viernes. 29.03.2024

El niño, la directora y la Xunta de Galicia

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¿Cómo pudo un niño estar cinco horas “desaparecido” en un autobús escolar? ¿Recibe formación el personal monitor para encargarse del cuidado de menores? ¿Es posible cumplir el protocolo COVID-19 de la Xunta de Galicia para los vehículos escolares sin percatarse de la presencia de un niño de tres años olvidado en el interior de uno de esos vehículos?

Olvidado en el autobús

La mañana del 29 de septiembre, un alumno de 5º de Infantil del CEIP Luis Seoane de Mera en el ayuntamiento de Oleiros (A Coruña)  permaneció olvidado durante casi cinco horas en el interior de un autobús escolar (se había dormido durante el trayecto al colegio).

Ni la persona que iba al cuidado de los menores, ya despedida, ni el conductor, se percataron de la presencia del pequeño. Lo encontró un compañero cuando fue a recoger el vehículo para realizar el servicio de vuelta. 

“Dimisión forzada”

Educación reconoce que la directora no tiene responsabilidad en el suceso, el niño no llegó al centro escolar; sin embargo, según denuncia el alcalde de Oleiros, la inspectora de zona la obligó a escribir de su puño y letra su dimisión en una tensa reunión con representantes del Servicio de Inspección Educativa de A Coruña.

Padres y madres de alumnos, integrantes del claustro, personal no docente y representantes de la Corporación local de Oleiros, se concentraron a las puertas del colegio, de cuyas ventanas y muros cuelgan pancartas de apoyo, para demostrarle que están a su lado

La directora del centro (exdirectora en este momento), María José Ruíz, al ser informada de lo ocurrido priorizó el contacto con los padres del menor para informarles y con la empresa Eliseo Pita, concesionaria del servicio, para pedirles explicaciones. En una entrevista concedida a La Voz de Galicia, asegura que, mientras recababa información sobre el suceso, se puso a disposición de la familia, que estaba en estado de shock, y que en ningún momento pensó ocultar los hechos.

La Consellería de Educación afirma que aceptó su dimisión porque ya no confiaban en ella ya que tuvieron constancia de los hechos después de 24 horas y “por canales no reglamentarios”.

“Yo no quería dimitir, yo no dimití voluntariamente”. Dice la directora.

“María, directora", "Inspectora dimisión"

Ángel García Seoane, alcalde de Oleiros, afirma que María José Ruíz es "Una profesional ejemplar, una gran directora que cuenta con el apoyo total del pueblo de Mera, de toda la comunidad educativa de Oleiros y también con todo mi apoyo como alcalde de Oleiros. Me pondré al frente con todos los vecinos que quieran luchar para mantener a esta persona de directora en el centro”. 

Padres y madres de alumnos, integrantes del claustro, personal no docente y representantes de la Corporación local de Oleiros, se concentraron a las puertas del colegio, de cuyas ventanas y muros cuelgan pancartas de apoyo, para demostrarle que están a su lado. Las frases “María, directora", "Inspectora dimisión" se corearon sin tregua.  Emocionada por las muestras de cariño recibidas y entre aplausos dijo "Este es mi colegio y mi comunidad. Todos veis lo que hay. Yo no quería dimitir, yo no dimití voluntariamente, solo puedo decir eso…".

Más de tres mil personas, avalan con su firma, a través de la plataforma Change.org, una petición dirigida a la Xunta de Galicia solicitando la readmisión de la directora en su cargo. En su petición los firmantes, apoyados por el ANPA ((Asociación de Nais e Pais de Alumnos), hacen constar su dedicación al centro escolar y a los escolares que acuden al mismo e informan que «desde que empezó el curso está todos los días acompañando en el paso de cebra a los niños del colegio, supliendo a la Policía Local cuando esta no puede personarse a las horas de entrada y salida del centro escolar”. 

 La administración es la responsable de la contratación

Los padres del menor denuncian la gravedad de los hechos y exigen a la Xunta que tome las medidas oportunas para evitar sucesos similares y que aclaren si la empresa Eliseo Pita, contratada por la administración, realiza las labores de desinfección a las que se comprometió. Exigen también que los monitores y monitoras encargados del cuidado de los escolares realicen un curso de formación específica para la labor que tienen que desempeñar, que el asiento de cada niño y niña sea el mismo tanto a la ida como a la vuelta, que se lleve a cabo un riguroso control de los menores en el autobús, tanto a la subida como a la bajada, y que se realice una correcta desinfección del mismo. Según fuentes municipales de Oleiros "la responsabilidad del grave suceso ocurrido es de la compañía de transportes y de la persona que realiza las tareas de acompañamiento y cuidado en el autobús, contratados por la Xunta de Galicia".

Jefatura territorial de Educación de A Coruña

Para CIG-Ensino "las actuaciones de esta jefatura territorial responden a un evidente comportamiento caciquil"; Ya en al año 2014 el entonces secretario nacional de la CIG-Ensino denunció "amenazas y cierto espionaje" por parte del actual jefe territorial de Educación de A Coruña, Indalecio Cabana Leira, por reinvindicar el profesorado necesario y estar en contra de los recortes en educación. El sindicato exige la dimisión de Cabana, por el uso improcedente de su cargo público. También CC.OO. Ensino, en julio de este año, demandó su cese «por el desprecio a los representantes legales del profesorado, su falta de talante negociador y la vulneración del proceso de negociación».

Un colegio sin equipo directivo

Los padres consideran que detrás de la supuesta “falta de confianza” está la “inquina" de la Inspectora de Educación contra la directora porque "pide muchas cosas, cumple mucho las normas". El alcalde de Oleiros estudia presentar “una querella contra la Inspección Educativa si no es restituida en su cargo" y denuncia "el abuso de poder, las amenazas, la vejación y las actitudes de épocas antidemocráticas" empleadas por la inspectora y el Jefe Territorial de Educación. Por otra parte, el ANPA en su comunicado de apoyo al equipo directivo hace una clara referencia “a la falta de profesionalidad de Inspección Educativa y, en concreto, de la inspectora a la que le corresponde esa zona". La jefa de estudios y la secretaria del colegio presentaron su dimisión, aceptada por la Xunta, en solidaridad con María José Ruíz. El colegio permanece sin equipo directivo porque las dos profesoras citadas por la administración rechazaron el cargo de dirección.

El niño, la directora y la Xunta de Galicia