jueves. 25.04.2024

Genio y figura

No es que Pedro Arriola lo hiciera mal, pero es evidente que Jorge Moragas le ha dado al presidente otro toque, otro impulso, una marcha más.

No es que Pedro Arriola lo hiciera mal, pero es evidente que Jorge Moragas le ha dado al presidente otro toque, otro impulso, una marcha más. Antes se veía a Mariano rígido, un poco encogido. «Lo peor de la crisis ya ha pasado», y la mano engarfiada en el brazo del sillón y el parpadeo incontrolable lo delataban. Ahora está más suelto. Ha ido a hacerse una foto con Angela Merkel. Eso da puntos para una campaña electoral, pero es que además se le ve relajado, muy puesto, no con ese aire de pedir perdón que tenía en la famosa foto del Eurogrupo, la que inspiró tantos memes de la oposición canallesca.

De modo que a nadie le ha extrañado que quiera concluir su mandato con una ocurrencia más, algo sonado, la pirueta definitiva: reformar el Tribunal Constitucional para que sea el Constitucional, y no el gobierno, quien castigue a Artur Mas.

Es que a Mariano le gusta estar en sitios, pero no hacer cosas. Hacer cosas le da corte, le parece una mengua de su condición de augusto. Lo suyo es estar en la tribuna del circo, y desde allí enseñar a la plebe el puño con el pulgar hacia abajo. Luego, que sean otros los que se hagan cargo del degüello de los gladiadores señalados por su dedo.

– Lesmes, le meta un buen puro a ese Mas, por sedicioso.

– Usted manda, don Mariano.

– Míreme usted de paso qué se puede hacer con la autonomía, Lesmes.

– La autonomía, don Mariano, disculpe, más vale no tocarla, no vaya a ser que abramos sin querer la caja de los truenos.

– Pues nada, no se toca. Ah, Lesmes, ya puestos, me sube del bar un carajillo de chinchón seco con poco azúcar.

– Don Mariano, que soy presidente del tecé, no me ponga en el disparadero.

– ¿Quiere decir que no está en sus funciones? A ver como lo remediamos, siempre se puede incluir una nueva enmienda en el proyecto de reforma por el trámite de urgencia. Tenemos tiempo de sobra. Hablaré con Zoraida, ya se le ocurrirá alguna cosa.

Ahí lo tienen, como un chiquillo, correteando por los pasillos de Génova. Feliz. No tiene más que chascar los dedos y otros se apresuran a pasar el rodillo parlamentario. Moragas ha hecho un buen trabajo de coaching. En la próxima campaña electoral, escuchen bien lo que les digo, un Mariano en excelente forma puede armar el alboroto.

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