Viene siendo habitual (que no normal) en nuestra sociedad meterse con el papel de los sindicatos: que si deben o no hacer esto o aquello, si su misión es esta o aquella, de si deben estar aquí o allá, o si deben opinar de esto o de aquello no… En este último tiempo, incluso, se ha llegado a decir que nos hemos vendido a causas políticas tras lo acontecido en Cataluña. Pero esas opiniones suelen estar trufadas de falsedades o medias verdades. Los ataques al sindicalismo y a los sindicalistas no son precisamente de ahora, han existido siempre, pero eso no puede hacer que nos conformemos.
Si una cosa caracteriza a la Unión General de Trabajadores desde sus inicios hace 130 años es su lucha por los derechos y las libertades de los trabajadores y las trabajadoras. Y es en ese ámbito donde queremos, debemos y tenemos que estar, en el ámbito del progreso y de la defensa absoluta de las libertades y derechos de los ciudadanos y ciudadanas en este país, sin influencia de nada ni de nadie. (En la imagen: cartel histórico de UGT).
Todos aquellos que ahora nos dicen que no nos metamos en política y que nos dediquemos al mundo laboral, olvidan que UGT estuvo al frente de la lucha contra la dictadura franquista (y no solo justo antes de la transición, sino desde el final de la guerra civil) y protagonizamos muchos de los pasos que se dieron en la transición democrática. Tampoco quieren acordarse de que estuvimos al frente de la manifestación que se realizó tras el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981. O que hemos sufrido acosos y asesinatos por parte de la banda terrorista ETA únicamente por intentar defender la paz, la libertad y los derechos de todas y todos los trabajadores del País Vasco, Navarra y el resto de España.
Dejadme recordarles que estuvimos también al frente de todas aquellas manifestaciones que se hicieron contra el terrorismo, tanto de ETA como del Estado Islámico, capítulo más reciente. Y hemos convocado y coparticipado en todas las movilizaciones contra la guerra de Irak que sacó a la calle a millones de ciudadanos y ciudadanas. Y también hemos estado presentes en todas las luchas por la igualdad entre hombres y mujeres más allá del plano laboral, como sucedió este último 8M, y contra la violencia machista.
Y lo hemos hecho porque en UGT nos hemos dedicado siempre a defender los derechos e intereses de todos los trabajadores y trabajadoras. Desde el plano laboral, al político pasando por el social. Es evidente que no somos un partido político. UGT es un sindicato y somos conscientes de ello. Pero hemos defendido, defendemos y defenderemos a los trabajadores y trabajadoras en todos los ámbitos.
Todos aquellos que ahora nos dicen que no nos metamos en política y que nos dediquemos al mundo laboral, olvidan que UGT estuvo al frente de la lucha contra la dictadura franquista y protagonizamos muchos de los pasos que se dieron en la transición
Tened claro que si es necesario reclamar una ley lo vamos a hacer, o si tenemos que promover una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) como hemos hecho en varias ocasiones, también lo haremos (defendimos la Ley contra los desahucios promovida por la PAH o presentamos, recientemente, la ILP de Ingresos Mínimos).
Y obviamente seguiremos luchando fuertemente en el plano laboral, porque hay que recordar que tenemos casi 1 millón de afiliados, y que 1,5 millones de votos han elegido a 90.000 delegados y delegadas que nos representan en miles de empresas. Y es importante tener claro que estamos en múltiples mesas de negociación tanto en las empresas como con la patronal y los gobiernos central y autonómicos, y que negociamos más de 5.000 convenios de manera constante.
Por eso, por esa representatividad que nos otorgan millones de trabajadores y trabajadoras con sus votos todos los días, por los cientos de miles de afiliados que cada mes pagan su cuota para sostener al sindicato y que éste les defienda, por el papel que nos otorga la Constitución y las leyes de nuestro país, seguiremos trabajando por defender y promover los intereses y derechos de los trabajadores y trabajadoras dentro de las empresas y también fuera.
Seguiremos trabajando, luchando y movilizando a la sociedad porque nos importan los problemas laborales de los trabajadores y trabajadoras, y los defenderemos en el ámbito de las empresas y allá donde sea necesario, pero también por los problemas que les afectan como ciudadanos y ciudadanas (políticas sociales, educativas, de vivienda, sanitarias, prestaciones por desempleo, por la pobreza en todas sus facetas…).
Esto es lo que somos y esto es lo que hacemos. Y no vamos a permitir que nadie nos diga a qué tenemos que dedicarnos. Lo sabemos perfectamente. UGT tiene 130 años de historia y experiencia y siempre hemos sabido cuál era nuestro trabajo.