jueves. 28.03.2024

Al carajo la dación en pago

Una de las principales peticiones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) hecha a través de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) como era la de que se contemplara la dación en pago, se ha ido al carajo en las reformas que sobre la Ley Hipotecaria pudiera llevar a efecto el Gobierno. 

“Y sin entrar en aquello de “y tú más”, hay que recordar cuando en aquellas manifestaciones contra el aborto convocadas por los obispos y por el PP se veían aquellas pancartas y aquellos gritos en los que se llamaba asesinos a Zapatero y a los socialistas. ¿Eran Los obispos y Rajoy “proetarras” o “kale borroka”?”

Una de las principales peticiones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) hecha a través de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) como era la de que se contemplara la dación en pago, se ha ido al carajo en las reformas que sobre la Ley Hipotecaria pudiera llevar a efecto el Gobierno. El Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy ha planteado unas enmiendas a la ILP en las que se contempla que de dación en pago nada de nada, pero que en cambio sí se contemplará el que la deuda que quede pendiente después de que se haya entregado la casa por ejecución de la hipoteca se podrá pagar en “cómodos plazos”  incrementándose ese deuda, faltaría más, en el interés legal del dinero hasta el momento del pago total.

El Gobierno “haciéndose cargo” de la maltrecha, más bien nula, economía del desahuciado tiene la intención de establecer una quita del 35% si se paga la deuda pendiente en el plazo de cinco años y si la paga en 10 años tendrá una quita del 20%. Pero no, no es una quita del 35 o del 20% sobre la deuda pendiente, no, se trata de una quita por estos porcentajes sobre la cantidad que quede pendiente una vez se haya desalojado y subastado la vivienda. El ejemplo es el siguiente: Si después de perder la vivienda la deuda hipotecaria es de 100.000 euros, puede ser cualquier otra cantidad, y el dinero obtenido en la subasta del piso es de 90.000 euros, el deudor tendrá que pagar el 65% de los 10.000 euros que restan, es decir 6.500 euros, se “ahorra” 3.500 euros, a los 6.500 euros hay que añadirle los intereses legales del dinero a pagar en esos cinco años o el 80%, 8.000 euros, se ahorra 2.000 euros, a lo que hay que añadir también los intereses en diez años. Y sólo así quedará extinguida la deuda con el banco. Los intereses legales serían del orden del 12% si tenemos en cuenta lo que el Gobierno ha anticipado en el sentido de que los intereses no sobrepasen en más de tres veces el interés legal del dinero, el 4% en la actualidad, cuando si tenemos en cuenta que la Ley de Crédito al Consumo indica muy claramente que el interés no debe ser superior a dos veces y media el interés legal del dinero con lo cual sería del 10%. El Gobierno ha aprovechado la ocasión para “arrimarle” un “poco” más de dinero a la banca, dos puntos más supone mucho dinero, sobre todo para el que lo tiene que pagar, a la banca seguro que, como siempre, le “sabrá” a poco. Esto no se parece en nada a la dación en pago que reclama la PAH. La cosa queda en un ahorro de 3.500 o 2.000 euros. Seguro que saldrá el Floriano o el González Pons de turno diciendo que menos da una piedra.

Como se puede ver hay que seguir pagando aún estando en la calle, pero queda una incógnita por aclarar y esta no es otra que si el deudor debe seguir pagando desde el momento en que es desahuciado o esto queda en suspenso y se queda a la espera de lo que resulte en la subasta. De todos modos el interés del 12% ya sea sobre 6.500 o 8.000 euros en cinco o diez años va resultar un incremento del remanente de la deuda bastante gravoso. Siempre gana la banca.

Desde luego no puedo dejar de referirme al escrache que ha servido al Gobierno, al Partido Popular y a la “caverna mediática”, para demonizar y criminalizar a las personas más visibles que representan a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, tachándoles de “proetarras” y “kale borroka”, y criticando muy duramente el que a cargos públicos y dirigentes del PP les llamen asesinos. Este calificativo puede que sea un tanto riguroso pero hay que tener en cuenta no solamente la situación sino el drama, la tragedia y la desesperación que están soportando miles y miles de familias españolas, hasta tal punto que la opinión pública, un 80% de ella, ve el escrache como una cosa normal y son multitud los que se extrañan de que la cosa se mantenga a este nivel de protesta y no haya ido a más. Y sin entrar en aquello de “y tú más”, hay que recordar cuando en aquellas manifestaciones contra el aborto convocadas por los obispos y por el PP se veían aquellas pancartas y aquellos gritos en los que se llamaba asesinos a Zapatero y a los socialistas. ¿Eran Los obispos y Rajoy “proetarras” o “kale borroka”? Por favor, un poco de seriedad. Ahora al que se mueve le llaman “proetarra”, “kale borroka” y “antisistema” antes se les llamaba “rojos”, “comunistas” y “enemigos de la patria”. Lo que hay que oír. Cambian las palabras pero no las formas y tampoco el fondo.

Al carajo la dación en pago