badalona es la nueva Granada sin Alhambra ni Generalife y sobre todo sin el Sacro monte gitano. La primera medida que Albiol tomará si gana las elecciones, será derogar la medida social (reparen en las dos palabras juntas) de la asistencia sanitaria y devolverá a los inmigrantes el derecho a morir sin más. Ni siquiera Rajoy el sin-rescate, el sin-recortes, el del mejor-estado-de-bienestar, el que le hizo frente a Merkel, a la troyka, el nunca-presionado, el que presiona-a-al-presidente-de-BCE, el que reconoce el derecho sanitario para todos, porque a todos hay que inyectarles el miedo a otros partidos, el del equilibrio, el de la estabilidad, el del conjunto de todos los bienes sin mezcla de mal alguno-como-el-cielo-de-Rouco, tiene la potestad de llevarle la contraria a Don Limpio.

Cuando hay elecciones,   Aunque la virgen sea blanca,                                         
                                         píntame angelitos negros
                                          que también se van al cielo
                                          todos los negritos buenos

Ahora resulta que no hay que temerle al negro, que el negro tiene derechos, que no tenemos derechos a privarle de derechos, que los votos se vuelven blancos en las urnas, que hemos echado demasiado Don Limpio.

¿Qué será lo que tiene el negro?