viernes. 29.03.2024

La estrategia es el fracaso

pablo casado
pablo casado

Cuando Cristóbal Montoro allá por el año 2000 pronuncio la frase “que caiga España que ya la levantaremos nosotros” no estaba haciendo una declaración de intenciones, estaba haciendo una declaración de principios, una manera de estar en política.

Diez años después resuenan aquellas declaraciones y en su estela pueden reconocerse perfectamente las que Pablo Casado pronunció en sede parlamentaria en noviembre de 2020 “En Europa ya nos ven como un estado fallido” o las pronunciadas desde el anonimato por un miembro de la dirección nacional de este partido el pasado 17/01/2021“el candidato Illa se va a quemar a lo bonzo”.

Detrás de todas estas manifestaciones se esconde la verdadera estrategia del Partido Popular. Gobernaremos cuando los demás fracasen. La ausencia de cualquier propuesta o proyecto alternativo la evidencian. Cualquier iniciativa política implica la persecución de un logro y el esfuerzo por conseguirlo.

Un logro ha sido en una situación sin precedentes el confinamiento total de la población durante 3 meses para afrontar las consecuencias más duras de la pandemia y conseguir detener su expansión, un esfuerzo máximo como sociedad del que el Partido Popular se borró literalmente desde el principio, lo bombardeó y trabajó para que fracasara. Siempre el fracaso como única estrategia.

Desde ese momento su acción política se ha orientado sistemáticamente en esa dirección, sembrando el desánimo y la desconfianza. Lo hizo cuando intentó que fracasaran las propuestas de España en Europa para que el fondo de rescate fuera lo más sólido posible. Lo volvió a hacer maniobrando para  que nuestro prestigio en las instituciones internacionales se debilitara. Lo hace en cada sesión de control al gobierno en el Parlamento utilizando el insulto y la provocación en todas sus intervenciones.

El Partido Popular no está solo en este empeño, le alienta un universo mediático dedicado a amplificar lo más recóndito y oscuro siempre que contribuya al desánimo general. Es bochornoso comprobar diariamente como medios de información antaño de prestigio están comprometidos con la estrategia del fracaso, rebuscan titulares imposibles de nulo interés general utilizando el desprestigio personal sin ningún pudor, transmitiendo obsesivamente la idea subliminal de que vivimos en un caos y no vamos a ser capaces de salir de él.

Este proceder, político y mediático adquiere especial gravedad en unos momentos en los que el sentimiento de vulnerabilidad se ha adueñado de nuestras vidas de forma inimaginable hace tan solo un año. Nos pensábamos como sociedades inmunes amparadas en la idea de progreso y avance científico sin  límite y la sola mutación de un virus desconocido o un temporal de nieve “inesperado” nos han devuelto a tiempos oscuros de incertidumbre e inseguridad.

Llevamos muchos meses con una enorme sensación de aislamiento y cansancio que nos hace dudar de nuestra capacidad para volver a  nuestra vida de antes a la que ya miramos con nostalgia. Recuperar  la calle como espacio de convivencia seguro, algo que no podíamos ni imaginar hace tan solo unos meses que perderíamos será el siguiente empeño al que estamos convocados.

Para conseguirlo vamos a necesitar primero; un mínimo de sosiego, se hace cada día más insoportable asistir a esta retahíla de declaraciones que solo buscan el enfrentamiento y la fractura social, después;una enorme movilización que restablezca vínculos y complicidades, que nos aproxime por encima de creencias o ideas particulares. Lo conseguiremos seguro, pero la tarea será más ardua si cada día machaconamente Pablo Casado nos recuerda su frase favorita “con nosotros que no cuenten”.

La estrategia es el fracaso