jueves. 25.04.2024

La docilidad de los líderes

Se está haciendo la ola sin disimulo a Albert Rivera, en la actual situación de impasse en la investidura.

Se está haciendo la ola sin disimulo a Albert Rivera, en la actual situación de impasse en la investidura. Gusta a todos: a los medios, a la jerarquía eclesiástica, a la cúpula militar, al colectivo de las amas de casa. Los descosidos se le disimulan: en sus listas, confeccionadas con cierto apresuramiento, han aparecido ex falangistas, ex blaspiñaristas, ex corruptos, y ahora es llamada a declarar en el caso Púnica su número 3 en la Comunidad de Madrid, Eva Borox, que en su época de concejal de Valdemoro por el PSOE se había distinguido por su buena amistad y concordia con el conseguidor Marjaliza, que le proporcionó los fondos requeridos para algunos viajes turísticos. Nada de eso importa mucho a efectos de publicidad. En El País-Metroscopia acaban de confeccionar una encuesta de opinión a la medida de Rivera, según la cual Ciudadanos rebasa ya de largo en intención de voto a la turba demoníaca de Podemos.

Rivera no tiene partido detrás, ni ideología, ni perspectiva de gobierno. Es el líder ideal; estará a lo que le digan. Lo que le digan, claro está, quienes tienen poder y autoridad para decir.

Rivera tiene una fisonomía agradable, un tono de voz suave, viste con aliño y muestra la debida firmeza para defender en todas las ocasiones posibles la libertad omnímoda del dinero y la prosperidad necesaria de los negocios. La operación de lanzamiento no ha tenido tanto éxito como la de Mauricio Macri en Argentina. Macri, otra cara agradable y otro pasado anodino, ha conseguido la presidencia, y su primera batalla en el Congreso va a ser la votación de un pacto sobre los fondos buitre que contradice varias leyes estatales. El cronista de El País, Carlos Cué, aclara de este modo los intríngulis de la cuestión: «El Gobierno juega contrarreloj: antes del 13 de abril necesita tener aprobadas en el Congreso y el Senado las leyes que desbloquean ese pacto alcanzado en Nueva York. Si no lo logra para entonces, el acuerdo decae y el descrédito internacional de Argentina será muy importante en especial en los mercados financieros, que han acogido la llegada de Macri con gran entusiasmo.»

Los mercados financieros han acogido “con gran entusiasmo” la llegada al poder de Macri, un líder dócil. Los mismos están haciendo también la ola a Leopoldo López, el líder opositor venezolano encarcelado: guapo también, y con un currículo vinculado a la ultraderecha política (según algunas fuentes, también a la CIA), más un intento previo de candidatura presidencial frustrado por un caso de corrupción. Cristina Cifuentes ha colgado del emblemático edificio de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, dos carteles pidiendo la libertad de Leopoldo: una iniciativa solidaria internacional insólita, sin ningún precedente conocido. La propia Cifuentes patrocina la presentación de un libro de López, “Preso pero libre” en la Real Casa de Correos, para la que está anunciada la presencia del nóbel literario Mario Vargas Llosa y del ex presidente de España Felipe González Márquez.

La futura docilidad de López, como las de Rivera y de Macri, queda así debidamente asegurada.

La docilidad de los líderes